Está bajo presión. Nuevamente. Como no hace mucho tiempo atrás. Mirando con incertidumbre el futuro en el banco de suplentes.
Es que la derrota frente a Boca volvió a poner en el tapete la continuidad de Carlos Mayor.
Pero lo que más disconformismo provocó en la Bodega no fue la caída en sí, sino en la forma en que se dio. Y tiene que ver con la lectura del trámite y los cambios que realizó el entrenador en la segunda etapa.
Los ingresos que dispuso el DT generaron que el Tomba retrocediera en el campo cuando el equipo estaba arriba en el marcador, y terminó quedándose con las manos vacías cuando tenía todo para abrochar el segundo triunfo consecutivo.
Pasaron las horas y las críticas recayeron, principalmente, sobre el conductor tombino.
Algunas decisiones del adiestrador parece que no están cayendo bien en los dirigentes, algunos de los que siempre “bancaron” la presencia del ex técnico de Almagro y Atlanta y ya no estarían tan convencidos en continuar con el proyecto.
¿La vuelta de Lértora será un motivo? El volante central fue “indultado” después de varias fechas y tuvo minutos en cancha, teniendo en cuenta que para muchos su ausencia tenía que ver con temas contractuales y no futbolísticos.
A la hora de poner el conjunto en cancha, Mayor, en doce jornadas, no ha podido afianzar su idea y le cuesta encontrar el once ideal.
Desde los resultados tampoco es positivo el trabajo, pensando que Godoy Cruz contaba con tres competencias en el semestre y hoy no tiene objetivos importantes. No hace pie en el torneo local y mira por TV las Copa (Argentina y Sudamericana).
No es la primera vez que Mayor pasa por esta situación, ya que puso a disposición su renuncia post goleada contra Arsenal y recibió el apoyo del plantel y el presidente.
Hoy José Mansur vuelve a respaldarlo, y cuando un directivo hace eso...
La realidad es que su proceso no está firme, y el sábado en Rosario tiene otra prueba de fuego.