“A mí me encanta jugar al fútbol. Los conozco a todos: a Mascherano, al Pipita (Higuaín), he estado con todos los de la Selección. Me encantan los deportes”, dice.
Axel no se ha sacado el sombrero marrón, tipo cowboy, en todo el día. Lo llevaba puesto a la mañana, en el Mamba (Museo de Arte Moderno de Buenos Aires), cuando tuvo que presentar junto a los directivos de History el proyecto por el cuál estamos todos aquí sentados.
Lo tiene puesto ahora, mientras se mete un bocado de su risotto a la boca -especial para él, es vegano- y conversa. Está sentado en la cabecera de una gran mesa de muchos, en un mítico restaurante porteño.
“Sí, me encantan los deportes. Es más: fui campeón argentino de Tenis de Mesa. Termina la frase y se levanta apenas el ala del sombrero para mirarnos. Le gusta el efecto sorpresa que dispara su afirmación entre los que lo escuchamos y decimos: ‘¡oh!, ¡mirá!’”. De ahí la narrativa continúa con su hiperactividad. Cuando termine su cena se irá al estudio de grabación donde le espera una sesión de varias horas. El reloj marca en este momento las 23. Se quedará hasta la madrugada.
"Y sí, hay que hacerlo", dice sin una pizca de dramatismo en la voz. Mientras la charla sigue nos enteramos que él y su manager planean ganarse el mercado latino del norte de América, por eso viajarán a México y Estados Unidos donde estarán casi un mes. Suelta un chiste sobre la camisa con dibujitos de ciervos que tiene su otro colaborador; sentado al otro lado de la mesa. El chico se pone colorado. Se ríe como puede, se ríe Axel también de su inventiva y humorada.
Ya en la mañana, durante la presentación del concurso de History (ver aparte), Axel no parecía Axel. Sí: cantó un par de sus hits al terminar el encuentro pero la índole del asunto era otra. Contó frente a las cámaras y los micrófonos con qué conectaba este proyecto que es "Una idea para cambiar la historia".
"Latinoamérica es una tierra con mucha problemática social. Pero eso también es una ventaja porque desde la carencia, desde la necesidad y desde la crisis, se activa la creatividad y la gente activa mucho sus ideas", dijo entre otras cosas. La palabra "emprendedor" resonaba a cada rato. Clarísimo; puede que habláramos de música, pero había allí algo más para desentrañar: ¿qué le interesa a Axel además de la música? ¿Cómo lo hace y por qué? Nos sentamos frente a él y su sombrero de cowboy y se lo preguntamos.
- ¿Por qué te convocaron para este proyecto?
- Primero por mi figura pública. Pero también por tener un compromiso social, hace mucho tiempo, importante. Con mi fundación trabajo hace ocho años.
De eso sí tenemos noticias: Axel creó una organización que se llama Sur Solidario, con la que busca contener y alimentar a los chicos de las barriadas castigadas de la Capital Federal; las del sur.
"Siempre colaboro con un montón de eventos que tienen que ver con impacto social, porque soy un tipo muy vinculado a temas medioambientales, temas de emprendedores y calculo que fue por todo eso que me invitaron a ser el embajador del proyecto; y por mis canciones que son como de inspiración a la juventud para activar, no solo canciones de amor", completa.
- ¿Y cómo arrancó tu militancia en estos temas?, ¿fue en paralelo con tu carrera musical?, ¿fue antes?
- Yo empecé todo muy chico. Empecé a hacer música a los cinco años. Y también de chico fui muy curioso e investigador. Yo recuerdo que cuando tenía 12 años o 13 años, construí un prototipo de calefón solar para mostrar cómo andaba. Y a los 13 o 14, un tenedor que enrosca fideos... Lo debo tener por ahí... No es a pila, es manual.
- ¿Te interesaba la ciencia, la investigación?
- Había una búsqueda, sí. Después, a los 14, yo tuve una operación en la pierna, en el fémur derecho, y eso me llevó a estar sentado un año prácticamente. Entonces me había montado todo un tablero y con la soldadora de estaño hacía cosas, creaba castillos, armaba linternas, pistolas que iluminaban, anteojos... Mil cosas.
