Por el momento, en Mendoza no se aplicará ninguna medida para bajar el precio del pan. Si bien la Secretaría de Comercio Interior logró un acuerdo con la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) y el Centro de Industriales Panaderos de Capital Federal para vender el kilo de Felipe (similar al mignon) a $ 10, el trato no tendría validez en la provincia.
Carlos Campos, gerente de la Asociación de Industriales Panaderos y Afines, fue el encargado de aclarar la situación. "El acuerdo sólo se aplica en Buenos Aires. Por ahora no hemos recibido noticias de que se incluya a Mendoza. De hecho, hemos estado en contacto con asociaciones de panaderos de Rosario, Córdoba y otras provincia, pero nadie ha sido informado sobre el acuerdo", comentó.
Coincidiendo con las palabras de Campos, diario Clarín hoy publica que la Federación de la Industria Molinera (Faipa) no estaba al tanto de la medida, al igual que "otras federaciones del interior del país".
De todos modos, el representante de la Asociación de Panaderos de Mendoza aclaró que cualquier propuesta que llegue para controlar el precio de los productos panificados, será aceptada.
"Desde Mendoza estamos haciendo gestiones con la Secretaría de Comercio Interior y el Ministerio de Economía y Finanzas de la Nación, pero por el momento no hemos tenido respuestas favorables", agregó.
El acuerdo impulsado por la Secretaría de Comercio Interior en Capital Federal, busca la reducción del precio del pan proveyendo a los panaderos de harina subsidiada a un valor de $ 150. La semana próxima, panaderos de todos el país se reunirán para analizar la situación.
Poco trigo y altos precios
El objetivo de la Asociación de Industriales Panaderos y Afines, al igual que el de sus pares en otras provincias, es que se controle el precio de la harina de trigo, la materia prima de los productos panificados.
En lo que va del año, la bolsa de 55 kilos pasó de valer $ 100 a $ 260, y no se descarta que pueda seguir subiendo. Como consecuencia, el pan ya aumentó cuatro veces, registrando un incremento del 70% y llegando casi a los $ 20 por kilo en la provincia.
El problema de fondo es la escasez de trigo en el país, que se refleja directamente en el aumento de su precio. En 2012, se cosecharon sólo 9 millones de toneladas de este cereal, la cifra más baja de los últimos 100 años. En otras épocas, como en 2002, se llegaron a levantar más de 15 millones de toneladas.
Tan mala fue la última temporada, que hay quienes dudan de que se pueda cubrir la demanda de la industria molinera hasta noviembre, momento en que comenzará la próxima recolección.
De acuerdo con medios especializados, la mala cosecha se vio por supuesto reflejada en la poca cantidad de harina disponible en Argentina. De aquí surgen las críticas hacia el cupo de exportación impuesto por el Gobierno que redujo aun más la oferta interna y perjudicó la rentabilidad del sector.
No obstante, debido a la situación crítica sobre la harina, el Gobierno decidió frenar los envíos de este producto al exterior y así contar con mayores recursos para abastecer el mercado interno.
La medida es bien vista por Carlos Campos, quien reconoció que una mayor oferta de harina llevaría a que bajen los precios en el país. En ese caso, el gerente de la Asociación de Panaderos prometió que también bajará el precio del pan en Mendoza.