Los cánticos, los tambores y los carteles fueron los mismos que acompañaron a los mendocinos en las sucesivas manifestaciones en contra de la modificación de la 7.722 durante los días previos.
Pero la energía y el ánimo de la multitud se percibía distinto, con menos enojo y bronca y con más optimismo y alegría, aunque también marcada desconfianza. Así se vivió ayer el banderazo a favor del agua en el Kilómetro 0 que también se replicó en distintos puntos de la provincia.
Buscó mantener al pueblo en alerta hasta que se cumpla lo anunciado el pasado viernes por el gobernador Rodolfo Suárez: la derogación de la ley 9209, para restituir la prohibición del uso de sustancias químicas en la minería, tal como lo legislaba la normativa original.
La manifestación arrancó tímida en San Martín y Garibaldi, tal vez por el calor de la tarde, pero con el pasar de las horas fue concentrando mayor cantidad de gente que se hizo escuchar en todo el centro mendocino. El color celeste y blanco de las flameantes banderas caracterizó el encuentro, que esperan se repita hoy a la mañana durante la sesión especial en la Legislatura en la que se tratará el proyecto de derogación.
Llegado desde La Consulta, San Carlos, Daniel Arrieta (81) sostenía con firmeza un cartel que anunciaba su postura en defensa de la 7.722. "Con mi esposa hemos participado en todas las marchas, de hecho el domingo pasado vinimos caminando al centro desde San Carlos", relató el hombre quien usó una metáfora futbolística para hacer su lectura de la situación. "Hoy lo vivimos de cierta forma como un festejo pero con cierta cautela, es como ir ganando el mundial, pero mañana se juega la final", dijo. Es que para ellos todavía fue necesario seguir manifestándose hasta que el primer mandatario cumpla con su promesa. "El agua un recurso muy vital como para no defenderla", aseguró.
La misma desconfianza en que se cumpla lo prometido por el gobernador se repitió en los demás consultados. "Personalmente yo no doy por hecho la derogación y no vamos a dejar las calles hasta que suceda", expuso Mirta Vera quien llegó al punto céntrico desde Las Heras. De todas maneras la mujer se dio un espacio para el festejo. "Es un orgullo lo que ha logrado el pueblo mendocino que luchó solo y le dio un gran mensaje a todo el país", consideró. De hecho para ella esta unión en el pueblo será de gran provecho para tratar otros temas ambientales importantes para Mendoza. "Como por ejemplo el cuidado del agua, el uso de pesticidas en el agro y el fracking", enumeró.
Quien se mostró muy alegre durante le banderazo fue Belén Ferracuti, de Maipú, una de las cuatro representantes de los manifestantes que durante la marcha del pasado lunes 23 estuvo reunida con el secretario de Ambiente, Humberto Mingorance solicitando el veto de la 9209. "En un principio nos dieron la espalda, pero con el tiempo pudieron escucharnos", comentó la mujer reconociendo como positivo el cambio de postura. "De todas formas desconfío hasta que resuelvan la derogación", añadió a la vez que anticipó que hoy a la mañana estará en la Legislatura siguiendo todo lo que pase.
Por su parte, Pablo González, otro manifestante, remarcó la participación de los mendocinos que "no se durmieron en los laureles" y estuvieron atentos a todo lo que pasara con la ley hasta las últimas consecuencias. "Todavía falta para que la deroguen y el mayor miedo es que cedan ante la presión de Malargüe y quieran excluir el departamento de la ley".
En San Rafael y Alvear
El banderazo convocado para reforzar el pedido de derogación de la ley 9.209 que flexibiliza el uso de sustancias químicas en los procesos mineros (ácido sulfúrico y cianuro entre otros) tiñó de celeste y blanco los departamentos de General Alvear y San Rafael.
Una vez más, productores agropecuarios, ambientalistas, comerciantes, docentes, profesionales, familias enteras, salieron a la calle para levantar la bandera del cuidado del agua y el pedido a gritos de restitución en todos sus términos la ley 7.722.
Remeras, carteles, paraguas, pañuelos, pancartas, paños gigantes y todo lo que mostrara los colores de la enseña nacional, cubrieron las calles sureñas en simultáneo con las demás manifestaciones en el resto de la provincia. Las declaraciones versaban todas en el mismo sentido, es más las palabras casi estaban de más y la sola presencia de la gente cubierta con los colores celestes y blancos lo decía todo.
En San Rafael la concentración principal fue en la rotonda del Mapa, en avenida Hipólito Yrigoyen, uno de los principales puntos de acceso a la ciudad.
A medida que la columna avanzaba hacia el kilómetro cero sanrafelino, la gente se sumaba en cantidad y lo que comenzó tibiamente se transformó a cada paso en una masiva manifestación.
"Es muy importante la cantidad de gente, creo que eso lo dice todo, no hay nada que agregar", sintetizó uno de los manifestantes.
En Alvear, donde también se esperaba la presencia de vecinos de los distritos cercanos que pertenecen a San Rafael, la manifestación estuvo dividida en cuatro columnas que colmaron las avenidas principales de la ciudad (Alvear Este y Oeste y Libertador Nortes y Sur) y confluyeron en el icónico monumento al general San Martín en el kilómetro cero. Acto seguido los grupos se unificaron y la impresionante columna caminó en paz hacia la plaza Carlos María de Alvear donde concluyó la marcha con un gran acto.
"Estamos a un paso de que esto termine y regrese la 7.722, esperemos que mañana (por hoy) la Legislatura trate la derogación de la ley (9.209) y esto se termine de una vez", dijo Gabriela mientras caminaba hacia el kilómetro cero alvearense. Para hoy se espera que grupos de dirigentes sociales sureños viajen hacia Mendoza para estar presentes en la Legislatura pero serán pequeños grupos.