Y aunque siempre tuve eso adentro, la música era la prioridad y lo que más me gustaba. Hoy por hoy tengo un par de proyectos. La música es lo que me da para vivir, entonces puedo dedicarle un poco de tiempo a otras cosas que si no me dan plata no pasa nada, porque yo vivo de otra cosas.
- ¿Cuáles son esos proyectos?
- Tengo una cadena de restaurantes veganos, que es fast food. Se llama Green Factory. En Mendoza hay una gran movida con lo vegetariano, muy fuerte. Me están pidiendo que vaya para allá. Estamos construyendo ahora el food truck así que empezaremos, si Dios quiere, a recorrer algunos lugares.
Todo un emprendedor, un empresario con visión proyectiva más que afecto al desarrollo científico, es este Axel. La palabra "Dios" en su respuesta nos recuerda que, más temprano, en ese mismo espacio en el que estamos conversando, contó que de adolescente ingresó al seminario para convertirse en cura franciscano por un tiempo. Eso sí: San Francisco de Asís es uno de sus "ídolos".
Volvemos a la charla, a que nos cuente el otro plan social que está gestando... “Tengo un par de proyectos de impacto social que estoy desarrollando, que tienen que ver con el reciclaje de basuras para convertirlas en energía nuevamente”.
- Esta inquietud tuya no es tan conocida, ¿viene de chico?
- De familia, también. Porque mi papá... él no es ingeniero, no llegó a recibirse, aunque labura de ingeniero. Pero cuando yo digo: "hola, les presento a mi papá, es ingeniero", él dice: "ingeniero no, ingenioso". Muy creativo, inventa cosas... Mi abuelo también era así de inventar cosas.
- Esta idea del compromiso que planteás en lo social, tiene que ver con lo ideológico también. De hecho, has mencionado esa palabra esta mañana. Desde esa perspectiva, ¿cómo transitaste esta época en que los artistas se posicionaban de una manera binaria en la Argentina?
- Horrible, horrible. Nunca en mi Facebook puse nada respecto a la política, porque no me quería enfrentar con nadie y... Justamente, hace un rato estábamos grabando con los camarógrafos cosas para History, y uno dijo: "ey, ahí salió el kirchnerista". Y el otro: "ey, callate... si vos...". Y yo les dije: "chicos, esperen, esperen somos todos argentinos. Qué importa qué ideología tenemos cada uno. Todos queremos vivir mejor, tiremos todos para adelante".
Yo siempre elijo ser turbina y no ser ancla. Seguir para adelante, con mis ideologías, pero para adelante. Yo en esa movida no me metí. No la sufrí ni me interesó. Yo participé de muchos programas culturales del gobierno anterior y participo de muchos de éste, porque soy un tipo que apoyo la cultura. Creo que la cultura y el deporte son los dos caminos para una sociedad evolucionada, pensante, que razona, que se respeta.
- ¿Esas ideas son las que te movilizaron a participar de esta idea de History?
- Sí, pero también porque creo que hay mucha juventud con muchas ideas que están en un cajón, y no salen a la luz porque no creen que puedan ser importantes. O puede pasar que no tienen financiamiento para concretarla.
- En tu casa de Córdoba, en la sierra, ¿todo es sustentable?
- Todo no, porque ser autosustentable cien por cien, debe ser imposible. Tengo mis paneles solares, mi huerta... Estoy lo más cerca posible de la mayor autosustentabilidad.
-En el proceso creativo, ¿cómo nacen las canciones?
- A la par, un poco. Hoy me encuentro, por la madurez, más letrista de lo que yo era antes. Antes era más músico y escribía con algún letrista. Hoy me encuentro mucho más fluyendo con las letras: me alegra y me sorprende para bien.
- ¿Qué elegiste potenciar y qué dejar en tu carrera?
- Fui probando muchas cosas. Porque si bien la gente en primer lugar me reconoció como un baladista romántico, cuando me veía en vivo decían "es re energético el chabón y re rockero", pero también pop. Y he cambiado mucho de look: pelo largo, pelo corto, paradito, de todo un poco. Para el próximo disco también voy a hacer un cambio importante.
