Banfield venció merecidamente a Estudiantes por 2-1, basándose en su inteligencia y en la decisión de no entregarse nunca ante un adversario que, a pesar de haberse adelantado en el marcador, terminó el encuentro confundido e impotente. Desábato, de cabeza, a los 44’ de la etapa inicial, adelantó al Pincha, pero Viatri y el ecuatoriano Cazares, a los 43’ y 47’ del ST, dieron vuelta el marcador en favor del Taladro.
Si bien Banfield se destacó por la entrega de todos sus jugadores, habrá que destacar la tarea de Cazares, quien con su inteligencia y habilidad se convirtió en una de las piezas clave en las cuales se sustentó la victoria del equipo dirigido por Almeyda.
La victoria de Banfield resultó totalmente justa porque, si bien no mostró un juego atildado, fue claro y contundente a la hora de buscar el arco defendido por Hilario Navarro, a lo cual habrá que sumarle la decisión de Almeyda de apostar siempre por la victoria.
Estudiantes fue la contrapartida. No sólo no supo aprovechar la ventaja conseguida, sino que en el segundo segmento su juego se fue desdibujando hasta convertirse en algo inofensivo, algo que no nos tiene acostumbrado a ver.