El paro de hoy empezó ayer. Las dos CTA, los movimientos sociales y el sector sindical opositor cegetista, tomaron la iniciativa y decenas de miles de trabajadores (500 mil, dijo la voz de la locutora desde el palco), desbordaron media Plaza de Mayo (la otra mitad está vedada por el vallado que instaló y administra a piacere el Gobierno nacional), hacia las avenida de Mayo y las dos diagonales.
La consigna fue una sola: no al ajuste impulsado por el presidente Mauricio Macri a partir de su acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que se reflejará en el Presupuesto 2019 a debatir en el Legislativo.
El rasgo del acto y la movilización previa fue la unidad de sectores que ya estaban cerca; quizás haya sido la primera gran expresión en ese sentido durante el gobierno de Cambiemos y sólo faltaban los que vienen faltando: un sector de la CGT, la de "los gordos".
Ayer estaban desde el kirchnerismo, con el diputado Agustín Rossi en el palco y militantes abajo, hasta los partidos de izquierda, dijeron presente.
El acto en la Plaza coronó la movilización con la que las CTA que conducen Hugo Yasky y Pablo Micheli cerraron la tarde de ayer las primeras doce de las 36 horas de paro previstas en reclamo de cambios en la política económica y social gubernamental.
La protesta engarzó así con el de 24 horas al que llamó para hoy la CGT, cuarto nacional desde diciembre de 2015 y segundo del año, con casi igual reclamo, pero sin movilización ni acto. "Paro marciano (por el martes) por no decir dominguero", ironizó un observador del mundillo sindical.
También la unidad se expresó en los discursos. Hubo un reclamo común de cada uno de los nueve oradores, en una secuencia que abrieron Yasky y Micheli; siguió con dirigentes sindicales: el estatal porteño Daniel Catalano leyó un mensaje de la detenida líder de la Tupac, Milagro Sala, que el 12 de octubre cumplirá mil días en la cárcel, mientras que el bancario Sergio Palazzo (Corriente Federal Sindical) volvió a llevarse los mayores aplausos, en un discurso en el que reivindicó a Raúl Alfonsín a la par que a Juan y Eva Perón, antes del cierre a cargo de la titular de Ctera, Sonia Alesso.
Todos coincidieron en reclamar al Congreso el Presupuesto 2018, en especial a la oposición, y en particular a los miembros de bloques del "peronismo proficialista". "Si fueron electos por la oposición, compórtense como opositores", les reclamó Palazzo.
El dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep), Esteban Castro, advirtió a su vez que al momento del debate plenario del Presupuesto "haremos sentir la presión en las calles, como lo hicimos en diciembre de 2017" y volvió a reclamar por una ley de emergencia alimentaria.
La movida sindical-social opositora se anticipó así al paro por 24 horas al que llamó para hoy la conducción de la CGT, donde priman dirigentes con mayor o menor o mayor acercamiento con el Gobierno de Cambiemos.
El paro es en reclamo de "paritarias que actualicen la pérdida de poder adquisitivo, un compromiso de protección del empleo y declarar la emergencia alimentaria", dijo ayer el estatal Andrés Rodríguez, titular de Upcn.