El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) dio a conocer el 3 de febrero del corriente año el primer pronóstico de cosecha vitícola 2014 para todas las zonas vitivinícolas del país.
Así la cosecha 2014 alcanzaría un volumen de 23,3 millones de quintales en todo el territorio nacional. Es decir, 18,7% por debajo del volumen registrado el año pasado, debido, principalmente, a los efectos de las heladas tardías acontecidas en los meses de setiembre y octubre de 2013, cuyos efectos parecen haber sido más significativos de lo que se preveía, al menos, inicialmente.
Si se tienen en cuenta las cantidades cosechadas durante los últimos 10 años, podríamos catalogarla como una vendimia muy acotada, ya que el promedio de la serie alcanza los 27,1 millones de quintales.
Ahora bien, si se discriminan los datos para las dos principales provincias productoras, se puede observar que en Mendoza se espera cosechar 16,5 millones de quintales, un 17% menos que en 2013. En tanto que, en San Juan la previsión realizada asciende a 5,4 millones de quintales, lo que representa un 25% por debajo del registro del año anterior. En forma agregada, ambas provincias tendrían una vendimia de casi 21,9 millones de quintales, lo que representa un 18,7% menos que en 2013, lo que equivale a una disminución de 5,2 millones de quintales.
Para tener una magnitud, la merma representaría unas 125 mil toneladas de jugo concentrado de uva. O sea, todo lo que se exportó de ese producto durante el año pasado.
No obstante lo anterior, cabe aclarar que el error promedio de los primeros pronósticos de cosecha de los últimos 5 años estuvo en el orden del 9%, tal cual se puede ver en el cuadro (ver aparte), sobre todo en los años en los cuales la cosecha fue afectada por accidentes climáticos. No obstante, hay que aclarar que esta temporada el Instituto Nacional de Vitivinicultura realizó el primer pronóstico un mes y medio después que la fecha histórica (fines de diciembre), por lo que el margen de error podría verse reducido significativamente.
Existencias vínicas
La última información del INV respecto de las existencias vínicas corresponde al 1 de enero del corriente año. En ese momento, las bodegas declararon un stock total de 11,1 millones de hectolitros de vino disponible en todo el país, de los cuales el 70% correspondían a vinos de color y el restante 30% a vinos blancos.
Si se discrimina según indicación varietales, la proporción entre vinos blancos y de color se modifica. En el caso de los vinos genéricos que suman 7,8 millones de hectolitros (70% del total), los vinos de color sumaban 66%. En tanto que, de los 3,3 millones de hectolitros de vinos varietales (30% del total), los caldos de color representan el 81%, según consta en el siguiente cuadro.
Ahora bien, lo más relevante es calcular el stock vínico esperado después del anuncio del pronóstico de cosecha realizado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura.
Si hacemos una proyección en función de algunos supuestos que se detallan a continuación:
- Se supone una diversificación a mosto del 25% de la cosecha estimada por INV.
- Se proyecta una demanda (despachos + exportaciones) similar a la ocurrida durante 2013, unos 1,05 millones de hectolitros mensuales.
Evidentemente, la significativa reducción en la disponibilidad de materia prima en las principales provincias productoras hizo bajar drásticamente el stock esperado de vino.
Para tener una magnitud, a mediados del año 2013 (después de la última elaboración) esta variable se encontraba en un nivel de entre 7 y 8 meses de demanda, lo que estaría representando una reducción de entre el 45% al 50%. Si se descuentan las existencias de vino de guarda, se alcanzaría el stock mínimo para manejarse en bodega (3 meses), por lo que el excedente sería cero.
Evidentemente, la magnitud es tan relevante que debería impactar en los precios de los productos en el mercado de traslado y en los precios de la uva durante esta vendimia. Lo llamativo es que esta merma no haya impactado aún en los precios, según los datos publicados en las últimas semanas por la Bolsa de Comercio de Mendoza.
Existencias de mosto
La información publicada por el INV indica que al 1 de enero del corriente año, en los establecimientos vitivinícolas de Mendoza y San Juan se acumulaba el equivalente a 140.000 toneladas de jugo concentrado de uva, aproximadamente.
Esto estaría indicando que, apenas comience la molienda y elaboración de variedades aptas para mosto, el stock en bodega rondaría las 90.000 toneladas, lo que alcanzaría para cubrir al menos un 70% de las exportaciones de jugo concentrado de uva.
Política vitivinícola
Este año, particularmente, las herramientas de política vitivinícola que disponen los gobiernos de Mendoza y San Juan se ven limitadas.
En primer lugar, el importante stock acumulado de mosto pone un límite al porcentaje de diversificación del Acuerdo Interprovincial. Es decir, no puede determinarse un porcentaje elevado (por ejemplo 30%) porque no habría mercado para colocar tanto producto.
En segundo lugar, los problemas financieros que acucian a las provincias limitan la capacidad de intervención en el mercado de uva con los Operativos de Compra de Uva para Mosto (fideicomisos del mosto), ya que según nuestras estimaciones se necesitarían, como mínimo, unos 150 millones de pesos para poder torcer el destino de los alicaídos precios que se están manejando para la próxima vendimia, según las expectativas antes del anuncio del pronóstico de cosecha 2014.
Por lo tanto, el panorama nos muestra que tanto la devaluación de la moneda nacional como la importante merma pronosticada en la cosecha, son fuerzas que deberían impactar incrementando los precios de los productos vitivinícolas en el mercado de traslado y de la uva durante la vendimia 2014.
No obstante, los precios del jugo concentrado de uva y de los vinos a granel en los Estados Unidos de América, principal mercado en ambos productos, van en sentido contrario.
Para tener dimensión, durante la temporada pasada, las uvas criollas con destino a mosto se pagaron a $ 140 el quintal, aproximadamente. Un precio elevado (fomentado por el Gobierno) teniendo en cuenta que durante el correr del año 2013 el precio del jugo concentrado de uva en el mercado internacional bajó, perjudicando a los que compraron uva .
Dada esa experiencia, este año se debe actuar con precaución. Antes del anuncio del INV que se está analizando, se estimaba un precio de $ 120 el quintal (14% menos) para las uvas básicas, cuando la devaluación entre un momento y otro superó el 50% y el precio del jugo concentrado de uva en el mercado internacional se redujo, solamente, cerca de un 20%. No obstante, hay que tener en cuenta que también hubo inflación en el costo de los insumos.
Según nuestros cálculos, la materia prima para la elaboración de mosto se podría pagar a un precio de $ 130 el quintal (un 8% menos que en 2013), un valor muy lejano al pretendido por los viñateros y que seguramente le generará mucha presión a las autoridades provinciales. Esperemos que no se cometan los errores del año anterior.
Bajan los stocks vínicos
El autor sostiene que con el pronóstico de cosecha presentado por el INV, que augura una importante merma en la vendimia del orden del 19%, los remanentes de vino disminuirán entre 45% y 50%. Estima que este año la uva criolla debería pagarse $ 130 el qui
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