La ex Presidenta chilena Michelle Bachelet, que se postula a las elecciones presidenciales que se realizarán en noviembre, anunció ayer una reforma tributaria para financiar la educación y dijo que disminuir la desigualdad será el centro de su eventual nuevo mandato.
"Para hacer una reforma educacional profunda se va a requerir obviamente una reforma tributaria también que permita garantizar los recursos que hagan que esto sea una realidad", aseguró Bachelet ayer en una entrevista con la radio Cooperativa, la primera con un medio de prensa, desde que hace 10 días anunció su disposición a ser nuevamente candidata.
La semana pasada, Bachelet había anunciado que en caso de volver al gobierno, el primer proyecto que enviaría al Congreso sería uno que pusiera fin al lucro en la educación, prohibido para las universidades privadas pero burlado a través de resquicios.
El presidente Sebastián Piñera puso ya en práctica una reforma tributaria para financiar las mejoras en educación, que recauda unos 1.000 millones de dólares al año, considerados insuficientes por los estudiantes.
El fin al lucro junto a una educación pública gratuita y de calidad son el motivo central de las multitudinarias manifestaciones estudiantiles que se iniciaron en 2011, exigiendo una profunda reforma al sistema educativo heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Consultada sobre por qué no puso fin al lucro durante sus cuatro años de gobierno (2006-2010), Bachelet recordó que en 2007 envío al Congreso un proyecto de ley pero dijo que éste se cayó "por la falta de apoyo de los parlamentarios de derecha".
"Esto requiere contar con una mayoría parlamentaria para que estas reformas sean una realidad. Ninguna persona sola puede hacer esto, la elección de los parlamentarios va a ser central para que esto sea una realidad", agregó.
Sobre su anuncio de avanzar hacia la "gratuidad en todos sus niveles", Bachelet dijo que su postura "personal" es que la gratuidad en la educación superior para todos los estudiantes, incluidos los de mayores recursos, es una política "regresiva". Por el contrario, prefiere el modelo de "sociedad solidaria", donde quienes pueden, paguen por la formación de sus hijos.
"Creo que es regresivo que quienes pueden pagar no paguen, porque no se trata solo de gratuidad en abstracto sino de sociedad solidaria y en una sociedad solidaria quienes pueden colocan para que quienes no pueden, no tengan que pagar y no tengan que endeudarse. Creo en la gratuidad como concepto, porque la enorme mayoría de los chilenos no puede pagar", manifestó.
De todos modos, Bachelet detalló que temas como qué porcentaje paga y de qué forma, entre otros, serán aspectos a debatir con su equipo de educación.
"Personalmente puedo pagar la universidad de mi hija y no sería justo de que a mi el Estado me pague la universidad de mi hija. Esa es mi opinión personal, sin embargo creo que la gran mayoría de los chilenos no puede pagar y se endeudan y tienen una vida de incertidumbre y muchas veces de miseria", advirtió.
Bachelet dijo que "es claro" que para lograr estas reformas se requieren mayores recursos. Una medida para alcanzar ese objetivo una reforma tributaria.
La ex mandataria reafirmó que la desigualdad será el centro de su eventual nuevo gobierno. "El Chile de hoy, si bien es mas moderno, más integrado en el mundo, todavía tiene deudas muy sustantivas, y a mi juicio la deuda fundamental es la deuda de la desigualdad", señaló.
Además hizo frente a las críticas por su actitud el 27 de febrero de 2010, cuando tras un terremoto de 8,8 grados descartó una alerta de tsunami que sí ocurrió y por lo que ha sido conminada a pedir perdón. "Los que estaban ahí trabajaron de manera fuerte. Jamás se debe usar el dolor de las personas en un período eleccionario", señaló.
