Con sus todavía infantiles 9 años de edad (8-8-2005) Baltasar Funes, representante del Andes Talleres Sport Club, como si fuera un pequeño Rey Mago que hace realidad sus propios sueños y deseos, acaba de consagrarse por tercera vez consecutiva campeón nacional de judo en la categoría Promocional (hasta 28 kilos de peso).
Este merecido y celebrado tercer título logrado recientemente en Catamarca durante el desarrollo del Apertura 2015 se suma a sus dos conquistas del año pasado, cuando obtuvo primero el Apertura 2014 de Puerto Madryn y luego el Clausura 2014 de Corrientes, ambos en la división Promocional y hasta los 26 kilos de peso individual.
El próximo desafío de la nueva promesa del judo mendocino es el Argentino de Jujuy en octubre de este año donde irá por la cuarta estrella mientras espera, a partir de 2016, cuando tenga los 11 ó 12 años, poder participar en los Sudamericanos y Panamericanos de ese deporte.
Esa es la edad reglamentaria para poder intervenir en esos certámenes de nivel internacional y representar de ese modo a la Federación Argentina de Judo.
Lo realmente llamativo y elogiable es que Baltasar se encuentra invicto en su muy breve pero ya exitosa carrera deportiva porque en poco más de un año y medio de actividad nunca ha sido derrotado. Practica judo desde los 4 años, a partir de los 8 lo hizo en la etapa recreativa y desde los 9 en la faz competitiva.
Ha sido además campeón de la última edición del Vendimia realizado en la UNCuyo y posee el premio al mejor lance en un torneo internacional con sede en Santiago de Chile, en que representó a la Federación Mendocina.
También se ha destacado en el torneo Centro de la República con sede en Embalse Río Tercero en Córdoba y en el Provincial de Mendoza.
Su papá, Rodolfo Alejandro, su permanente guía y consejero, compañero de viaje en cuanto viaje deba realizar, más que feliz y orgulloso de la carrera de su pequeño hijo, cuenta la anécdota de que “cuando Baltasar tenía apenas 6 meses de vida se ponía de pie en la cuna con un equilibrio increíble y desde entonces mostraba una llamativa destreza en sus movimientos”.
Su familia se completa con su mamá, María Verónica, y su hermanita Olivia, de 7 años, que es alumna del Gimnasio Potenza, donde aprende gimnasia aeróbica y tela. “Balta”, como se lo conoce en la intimidad de su hogar en Chacras de Coria, es alumno de 2° grado del colegio integral “El Huerto”, también practica jiu-jitsu los días sábados y hockey sobre patines.
Baltasar tiene palabras de agradecimiento para su entrenador en Andes Talleres, profesor Néstor Tejerina, siempre atento a su evolución y progresos como judoka, reconocimiento extensivo al profesor Marcelo Inella, responsable del semillero azulgrana de hockey, en el que integra el pre-infantil.
Obviamente que su mayor dedicación pasa por el judo, que le exige hasta dos entrenamientos semanales, además de las competencias de cada fin de semana.
También nombró a otros colaboradores, como Fabián Estevenez y Francisco Pérez, y reconoció que “cuando me alientan o apoyan en lo único que pienso es en la lucha, sin perder la concentración y muy atento a los movimientos que deba realizar o a los de mi adversario.
Todavía tengo mucho por aprender y cuando tenga 11 ó 12 años de edad me gustaría compartir algunos campus de entrenamiento con otros chicos de la selección nacional y quizás más adelante asistir a alguno de los cursos de perfeccionamiento que se dictan en Brasil. Desde niño mi pasión es el judo y espero mejorar, progresar y perfeccionar mi estilo de lucha”.
Su papá Rodolfo recordó que el judo ha sido reconocido por la Unesco como la mejor actividad para la iniciación deportiva de los niños, por lo que está muy satisfecho del aprendizaje y nivel de su hijo. Comentó además que se trata de una disciplina dura, exigente, porque se sale a luchar con el riesgo lógico de una mala caída o de una lesión desafortunada. Por lo que se requiere un buen estado físico y un enorme esfuerzo personal, en el que siempre prevalece la caballerosidad que es el espíritu de ese deporte”.
Al término de la entrevista el pequeño Baltasar mostró a Más Deportes su gran colección de trofeos, copas y medallas que ha ganado y guarda como un preciado tesoro en su dormitorio, donde cada noche cuando se acuesta sueña con nuevos logros y campeonatos.
Mientras sus padres lo cuidan y protegen como si todavía fuera aquel bebé que con apenas 6 meses de vida se paraba solo de pie en la cuna con una llamativa agilidad y firmeza.
