La situación resultaba incómoda. En el estatuto de la Empresa Mendocina de Energía SA se había fijado el sueldo de los cuatro directores al nivel de un ministro, algo así como 25 mil pesos de bolsillo y todo por asistir a reuniones de directorio.
Además del sueldo, Emesa también debía pagarles los impuestos personales (autónomos o monotributo). El martes los senadores y ayer los diputados le dieron marcha atrás a esas medidas.
Cabe recordar que, de acuerdo a la ley 5.811, los ministros cobran el 94% de lo que cobra el gobernador. De acuerdo al estatuto que regirá la vida interna de Emesa, los cuatro miembros del directorio quedaban equiparados a los ministros en lo que hace al monto salarial.
Si se tiene en cuenta que el gobernador ronda los 33 mil pesos (dos clases 13, más antigüedad y título), entonces un director de la empresa mendocina de energía sobrepasaría los 30 mil pesos, aunque con el descuento del impuesto a las Ganancias y los aportes a OSEP, Anses y los partidarios, ese salario quedaría en $ 25.000.
Los dos partidos mayoritarios, tanto el peronismo como el radicalismo, decidieron bajar a los directores a un sueldo de 8 mil pesos. El único que quedaría cobrando como el gobernador es el gerente general de Emesa, cargo ostentado por Alejandro Neme. Y en caso de que un director también sea gerente general, entonces cobraría como el gobernador, como es el caso de Neme.
Además, en el proyecto se establece que, en caso de que los directores cumplan funciones en otra repartición del Estado, la tarea en el directorio será ad honorem.
La cuestión es que un director no tiene la obligación de ir a trabajar todos los días. De hecho, sólo están obligados a concurrir a las reuniones de directorio, que no son todos los días. Y el propio Tanús lo asume: "Queremos equiparar el pago a la tarea" con los directores del Estado en empresas concesionadas.