Todo eso me ayudó a crecer y a probar. Siempre estuvo presente el folclore, siempre la raíz. Creo que con lo que me quedo y potencio es eso: la raíz folclórica. Posiblemente en el próximo disco esté más presente aun. Sin dejar de ser un artista pop, o popular. También va a estar más presente la sensibilidad.
- ¿A qué le llamás sensibilidad?
- Las canciones un poco más vacías, más despojadas, con la voz más clara y más presente: no con tantas cosas...
- ¿Cómo se llama el disco?
- No tengo idea. Ni elegí el repertorio todavía, tengo 20 canciones escritas. A fin de año me voy a Estados Unidos para escuchar el repertorio con la gente de Sony.
- El concepto que buscás ahora, ¿surge de lo que tenés o es algo pensado?
- Al inicio lo tenés y después el disco te va mostrando qué quiere. Por suerte el reconocimiento siempre nos acompañó y disco a disco fuimos creciendo. Ahora, con este octavo disco, estoy siendo más tirano. Tal vez el perder a mi mamá hace un año; que naciera mi hijo varón a los quince días de morir mi mamá; que la muerte y la vida se encontraran en ese lapso de quince días; irme a vivir Córdoba, en el medio de la montaña... Quizás todo eso me haya provocado esta necesidad de despojarme más.
- ¿Cuándo te fuiste a vivir a a las sierras?
- En diciembre. Tengo la casa hace mucho, para las vacaciones. Ahora vivimos ahí, en el medio de la montaña.
- ¿Cómo impacto eso en tu vida cotidiana?
- Fuerte y lindo. Te levantás y sabés que tus chicos están viendo los pajaritos, escuchándolos, viendo la naturaleza, otro ritmo.
- ¿Es deliberada la simpleza de tus letras?
- Un poco y un poco. Naturalmente siempre me gustó escribir simple pero el paso del tiempo, y el crecer de mi carrera, me han demostrado que el público que me sigue a mí es de chicos hasta abuelos... ¡de todo! ¡familias enteras! Eso ya hoy, adrede, me hace escribir cosas que todos entiendan.
- ¿Te has planteado escribir?
- Sí, y me han planteado escribir historias de mi vida. Mi vida es muy especial... Y he tenido una infancia difícil en la que estuvo la música, pero también la violencia y esas cosas. Vengo de una familia de clase media normal, donde muchas veces pasamos necesidades. Mi papá o mi mamá, compraban una bolsa de lentejas y de porotos de 50 kilos y era lo que había para todo el año, y se comía eso. Mi papá no tenía trabajo y mi mamá salía a trabajar como maestra, dos o tres cargos, para poder sostener la casa- Después, salir de una casa normal, común y corriente, con calle de tierra adelante, y tener sueños muy grandes y creer que eran posibles.
- ¿Y no te da por escribir otras cosas?
- Ehhh... Últimamente escribí unas décimas, estoy practicando. Estuve con Sabina y con Drexler y, hablando, me dice Drexler; "¿por qué no empezás a escribir en décimas?, que está buenísimo". Escribí unas décimas que me gustan, no sé si van a ser canción, pero las tengo ahí, como ejercicio, para fluir más en la parte lírica.
- ¿Has llorado por una canción?
- ¡Sí!, un montón y soy muy sensible en ese sentido. No me lo freno, me gusta exponer mis emociones, me encanta.
- ¿Cuándo volvés a Mendoza?
- Para fin de año, que es cuando saldría lo nuevo. Seguro iré para allá a presentar lo que será el avance del disco que sale el año que viene.
Una idea para cambiar la historia
Con ese nombre el canal History está convocando a quien quiera concursar de este proyecto que ha lanzado por tercer año consecutivo.
La iniciativa busca apoyar la innovación y a los posibles creadores de avances y emprendimientos que provoquen un cambio importante en el contexto que los rodea. Se entregarán 140 mil dólares a los 5 mejores emprendimientos.
Cuenta con la participación de tres nuevas figuras que ofician de embajadores del proyecto: Axel; la actriz y presentadora colombiana Taliana Vargas; y el conductor de radio y TV en México, Javier Poza.
Un jurado prestigioso será el encargados de elegir los 10 mejores proyectos. Para inscribirse: www.tuhistory.com/1idea