La Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (
ABAPPRA
) respaldó hoy la reapertura del canje de la deuda defaulteada propuesta por el Gobierno y pidió que los denominados "fondos buitre" no tengan ninguna mejora respecto de los bonistas que entraron en las reestructuraciones de 2005 y 2010.
A través de una solicitada publicada hoy en los principales diarios del país, con el título "Apoyo a la Reapertura del Canje y a la Negociación de la Deuda Externa", ABAPPRA sostiene que la reapertura del canje demuestra la "voluntad de pago" de la Argentina respecto de sus acreedores.
La entidad "expresa su total apoyo la proyecto de reapertura del canje de deuda externa decidida por el Gobierno Nacional y que se ha girado para su tratamiento al Parlamento".
"La decisión implica una clara ratificación ante los estamentos judiciales internacionales de la voluntad de la República Argentina de hacer frente a los pagos exigidos, además de haber demostrado ampliamente el cumplimiento estricto y puntual de los compromisos de deuda en todos estos años", añade.
La solicitada indica que ABAPPRA "expresa su más absoluto acuerdo en que no se debe reconocer a los fondos litigantes ningún pago que signifique una mejora respecto a las condiciones que ha obtenido el 93 por ciento de los inversores que entraron a los canjes de 2005 y 2010, decisión que posibilita el tratamiento igualitario a los acreedores".
"Resulta importante dejar en claro el potencial poder dañino de los internacionalmente denominados 'fondos buitre'. Los continuos embargos que ha recibido nuestro país y ha logrado desactivar con gran esfuerzo y pericia, entre los que se encuentra la emblemática retención de la Fragata Libertad, así como las implicancias del fallo del juez Griesa sobre los inversores que entraron al canje de deuda argentina, dan cuenta de ello", indica la solicitada.
Finalmente, destaca que "ABAPPRA evalúa muy positivamente los canjes de deuda externa realizados en 2005 y 2010 y reafirma su apoyo a la política de desendeudamiento llevada a cabo por el gobierno nacional".
Considera que estas decisiones "han permitido un crecimiento de la economía real que impactó positivamente en la situación social, liberando al país de las exigencias de los acreedores externos para condicionar sus políticas económicas. Un país en crecimiento con distribución equitativa del ingreso, es el mejor entorno para que el sistema financiero se desarrolle sólidamente".