El Godoy Cruz de Sebastián Méndez tiene los ingredientes que apuntaba la receta, pero para que el producto final tenga el sabor que desea el cocinero, todavía le falta un golpe de horno importante. En su primera presentación en el torneo de Primera División 2016, el Expreso evidenció más cosas negativas que positivas. Estuvo lejos del nivel de aquel conjunto que había ilusionado a todos sus hinchas en la pretemporada.
Es cierto, enfrente tuvo a un elenco de mayor jerarquía. Ni más ni menos que al sucampeón de la Copa Argentina 2014 y 2015, y tercero en el último campeonato de Primera División.
Además, el Tomba fue más visitante que nunca en un escenario que conmueve por la fiesta que arman los hinchas de Rosario Central cada vez que el equipo de Coudet pisa el Gigante de Arroyito. Sin embargo, el análisis futbolístico es más profundo que la mera circunstancia del fixture. Y las aristas que derivaron en el pobre nivel del equipo de Sebastián Méndez, sobre todo en el primer tiempo, son varias y se enumeran a continuación.
1) Falló la puesta en escena del plan. Salvo en esos primeros cinco minutos en los que el Expreso salió a presionar bien arriba y se hizo con el balón en campo rosarino, el equipo jamás pudo imponer las condiciones del trámite. Si la táctica es el sistema de juego (4-2-3-1) en movimiento, quiere decir que fallaron las individualidades, esos protagonistas que antes de empezar el partido eran meras fichas de pizarrón antes del comienzo. Porque si algo le faltó al Bodeguero fue que los encargados de hacer cumplir la táctica y la estrategia (los jugadores) llevaran a cabo la idea de juego.
2) Un elenco partido al medio. La enorme distancia entre Ayoví y el resto hizo que Godoy Cruz se mostrara como un equipo preparado únicamente para aguantar el cero. Los volantes externos (Carabajal y Angileri) y el mediapunta (Giménez) perdieron el duelo y muy pocas veces pudieron encarar hacía el arco de Manuel García. Godoy y Pol Fernández hicieron un partido correcto en cuanto a la recuperación del balón, pero las grandes falencias estuvieron en la generación de pequeñas sociedades en el ataque. Así, Ayoví quedó aislado y el Tomba sintió la falta de un volante que haga jugar al equipos.
3) Ejecutó mal casi todas las jugadas de balón detenido. El viernes fue el día en el que los futbolistas del Expreso trabajaron a puertas cerradas para ensayar las jugadas de pelota parada. No obstante, en la noche del viernes en Rosario, muy pocas veces pudo sacarle rédito a las ejecuciones. Solo dos cumplieron con la consigna. El el primer tiempo, Angileri ejecutó con rosca un tiro libre frontal al arco de Central, pero el zurdazo por poquito no pudo ser conectado por el paraguayo Danilo Ortiz, quien en el complemento sí pudo meter un foribundo cabezazo a un tiro de esquina ejecutado por Fernández que se fue apenas arriba del travesaño. Muy poco.
4) Las proyecciones de Abecasis. El ex River no fue el de los amistosos. Especialmente ante Vélez, había sido la llave para aparecer volcado en ataque con pelota dominada. Sin embargo, inteligente, Coudet lo contuvo por su sector con Chelito Delgado, Cervi y José Fernández. El Canalla se hizo rengo para atacar casi siempre por su sector y, así, el lateral lució impreciso y más preocupado por marcar que por proyectarse. Del otro lado, Lucas Ceballos hizo un encuentro correcto en la marca, pero lógicamente que por jugar con pierna cambiada (es derecho y juega de "3") le cuesta progresar en el campo.
5) Desconcentraciones que cuestan puntos. Está más que claro que en Primera División no podés equivocarte. Caso contrario, es muy probable que a los pocos segundos el equipo que se durmió esté sacando del medio. Y eso fue lo que le sucedió a Godoy Cruz en el minuto 26 de partido. Godoy cortó una pelota en el medio y el balón salió casi frontal al área tombina.
Pablo Álvarez, especialista en sacar fuerte y lejos con sus manos, buscó el punto del penal, el balón superó a Giménez en el rechazo y el Chelito Delgado (le ganó la posición al sanjuanino Ceballos) anticipó en el vértice del área chica con una palomita que dejó sin respuesta a un sorprendido Rey. "El gol de ellos fue de un lateral. Son consas que debemos corregir en la semana y que no pueden volver a suceder. Pasa una vez y no puede volver a pasar", señaló con un dejo de bronca el DT Méndez en la zona mixta tras el partido. No era para menos.
En el complemento, a partir de los cambios que introdujo el Gallego, la propuesta fue otra. El técnico acertó en sacar a tres de los futbolistas de peor rendimiento en la noche de Arroyito: Ayoví, Giménez y Carabajal. Así, con Angelito González, Morro García y Juanfi Garro el equipo mutó a un 4-3-3 que obligó al rival a retrocer. Y aunque no generó demasiado peligro y dejó espacios que Central no supo explotar con eficacia en la contra para terminar de dar el golpe de gracia, siguió con vida hasta el final y casi lo empata con una volea de Pol Fernández tras un mal despeje de García.
6) Con el pie izquierdo. Así comenzó a desandar Godoy Cruz su camino en este torneo de Primera División 2016. Más aún por el rendimiento que por la derrota mínima ante un rival de probada jerarquía y que sin dudas será candidato a pelear un torneo doméstico que se le viene negando desde 1987. Sobre todo, teniendo en cuenta que en horizonte bodeguero se avecinan otras dos pruebas igual o todavía más exigentes: Independiente de Avellaneda en el Malvinas y River en el Monumental.