De un lado y de otro del parque, las malas noticias fueron, lamentablemente, las protagonistas en la tarde de ayer. Es que tanto Independiente Rivadavia, como Gimnasia y Esgrima sufrirán bajas sensibles por lesiones.
El más perjudicado será el elenco de Pablo Quinteros. Es que ayer por la tarde el doctor Cristian Galera confirmó que el delantero Juan Pablo Pereyra, que tuvo que abandonar el campo de juego en el primer tiempo ante Sportivo Belgrano, sufrió la rotura del ligamento cruzado y del anterior de su rodilla derecha.
Con este panorama, el Azul, no podrá contar en lo que queda del torneo con el atacante que junto a Diego Cardozo (también lesionado) era el goleador del equipo con cuatro tantos. Lo cierto es que el “Flaco” deberá estar entre cuatro y seis meses para recuperarse.
Esta grave lesión no es la primera en este plantel. Diego Cardozo y Matías Minich padecieron la misma lesión y aún se están recuperando. Además de Pereyra, ante Sportivo Belgrano, terminaron con golpes Cristian Podestá y Gaspar Servio.
En el caso del defensor padece un desgarro en el hombro derecho y evaluarán si podrá estar presente en Mar del Plata. Mientras que el arquero sufrió una recarga muscular y no habría problemas para que pueda custodiar los tres palos en Mar del Plata.
Mientras que su vecino, Gimnasia y Esgrima, también tuvo su mala noticia en la jornada de ayer. Es que si bien Ernesto “Tito” Garín no iba a poder estar frente a Santamarina de Tandil por haber llegado a la quinta amarilla, el volante deberá estar parado al menos por tres semanas para recuperarse de una fractura en el dedo gordo de su pie derecho.
A cuatro fechas de una nueva edición del clásico más importante de la categoría, tanto el Azul como el Blanquinegro que deportivamente no pasan un buen momento, suman estas malas noticias, lamentablemente.
