Para el conjunto femenino de balonmano del Club Mendoza de Regatas, el 2014 fue un año de constante crecimiento. En el 2013, las conducidas por Christian Stahringer cambiaron su conducta en los entrenamientos y fortalecieron ese aspecto, lo cual les trajo un mayor rendimiento físico dentro de la cancha. Para el 2014, el cambio fue más profundo: lograron revertir dificultades internas logrando reafirmar la unión del equipo y poder finalmente cerrar el año con gloria.
“Junto a Eduardo López (Preparador Físico) se continuó el trabajo del año anterior, corrigiendo errores y potenciando virtudes del equipo, para lo cual se incorporaron las juveniles al entrenamiento de la Primera. Siguiendo un plan de trabajo exigente, comenzamos con una fuerte pre temporada para encarar el año”, comenzó explicando el entrenador del equipo del Lago
Regatas cayó en la final del Vendimia con Estudiantes de La Plata, luego se adjudicó el título del torneo Apertura de la Amebal tras derrotar ajustadamente a la UNCuyo. A la postre, llegó el Regional de Clubes y el Nacional de Clubes, donde se quedaron con el subcampeonato después de caer ante Estudiantes de La Plata. Y por último, un nuevo título: el Clausura del torneo local.
En el proceso de las distintas competencias “fue en Regional (que no nos fue muy bien) donde se hizo el clic para llegar al Clausura con un nuevo título en mano. Después jugamos el Nacional, donde se profundizaron cosas. Hubo un cambio importante producto de la convivencia”, confió el entrenador, quien destacó el excelente rendimiento en este último certamen, pese a la caída en la final por “situaciones en la que ellas no están acostumbradas y les ganó la ansiedad, como el caso de la televisación al tratarse de la alta competencia de Buenos Aires. Pero ya habíamos demostrado que estábamos a la altura, porque le habíamos ganado a otro equipo fuerte como es Sedalo. Fue muy positivo”.
Lo que se superó en el 2014
“Logramos subir un escalón que fue la estabilidad en el rendimiento. Nos afianzamos como equipo”. Sencillas palabras que sintetiza un poco este crecimiento de Regatas, según Guadalupe Bonade.
“Todas nos metimos un objetivo en la cabeza. Estaba claro cuál era pero no cómo llegar a el. El Regional fue una cachetada para darnos cuenta que teníamos que poner más de nosotras. Salir de lo individual y ceder para adoptar una forma de juego. Se logró durante el Nacional” contó Analía Stahringer (capitana), sobre la experiencia de este cambio.
Y Nahir Skerl agregó: “Hubo muchas charlas en las cuales la palabra clave fue la de ayuda. Siempre pensar en el otro antes que en uno”. Tan simple, reflexionar que se necesita del otro para funcionar en conjunto.
Pero para la Primera esto fue producto de la esencia de las juveniles. “Fue fundamental entrenar con las juveniles porque ellas sí traen consigo el concepto de unión, de equipo desde pequeñas. A ellas les sale naturalmente porque son amigas, comparten cosas desde años y fue importante para que la Primera se contagie de eso. Fue un intercambio: la Primera le dimos experiencia de juego y ellas la unidad en lo humano”, dijo la capitana.
Dejar la competencia atrás
“El Regional fue el punto en que cambió todo en Regatas. Fue un antes y después del equipo. Limpiamos cosas que no queríamos que continuaran”, afirmó Romina Morcos acentuando lo que significó el último Regional de Clubes para el equipo.
Y Yamina Píppolo explicó cómo se manifestó: “todas tenemos el mismo nivel en la cancha. Y la que sale le da la confianza a la que entra para que juegue igual o mejor que ella. A partir de las charlas que tuvimos, la competencia entre nosotras quedó de lado porque lo único que importó fue el equipo”.
¿Qué se busca para el 2015?
Perseguir un objetivo en común y que todos entendamos de la misma manera las metas. Es fundamental en los deportes en conjunto la unión, pero tiene que tener continuidad. Lo otro que buscamos es el compromiso y la honestidad con el grupo y con uno mismo”, argumentó “Chachi” Stahringer.
Y desde el plantel, y mirando hacia el futuro del handball regatense, Analía Stahringer manifestó que “este año nos dimos cuenta que el desarrollo sólo individual no nos lleva a buen puerto. Y es lo que la Primera quiere transmitir a las más chicas. Está claro que sin la de al lado no vas a hacer nada”.
Hubo cosecha más allá de los resultados
Cerrar bien el año fue uno de los objetivos propuesto por el técnico. Ponerle la frutilla al postre es lo que siempre le faltó a este equipo.
“Desde hace dos años que estoy al frente junto a Eduardo (López) pero al equipo lo vi desde siempre; y siempre fue una deuda cerrar bien el año. Recién en el cierre del 2014, en la final del año, jugaron todas, la que entró cumplió y aportó sin importar la categoría. Se vio mucho en el juego y en el tanteador el cambio esencial del equipo. Creo que actualmente estamos mejor técnica y tácticamente que los equipos locales y superior físicamente. Y cuando todo eso se juntan (un grupo unido, que le gusta jugar, entrenar 4 o 5 veces por semana sin pensar el sacrificio) se llega a esto, a ser el mejor equipo del año”, sintetizó “Chachi” Stahringer.
El equipo de Primera
Analía Stahringer
Guadalupe Bonadé
Yamina Píppolo
Carla Herrera
Romina Morcos
Florencia Marzal
Rocío Squizziato
Macarena Sanz
Julieta Bauzá
Marina Micelli
Virginia Tonelli
Carla Castillo
Carla Cataldo
Florencia Ahumada
También son campeonas del año
Juveniles, después de conquistar torneo Apertura y Clausura.
Maca Sanz
Carla Castillo
Carla Cataldo
Florencia Ahumada
Agostina Ahumada
Martina Rivera
Melisa Rivera
Belén Zani
Agustina Marchisio
Emilia Romano
Gimena Reta
Agustina Elts
Manuela Rivero
Selene Jaliff
Juliana Nievas
Martina Antón
Menores, después de ganar el Clausura definió el año venciendo a Godoy Cruz 20 a 16.
Rebeca Phillippens
Araceli Andrades
Sol Marzal
Sol Castillo
Rocío Navarrete
Aida Laricchia
Victoria Magnífico
Abril Nievas
Jasmín Gilli
DT: Julieta García