Tres nombres de 736. Casi cinco semanas después del arranque y a punto de celebrarse la gran final, el Mundial Rusia 2018 elige también a su gran estrella individual entre los 32 equipos participantes. ¿Será el Balón de Oro para el cerebro de la sorprendente Croacia, Luka Modric? ¿O para Kylian Mbappé o Antoine Griezmann de la favorita Francia?
Las apuestas apuntan sobre todo a un duelo entre Modric y Mbappé, con todos los ojos pendientes aún de lo que pueda ocurrir mañana en el estadio Luzhniki de Moscú. Es un duelo apasionante y multifacético: juventud contra experiencia, velocidad contra sabiduría, atacante contra centrocampista.
"Nadie sería más feliz que yo si lo eligen", dice el seleccionador croata, Zlatko Dalic, sobre la posible elección de su experimentado capitán, el volante del Real Madrid Modric.
"Cuando dice que quiere ganar trofeos no es por presumido. Lo quiere porque tiene el talento y el derecho de decirlo", comenta Paul Pogba sobre Mbappé. El tercer candidato, el también delantero galo Griezmann, asegura que no piensa en el Balón de Oro. "No me interesa en lo más mínimo. Quiero ganar el Mundial", resume el delantero del Atlético de Madrid.
Las tres candidaturas suenan lógicas, pero no dejan de sorprender teniendo en cuenta que en el camino quedaron auténticos monstruos como el portugués Cristiano Ronaldo, que fue de más a menos en tierras rusas, o el argentino Lionel Messi, que pasó casi desapercibido por este Mundial.
El belga Eden Hazard y el inglés Harry Kane, también barajados durante días como candidatos, se quedaron rezagados después de caer con sus respectivos equipos en semifinales. Si uno oye los requisitos de la FIFA para decidir quién fue el hombre de Rusia 2018, es difícil no pensar en Modric.
"Técnica, táctica, físico y mentalidad", detalló la leyenda del fútbol holandés Marco van Basten, hoy miembro del grupo técnico de la FIFA. "Decisivo con sus habilidades técnicas, lee el juego y cambia el transcurso del partido; físicamente es lo que el equipo necesita y mentalmente ¿es un capitán, es el líder del equipo?", abundó luego el mítico ex delantero "oranje".
Modric fue decisivo para llevar a su equipo a la primera final de su historia. El capitán, de 32 años, salió de tres de los seis partidos de su equipo como el MVP. Entre otras cosas, marcó en las dos tandas de penales con las que Croacia se plantó en la final.
Enfrente tiene a Mbappé, la nueva perla del fútbol mundial. Muchos creen que el jugador de apenas 19 años, que pulverizó a la defensa argentina con sus galopadas en los octavos de final, se convertirá en uno de los grandes de la historia, con mayúscula. Sólo un tal Pelé brilló a una edad más temprana que Mbappé en un Mundial, a los 17 años en Suecia 1958 en el caso del brasileño.
Modric, en cambio, es un repartidor de pelotas, el capitán incansable, un jugador muy técnico que mostró además una gran fortaleza mental. El pequeño croata, de apenas 1,72 metros de estatura, marcó hasta ahora dos goles en Rusia 2018.
Y ante Dinamarca, en octavos, mostró temple para recuperarse tras fallar un penal en el tiempo reglamentario y convirtió sin titubeos su siguiente lanzamiento. Según las estadísticas de la FIFA, ningún jugador ha corrido más por los estadios de este Mundial que Modric, con 63 kilómetros en las piernas.