El seleccionado francés masculino de handball ratificó por qué es la primera potencia ecuménica desde hace casi una década: le ganó 33-26 a Noruega y obtuvo la Copa del Mundo en la final disputada en el Palais Omnisport de Paris-Bercy ante 15 mil espectadores.
La generación dorada conocida como 'Les Expertes' se consagró campeona mundial por cuarta vez - seis en total en toda la historia gala - además de tres títulos europeos y dos medallas doradas olímpicos.
Su estrella principal, Niko Karabatic, recibió el MVP como mejor jugador del torneo.
Tras un comienzo errático, 'les bleus' se recompusieron y marcaron claras diferencias ante los escandinavos.
Así, los franceses vengaron su sorpresiva derrota en la definición del oro olímpico en Rio 2016, cuando cayeron ante Dinamarca.