Que América nunca fue un buen territorio para los equipos europeos no es ninguna novedad, pero nadie pensaba que los equipos del Viejo Continente se irían tan rápido del Mundial aunque haciendo un análisis pormenorizado de la situación no es una sorpresa lo que está pasando en Brasil 2014.
En el fútbol de hoy ya nadie gana con el nombre, sino recordemos que Argentina que tiene al mejor jugador del mundo no gana nada desde 1993 y se fue rápidamente en la última Copa América que se organizó en nuestro país y tuvo a Venezuela (después de mala eliminatoria) como uno de los semifinalistas (la jugó en Mendoza frente a Paraguay).
El deporte no es matemática. Sumar figuras o nombres no es proporcional con conseguir éxitos, hay en juego muchas situaciones como momentos, motivaciones y hasta la suerte juega un papel preponderante. Con esa premisa, debemos recordar entonces que en Europa, los que mandan son los equipos de la Bundesliga y no es casualidad que Alemania sea la gran esperanza europea para romper la racha, mientras que Holanda (otro que está funcionando muy bien) tiene a sus principales figuras jugando en el torneo alemán.
Que se haya ido rápido España se debe a que se durmió en los laureles y mantuvo una estructura que se fue envejeciendo. ¿Alguien estaba ajeno que los referentes de la Furia Roja venían de hacer una muy mala temporada? Además, se conoció que Del Bosque perdió el timón del grupo y tuvo muchos problemas internos con grupos que sólo restaban en lugar de sumar.
En el caso de Italia, el torneo ha perdido brillo desde hacer varias temporadas y el último año tuvo a una Juventus muy superior al resto y con Tevez (no estuvo en el Mundial) como gran figura. Qué podía entonces esperarse? Además, esperar que Italia juegue a otra cosa es una quimera. Lo del primer partido fue un espejismo y después se volvió a ver el catenaccio que está impregnado en su ADN. Los tanos nunca jugaron a otra cosa, ni cuando fueron campeones en el 2006, torneo en el que su figura fue su marcador central, ¡Cannavaro!
Inglaterra es Inglaterra. Todos los Mundiales aparecen entre los candidatos y terminan decepcionando. Acá hay mucho de idiosincrasia. "No tienen hambre de gloria", contaba alguna vez Tito Vázquez, entrenador de tenis que trabajó mucho tiempo para la Federación Inglesa. Su liga es atractiva por la presencia de los extranjeros y seguida por mucha gente porque el marketing televisivo ha funcionado muy bien. De hecho, el único Mundial que ganaron los británicos fue en su casa y con un gol fantasma. Claro que los tres podrán decir que no tuvieron fortunas con las zonas que les tocó y algo de verdad tienen, sino nadie puede entender cómo Grecia está en los Octavos de Final.
Otro que promete siempre y decepciona rápido es Portugal.Un equipo que intenta jugar bien al fútbol, pero que no tiene el fuego sagrado. Como contrapartida, los equipos americanos se van ilusionando mientras pasa el torneo y le hacen ver al mundo que el mejor fútbol se juega aquí.
Que Brasil y Argentina hayan dado un paso hacia una final esperada no es noticia, pero si quizá que Chile haya mostrado un nivel superlativo que le sirvió para dejar en el camino al campeón del Mundo y dominar al subcampeón (Holanda) más allá de la derrota. Los trasandinos están recogiendo los frutos de un trabajo a largo plazo que inició Marcelo Bielsa y que tuvo la continuidad de otros técnicos argentinos (Borghi y Sampaoli). ¿Qué les cambió? La cabeza. Ahora los chilenos se dan cuenta que pueden ganarle a cualquiera y ya no se achican en las difíciles, como les venía pasando.
Colombia, hoy el mejor equipo del mundo según el ranking FIFA, consiguió en Pekerman un hombre que le puso seriedad a un trabajo. Los cafeteros siempre han tenidos jugadores de calidad, pero también necesitaban alguien que los ordenara. Hoy juegan en equipo y por eso no acusaron el golpe de haber perdido a Radamel Falcao a horas del torneo y son uno de los pocos que pasaron con puntaje ideal. Lo de Uruguay no es llamativo. Como es histórico, cuando pone el corazón en la cancha son dignos de levantar la Copa del Mundo.
Es posible que no muestren el fútbol que nos gusta a la mayoría, pero eso poco importa en un certamen tan corto como este. Los que sí han sorprendido son los equipos de Centro y Norteamérica, Estados Unidos, México y Costa Rica. Lo más destacados es especialmente lo de los Ticos, porque le han puesto al juego un desparpajo saludable que los llevó a vencer a Uruguay e Italia y así tener el cruce más fácil de la segunda ronda, contra Grecia. México y Estados Unidos, siempre han sido protagonistas en las primeras rondas y deberán ahora ratificar lo que pueden dar.
La gran decepción es África. Aparece siempre como una potencia, pero sus equipos se van cayendo a pedazos. El hecho de no tener ligas competitivas y su poca disciplina a la hora de jugar en equipo hacen que difícilmente puedan destacarse en el fútbol. Mucho también tiene que ver su entorno político y social.
El técnico nigeriano denunció que le habían armado la lista y, en Camerún, Samuel Eto'o dijo que sus compañeros querían envenenarlo, con lo cual dormía y comía aparte. Así no se puede hacer nada favorable.