Bajo la piel del judo, los mendocinos Tornello Nasisi emprenden una gira continental

Antes de partir, los hermanos César y Leonardo realizaron un análisis de este deporte que la UNESCO define como uno de los más completos.

Bajo la piel del judo, los mendocinos Tornello Nasisi emprenden una gira continental

En la vivienda se siente, se vive y se respira judo. Todo allí parece brindar ceremonia a los rituales ancestrales de las artes marciales de las cuales proviene esta disciplina. César (31) y Leonardo Tornello Nasisi (29) son los responsables de ese culto y no es para menos, ya que comenzaron a caminar en el tatami -superficie de competición-, desde su primer año de vida. Es que su papá Raúl (ingeniero químico y judoca) y su mamá Marta (kinesióloga) han propiciado el ámbito para que el recorrido en este deporte sea el objetivo, más allá de los podios.

"El judo es superación constante. Quien persevera, triunfa", asegura César, el mayor de los hermanos. El deporte se encuentra en el programa olímpico desde los Juegos de Tokio 1964 en varones y desde Barcelona 1992 en mujeres y ha proporcionado a Argentina una presea de bronce de la mano de Paula Pareto, en los Juegos de Pekín 2008. "La Peque es una deportista diferente a todos y con ella en Río de Janeiro tenemos posibilidad de obtener una medalla dorada en categoría menos de 48 kilos", manifiesta con orgullo Leo.

Y si de multiplicar experiencias y seguir fijando metas se trata, ambos integrantes del seleccionado nacional han planificado un vertiginoso comienzo de año en cuanto a competencias continentales luego de entrenar durante enero en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD) ubicado en Buenos Aires. Desde el próximo jueves y hasta el lunes 7 de marzo disputarán en Lima, Perú, la Panamerican Cup y desde el 17 al 20 de marzo continuarán su trayecto en Chile para luchar en el Abierto Panamericano de Judo. Estos torneos otorgan puntos y son evaluativos tanto para el ranking mundial como para el olímpico.

"La participación en estos certámenes significa roce internacional. Lo importante es avanzar en las llaves y ganar luchas para afianzar nuestro rendimiento y ganar ritmo" afirma César ya mentalizado en los intensos días que les esperan. Leonardo arriesga una valoración dado el desempeño en campeonatos anteriores "llegar a instancias de cuartos de final sería un muy buen logro y nos dejaría la satisfacción de tanto trabajo para seguir pensando en un futuro competitivo inmediato". Ambos se encuentran en categoría senior menos de 66 kilos y pertenecen a la Federación Argentina Intercolegial de Judo (FAIJ), entidad que les permite la actualización necesaria para estar a la altura de los compromisos que renuevan.

"Nunca nos preocupamos por ciertos aspectos relacionados con el profesionalismo que requiere ser deportista de elite y los contactos y circuitos que ello conlleva. Pero resulta muy difícil desde lo económico y lo logístico concebir el crecimiento y la continuidad sino anclamos en esas cuestiones" expresa Leo. Asimismo, César coincide con su compañero "luego de los torneos de Lima y Santiago, tenemos programado participar en el Nacional en Catamarca y, a fines de abril si consiguiéramos apoyo para solventar los gastos, podríamos viajar al Panamericano de Judo que se organizará en La Habana. Es complicado costear desde la familia estos itinerarios, pero son vitales para subir escalones. Gracias a la labor conjunta con nuestro preparador físico Nahuel Flores y nuestra nutricionista Fernanda Oviedo, se potencian las energías para encausar de la mejor manera los entrenamientos y suplir aquellas carencias que impone la distancia con los mejores".

Además de su inclinación por la competición, César y Leo llevan adelante un instituto de Judo en el que transmiten el aprendizaje de esta disciplina desde lo más filosófico de sus orígenes. "En este momento tenemos alumnos desde los 15 hasta los 47 años y hemos formado a chicos autistas y con síndrome de down siempre con el debido asesoramiento. La edad no es un impedimento para la práctica de este deporte ni la condición física. Se trabaja la capacidad de autoconfianza, el autocontrol, la ansiedad, se mejora la coordinación, la motricidad, la capacidad de oxígeno y el manejo corporal, ya que perdiendo el miedo a caer, el niño aprende a levantarse continuamente... un metáfora de la vida" pronuncian casi a coro los Tornello con el regocijo de sus enseñanzas.

Debido a esas razones, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha declarado al judo como uno de los deportes más completos para niños y jóvenes porque su ejercitación promueve el desarrollo de habilidades psicomotrices y sociales.

Leo y César se descalzan, se sumerjen bajo el pesado judogi y sujetan con el cinturón (obi) las expectativas de toda su vida. Sienten que los sueños se concentran en ese o en otro dojo porque llevarán el judo donde ellos vayan.

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