Infatigable y alérgico a la nostalgia el cantante francés Charles Aznavour festejará sus 90 años el jueves en un escenario berlinés, pensando en los próximos recitales, en los libros que va a publicar y en las canciones que escribe "a diario".
Último "grande" de la canción francesa, Aznavour continúa siendo su mejor embajador a través del mundo.
Hijo de una pareja de inmigrantes armenios, Charles Aznavourian nació el 22 de mayo de 1924 en París, y actualmente detesta tanto la idea de soplar sus velitas como la de mencionar su adiós a las tablas.
"Las fiestas de cumpleaños son para quienes tienen 18 años", dijo recientemente a la prensa alemana.
"Me importa un comino mi aniversario, ¿89 o 90 años, cuál es la diferencia? ¿La sala de conciertos está libre ese día? Entonces digo sí", añade el cantante, compositor y actor.
Es el caso de alguien que comenzó su carrera hace 81 años, a la edad de 9, algo único o casi único en la gran familia del music-hall.
Porque Charles Aznavour no se contenta con hacer raras apariciones para condimentar una cómoda jubilación, sino que continúa recorriendo el mundo y en cada una de sus actuaciones canta con la sala repleta.
Después de Berlín seguirán Fráncfort, Londres, Varsovia, Barcelona y Roma durante el verano boreal, y en otoño será el turno de Moscú y Amberes.
Su último álbum de canciones originales "
Toujours
" (Siempre) remonta sólo hasta 2011 y el autor-compositor, que no rechaza rodearse de la joven guardia musical francesa, afirma continuar "escribiendo todos los días, a veces una canción diaria".
Sobre el escenario sigue impresionando por su vitalidad intacta y sólo se permite algunas concesiones por su edad: un 'teleprónter' (apuntador) para paliar eventuales huecos de memoria, y un sillón para los momentos de súbito cansancio.
Actualmente trabaja en la escritura de dos novelas y continúa con sus memorias, cuyo tercer tomo, "Mientras palpite mi corazón", fue publicado en el otoño europeo pasado.
"El pasado, es un reservorio maravilloso para cuando se quiere escribir, pero no se vive en y del pasado. Vivir es lo que ocurrirá mañana, es lo más importante", confiaba días pasados a la cadena de televisión France 2.
¿Un recital de adiós en 2024?
Además, ha dejado en manos de su casa discográfica, Universal, la preparación de una compilación de 90 canciones en un cofre con 4 CD editados en ocasión de su cumpleaños, en el cual se incluyen, por supuesto, sus grandes éxitos: "La Bohème", "La Mamma", "Mes emmerdes", "Les Comédiens", "Emmenez-", "For me formidable"...
Pero, también se reeditarán por estos días los 32 álbumes grabados en estudio y lanzados entre 1948 y 2011.
Apodado a veces el "Sinatra francés", en sus comienzos Aznavour tuvo que luchar para imponer su baja estatura, su físico y su voz 'atípica', antes de llegar a un primer apogeo a mediados de los años cincuenta.
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Embajador de Armenia en Suiza y representante permanente de Ereván ante la ONU y la UNESCO, el cantante se mantiene aún muy activo en la defensa del terruño y la memoria de sus ancestros.
A fines de abril reaccionó ante las "condolencias" del primer ministro turco Recep Erdogan "a los nietos de los armenios muertos en 1915".
"Al no reconocer el genocidio, entonces hay que interpretar en la declaración de Erdogan el término 'condolencias' no como un reconocimiento y aún menos como una presentación de excusas, sino como la simple voluntad personal de querer mostrarse como un político pretendidamente 'abierto'", señaló.
La semana pasada estuvo en Ereván, donde brindó un recital para el presidente armenio,
Serge Sarkissian
, y su homólogo francés
François Hollande.
Excepcionalmente, le mencionó a este último, de visita en el país, la fecha de su recital de despedida.
"Fijé la fecha. Será el 22 de mayo de 2024. Cumpliré 100 años. Espero que usted esté allí", le dijo, no sin cierta malicia.