La campaña 2018-2019 del Programa de Mitigación de Granizo cerró con balance positivo. Las estadísticas obtenidas describen la complejidad de una temporada agrícola determinada por el fenómeno de El Niño, como también el extenso trabajo que el sistema realizó en los meses de campaña para reducir el porcentaje de daños.
Con la intervención del Sistema de Mitigación se logró reducir el porcentaje de daños que advertía la compleja temporada. De acuerdo con las tasaciones realizadas por la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas, en la temporada 2018-2019 la cantidad de hectáreas dañadas al 100% llegó a 15.982, alrededor del 22% menos que el promedio histórico de Mendoza, que es de 20.528 hectáreas.
Las observaciones señalan que, en los ocho meses de la campaña, la cantidad de células de tormentas detectadas con radar fue 33% superior en relación con el valor medio. A lo largo de estos meses se registraron 22 días con tormentas severas, sobrepasando la media, que es de 19 días.
El período de trabajo en esta campaña comenzó el 15 de septiembre, debido a pronósticos meteorológicos y al adelantamiento del estado fenológico, y finalizó el 15 de mayo, por el retraso de la finalización de la cosecha de vid y para resguardar explotaciones hortícolas y olivícolas. Tradicionalmente, la campaña se extendía del 1 de octubre al 30 de abril.
En relación con la temporada agrícola, los estudios realizados en la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas indican que el fenómeno de El Niño en fase débil a moderada provocó una disminución de 25% de las precipitaciones. No obstante, los días con el máximo riesgo de granizo aumentaron, lo que afectó particularmente las zonas Sur y Este de la provincia.
El incremento de las tormentas que afectaron las zonas productivas exigió al máximo la capacidad del Sistema de Mitigación que se mantuvo activo, con óptima disponibilidad de recursos, durante toda la temporada. Las estadísticas subrayan que el número de células de tormentas sembradas con aviones fue 28% superior al promedio histórico.
El incremento se reflejó también en la cantidad de material utilizado. A lo largo de la temporada se utilizó 43% más de unidades de pirotecnia, que significó un crecimiento de 63% de la cantidad de yoduro de plata, compuesto químico que se utiliza para la siembra de nubes.
En referencia a las tareas de las aeronaves, durante la campaña se realizaron 353 vuelos, 23% más que el valor promedio. En cuanto a las horas de vuelo, el valor histórico fue superado en 11%.
La disponibilidad de recursos fue clave. El sistema contó durante los 8 meses con las cuatro aeronaves y la red de generadores se amplió a 10 dispositivos activos. Los números finales de la temporada señalan que hubo 46 días (58% de las jornadas con operaciones) en los que se necesitaron al menos 3 aeronaves con operaciones simultáneas y que se necesitó operar con las 4 aeronaves durante 27 días (34% de los días con vuelos).
En cuanto al trabajo de los generadores de superficie, se registraron 57 días de actividad, que equivalen a 1.304 horas, la red funcionó en promedio 5 horas por jornada.
En esta temporada, los artefactos funcionaron con un sistema mecánico nuevo y se logró el funcionamiento continuo de 10 dispositivos distribuidos sobre la precordillera del Valle de Uco y en Potrerillos.