Sin dudas, durante esta temporada Los Increíbles 2 fue el gran tanque del cine comercial. En su primer semana de estreno, consiguió batir el récord de mayor recaudación de una película animada, alcanzando los 180 millones de dólares.
Pixar, previo a la proyección de la película, comparte también con los espectadores un cortometraje producido por ellos. La productora ya nos tiene acostumbrados a hacer esto y lo sorprendente es que cada corto que antecede al largometraje, parece ser mejor que el anterior.
Bao es el nombre de esta historia, rodeada de curiosidades que llaman la atención. Si no has visto de que se trata, te avisamos aquí que hay una ¡alerta de spoiler!
Para comenzar, lo más destacable es que este es el primer corto de Pixar dirigido por una mujer. Domee Shi es una directora de cine procedente de China que ya había trabajado anteriormente con la dupla Disney-Pixar, pero nunca desde el papel de dirección. Participó en el departamento de animación de Intensa-Mente y de Un gran dinosaurio.
Un día, una mujer que vivía un día como cualquier otro, descubre que un bao (un pan relleno cocinado al vapor) ha cobrado vida. Desde ese momento, la protagonista empieza a cuidar de este pequeño como si fuera su propio hijo.
El "Bao" comienza a crecer y llegado el momento, planea dejar la casa. Su cuidadora no parece agradarle mucho la idea, por lo que decide comérselo. En ese momento, muchos se quedaron perplejos y tratando de pensar en alguna explicación lógica por lo que hizo eso.
Sucede que esta historia tiene un trasfondo más emocional. La mujer experimenta lo que popularmente es conocido como el síndrome del nido vacío. Muchos padres y muchas madres sufren este síndrome cuando ven que sus hijos están por abandonar o han abandonado su hogar, tomando el rumbo de su propia vida. Así, nuestra protagonista ve en el pequeño bollo de pan la posiblidad de volver a tener a alguien bajo su cuidado, como vivió hace un tiempo atrás antes que su propio hijo dejara su casa y se fuera con su novia.
Esto es algo que le sucede a muchas personas en el mundo. El corto sólo fue una creativa y bizarra manera de visibilizar este problema, dejando como enseñanza la necesidad de dejar a nuestros propios hijos hacer su vida, basándose en una comunicación constante para ayudarlos en su nueva etapa.