La bañadera con patas es una de esas piezas por las que se siente debilidad, quizás porque es un tanto complicado, conseguir una, sobre todo por las, a veces reducidas, dimensiones de algunos baños actuales. Son un tanto incómodas para ducharse y para limpiarlas, pero son realmente divinas…
Algunas son de aspecto más sencillo y también otras majestuosas, algunas son rescatadas de casa viejas y anticuarios, bellas piezas vintage, otras son de nueva factura, que imitan las formas de sus predecesoras, y todas, absolutamente todas, dan al baño un aire más acogedor y personal.
En cuanto una ve una bañadera con patas, siente inevitablemente el deseo de darse un buen baño de espuma, de relajarse dentro del agua caliente y de sentirse como una sirena. Es lo mismo si la bañadera es más sencilla o es más elegante, hace sentirse mucho mejor.
Lo cierto es que, si organizamos bien la distribución, una bañadera con patas puede caber en baños pequeños, porque vienen de varios tamaños. Y también hay soluciones para colgar una cortina de ducha para no armar un lío tremendo cada mañana. Así que todo es cuestión de imaginación y esfuerzo -y un poco de dinero-, si queremos decorar nuestro baño con una de estas piezas. Aquí te mostramos algunas imágenes de varios estilos: chic, rural, de diseño…