Banco y Teqüe ya no son vecinos de barrio, pero el clásico sigue teniendo ese tinte. Fiesta afuera de la cancha, mucha gente que no se lo quiere perder y adentro, como siempre, nadie quiere perder. Y fue el equipo de Buena Nueva el que ayer, y en el marco del torneo del Interior B, se quedó con el clásico por un ajustado 18 a 16 y que tuvo un final de dientes apretados.
La primera parte fue aburrida. Ambos apelaron a los kicks a las espaldas del rival, esperando alguna equivocación para poder marcar. En la primera visita en campo ajeno, “Lulo” Cano, aprovechó un penal y le dio los primeros puntos al local. Tanto Banco como Teqüe estuvieron firmes en defensa y por eso el partido se jugó gran parte del primer período en mitad de cancha.
Una buena jugada de Facundo Biffi que se cortó en tres cuartos de cancha, terminó en el try de Omar Moreno para estirar la diferencia en favor de los bancarios.
La diferencia en el score, en los primeros 40 minutos estuvo en que Cano tuvo más efectividad que Calle a la hora de patear. Justamente el medio scrum local estiró la ventaja con un nuevo penal y Emiliano Calle no tenía la misma suerte a la hora de enviar su patada a los palos.
Sobre el final la suerte para el apertura azul cambió y pudo descontar. El resultado parcial terminó en favor de Banco por 11 a 3.
En la segunda parte, la visita salió a buscar la remontada. En la primera que tuvo, Emiliano Calle acertó un nuevo envío a los postes y de esta manera el equipo dirigido técnicamente por Martín Calle y Octavio Aguilera acortaba distancias.
Sin embargo el local le iba a asestar un nuevo golpe al mentón. Agustín Celedón quebró un par de tackles y terminó apoyando el segundo try para el equipo de Buena Nueva que de esa manera sacó una ventaja de 12 puntos que, como se estaba dando el desarrollo, podía ser determinante.
Pero los cambios le vinieron bien al Azul que tomó posesión del terreno ajeno y en una muestra de potencia, un scrum terminó en try de Germán Masnata. La conversión de Calle dejó a la visita a cinco puntos. La desesperación se apoderó de Banco que cometió infracciones y de una de ellas, Calle volvió a facturar.
El final fue para el infarto. Teqüe en su deseo de quedarse con el clásico tomó decisiones erróneas y Banco terminó festejando un nuevo clásico.
