Finalizadas las preinscripciones en los colegios de la Universidad Nacional de Cuyo, se conoció que un total de 2.461 chicos aspiran a cursar sus estudios secundarios en los cinco establecimientos. Sin embargo, menos de la mitad podrá concretar su deseo, ya que la cantidad de vacantes es de 1.020 distribuidas en el Martín Zapata, el Magisterio, el Universitario Central (CUC), el Departamento de Aplicación Docente (DAD) y el Liceo Agrícola.
Del total de aspirantes, 2.158 se inscribieron para entrar a los bachilleratos con orientación que se dictan en los primeros cuatro colegios y 303 en la modalidad técnica que ofrece el Liceo. Los que se anotaron en la Escuela de Agricultura en General Alvear, que ofrece 90 lugares, todavía no fueron relevados.
Los jóvenes a los que se le asigne banco en primera instancia conocerán el resultado el próximo martes 15 a partir de las 10 a través de listas que se colocarán en las instituciones. Las inscripciones se concretarán el miércoles 16 y el jueves 17 (ver aparte).
El dato que se tomará en cuenta para evaluar a los ingresantes será el promedio general de primero a sexto grado, que equivale al resultado de la sumatoria de las calificaciones de todas las materias, conceptuadas de modo cuantitativo durante los seis años, dividido por la cantidad de las mismas.
Autoridades universitarias tuvieron que salir a aclarar este punto ya que no es lo mismo esa forma de obtener el promedio final que hacerlo promediando los finales de cada año.
"En algunos colegios lo estaban haciendo de esta última manera y está mal, ya que sale un número distinto que es más bajo que el otro", deslizaron desde la UNCuyo, que desde el cambio que implementó para cumplir la Ley de Educación Nacional N° 26.206 en 2012 contabiliza el promedio de toda la primaria.
Distinta es la modalidad que exige la Dirección General de Escuelas (DGE) para asignar lugar a los aspirantes, ya que desde el año pasado los colegios de la provincia tienen en cuenta el promedio de los alumnos tomando las notas obtenidas solamente en sexto grado.
Por esta diversidad, las escuelas primarias de las que salen los estudiantes tienen que, en los casos en que los chicos o los padres lo requieran, hacer un doble trabajo: calcular el promedio final de acuerdo lo solicita la Provincia y, por otro lado, el que pide la Universidad.
La directora de la escuela Patricias Mendocinas, María Luz Cerdán, contó cómo manejan la situación: "Primero se le saca el promedio a todas las niñas de séptimo para los colegios que dependen de la provincia y después, si nos lo piden, tenemos que volver a sacarlo de acuerdo con lo que pide la UNCuyo".
Si bien implica un doble esfuerzo, para la directora no es tan arduo porque no todos lo requieren: "Aproximadamente un 50% de las alumnas lo solicitan y como es después no tenemos problemas", precisó.
En la escuela Arístides Villanueva se lo toman de la misma forma: "Igual son mucho menos de la mitad los que piden para la universidad", informaron desde esa institución educativa.
Esto es así porque de los 30.000 adolescentes mendocinos que comenzarán la secundaria en 2014, aproximadamente un 8% aspira a entrar a la UNCuyo. Otro tanto buscará entrar en los establecimientos educativos privados.
Quejas por el cambio
La modificación en la toma de los promedios de la DGE en 2012 generó quejas de muchos padres que quisieron inscribir a sus hijos el año pasado. Algunos denunciaron que las notas obtenidas fueron más altas que en ciclos anteriores, lo que a muchos les impidió el ingreso a los colegios elegidos.
Esta percepción de injusticia puede haber estado dada también porque los chicos que tuvieron malas notas de primero a quinto y luego las mejoraron en sexto, tuvieron las mismas posibilidades que quienes siempre mantuvieron un buen nivel educativo.
Así fue que el año pasado, en las secundarias más pedidas entraron solo los estudiantes con promedio de 9,60, que fue el caso del Normal Tomás Godoy Cruz, Pablo Nogués, José Vicente Zapata, Emilio Civit, Adolfo Pérez Esquivel, Bernardo Houssay, Ernesto Pérez Cuesta y la de Bellas Artes.
