Ansiedad, nerviosismo, alegría adelantada, esas son las sensaciones mientras ya dentro de la Península de Valdés se avanza hacia Puerto Pirámides. La estepa en invierno representa el ambiente más inhóspito que podamos percibir, sin embargo cuando el vehículo se detiene y el aire helado como una bofetada choca en el rostro del viajero, respira profundo y es capaz de mirar el maravilloso ecosistema que lo circunda. Un quirquincho, pichi por aquí, se atreve a atravesar el camino. Más allá una mara, y algunas aves dan cuenta que este suelo es hospitalario con tantas especies, por ello esto de ser ambiente protegido.
Por estos días –desde junio a diciembre precisamente- son las ballenas franca austral el mayor imán para los visitantes, y otra muestra de lo buena anfitriona que es esta área. Los enormes cetáceos llegan como cada año a aparearse y a parir sus crías. Su arribo es tan preciado que los humanos se acercan a ver la maravilla, y ellas como custodios de una naturaleza que no se rinde ante ningún embate de los mamíferos racionales, retornan, se dejan ver, danzan, coquetean, posan para las fotos y continúan sus ciclo vital, como legado. Miden entre 15 y 18 metros de largo y pesan, en promedio, 40 tonelada, y uno las ve, y no da crédito.
Lo ideal es llegar a Puerto Pirámides descubriendo cada rincón de la península. Una vez en el puerto el paseo embarcado tiene un costo de $ 640 y $ 900 si es al atardecer durante tres horas en el atardecer Entre otras opciones, Southern Spirit ofrece también, con una embarcación especial que tiene ventanillas en su parte sumergida, la posibilidad de hacer un avistaje "submarino", $ 1.280 por persona.
Las rocas erosionadas protegen a Puerto Pirámides, antiguo centro salinero y de pescadores que hoy vive del turismo y esencialmente del avistaje de ballenas. El mar allí es calmo, muy calmo, y tan azul que emociona. Con apenas unos 600 habitantes, el poblado da opciones de alojamiento, gastronomía y todas las empresas que realizan excursiones para ver los cetáceos.
Desde Puerto Madryn las ballenas también se observan, esta vez desde la costa. Es el Area Natural Protegida "El Doradillo" donde se obtiene la mejor foto de las franca austral que no se moverán de allí hasta entrado el verano. A sólo 15 kilómetros de la urbe, abarcando un área paralela a la costa de 3 km de ancho, extendiéndose desde Punta Arco hasta Cerro Prismático a lo largo de 25 km la playa alienta a los caminantes a los que se animan a un pic nic con ballenas a escasos metros de la arena. (Hay que tener en cuenta los horarios de marea alta los cuales se pueden consultar en los Centros de Informes Turísticos).
En el observatorio de “Punta Flecha”, brindan información y ayudan a interpretar la vida de estos ejemplares marinos. Las características del área permiten el desarrollo de otras actividades recreativas, además de las típicas de un ambiente costero (sol, playa, trekking, mountain bike), como la fotografía de naturaleza y la observación de aves (birdwatching).
Para hacer
Museo Oceanográfico de Ciencias Naturales. Se encuentra establecido en un antiguo edificio de la ciudad, Chalet Pujol. En sus salas las comunidades locales, sus prácticas ancestrales y su forma de vida integran parte de la muestra. Por otro lado los peces, mamíferos marinos, aves y cetáceos, con algunos animales embalsamados. Desde el mirador, en donde se puede disfrutar de una vista panorámica de la ciudad y el Golfo Nuevo.
Lunes a viernes de 9 a 19. Sábados y feriados de 15 a 20.
Ecocentro. Su objetivo es difundir el conocimiento del mar a través de programas de educación ambiental, investigación científica y expresiones artísticas. Al recorrerlo se descubre la diversidad de la costa patagónica y de las distintas especies de aves y mamíferos marinos que la habitan así como algunos aspectos desconocidos de su biología, que revelan sus capacidades y adaptaciones al medio. Es fascinante y divertido, además, chicos y grandes se entretienen con los diversos dispositivos que utilizan para hacer más entretenido el paseo. También pueden aprender entre otras cosas, sobre la identificación de los ejemplares en la que se trabaja actualmente, a través de las peculiares callosidades que presenta cada y por el que se ha llegado a saber que son cerca de 3.500 las ballenas que arriban cada temporada a Chubut. Miércoles a Lunes de 15 a 19.
Avistaje de toninas overas. Las toninas overas se pueden avistar en embarcación durante todo el año, en Playa Unión, un balneario ubicado a 7 km de la ciudad de Rawson. Una opción muy atractiva y diferente. De color blanco y negro, Llegan a medir alrededor de 1,5 m y ambos sexos pesan entre 30 y 45 kg.Viven en grupos pequeños de 2-12 animales. Ocasionalmente nadan junto a la proa de embarcaciones y frecuentan los puertos.
Festival de la ballena. Este año, Puerto Pirámides se prepara para llevar a cabo el primer Festival de la Ballena que tendrá lugar entre el viernes 25 y el domingo 27 de setiembre, y que fue presentado hace pocos días por el cantante Javier Calamaro. En 2008, Calamaro realizó el primer concierto subacuático al cantar sumergido en una cápsula a unos siete metros de profundidad. Para este nuevo festival promete redoblar la apuesta: ya anunció que volverá a sumergirse en una nueva cápsula, más grande que la anterior, acompañado por otro artista –cuyo nombre está por definirse– para hacer un espectáculo a dúo desde el fondo del mar en lo que promete ser un acontecimiento histórico en la península.
