Axel Muller: “El sueño de mi vida se hizo realidad”

A días de sumarse al Toulon de Francia, el wing mendocino, una de las figuras de Los Pumas 7s en los Juegos Olímpicos de Río, brindó una charla a los alumnos de la Escuela de Periodismo Deportivo.

Axel Muller: “El sueño de mi vida se hizo realidad”

Una foto por acá, otra selfie por allá... Y no es para menos. El que está en el “teatrito” de la EPD no es ni más ni menos que Axel Muller, el rugbier mendocino que hace menos de diez días se metió de lleno en la historia grande del deporte de la ovalada.

El 9 de agosto pasado, el wing de Marista anotó el primer try argentino en la historia del olimpismo y se convirtió en una de las figuras indiscutidas de Los Pumas 7s, que culminaron con un meritorio sexto puesto en los Juegos Olímpicos de Río.

“Representar a mi país en los Juegos Olímpicos fue un sueño realidad. Compartir momentos con los mejores del mundo como Nadal, Del Potro, Pico Mónaco... fue algo único para mí porque siempre lo había visto como algo inalcanzable”, relata Axel con la paciencia y la claridad de un docente desde el púlpito en el que se bancó la hora y media de charla con los alumnos de la Escuela de Periodismo Deportivo de Mendoza.

A lo largo de la conferencia, Muller, de 22 años, repasó buena parte de su particular historia como deportista. Nació en Las Flores, Buenos Aires.

Su familia se mudó a Mendoza cuando tenía tres años y en 2002 emigraron a Phoenix, Arizona, donde su padre José Luis (ingeniero civil) participó de la construcción del Space Port América, un aeropuerto desde donde Virgin Galactic lanzará sus vuelos comerciales al espacio.

Luego de estar diez años en Estados Unidos -donde realizó la primaria,  la secundaria y  practicó decatlón, lucha grecorromana y fútbol americano- regresó a Mendoza y de la mano de un amigo fue a jugar a las divisiones juveniles de Marista.

Al poco tiempo fue convocado para integrar los Pumitas, jugó el Mundial Juvenil de Japón 2013 y de inmediato fue captado por el seleccionado nacional de seven, con el que disputó las últimas cuatro temporadas del Circuito Mundial.

“No conocía el rugby hasta que volví a la Argentina”, cuenta el potente wing de "Quería seguir con atletismo, pero no estaba muy desarrollado en Mendoza. Entonces me dediqué con todo al rugby, ya que mi objetivo siempre fueron los Juegos Olímpicos. Nunca se me ocurrió que lo haría en este deporte, pero ahora que se me dio la oportunidad, traté de disfrutarla al máximo”.

Después de ser integrar durante dos años consecutivos el equipo ideal del Circuito Mundial de seven, Axel recibió el llamado del entrenador argentino (nacionalizado italiano) Diego Domínguez  para ir a jugar rugby 15 a Toulon.

“El Toulon de Francia es uno de los clubes más grandes de Europa, sería como el Barcelona del fútbol porque están todas las estrellas del rugby. El seven es una etapa en mi carrera que terminó con los Juegos Olímpicos y ahora apuesto a crecer en el rugby 15. Nunca me imaginé que a través de esta modalidad me llamara un equipo tan grande de 15. Lo que sí me molesta un poco es que, por el hecho de jugar en un elenco que no está nucleado por el Súper Rugby, no voy a poder jugar con Los Pumas 15, pero las oportunidades pasan una vez y la quiero aprovechar al menos estos dos años, ya que firmé contrato hasta diciembre de 2018”, aporta el joven que cursa el tercer año de la carrera de arquitectura en la Universidad de Mendoza y que, lógicamente, tuvo que abandonar al menos por ahora debido al ajetreado año deportivo.

“Estoy tomando clases particulares de francés. El primer año mi objetivo es adaptarme al idioma y en el segundo, tratar de seguir estudiando. Es una variante importante ya que la vida del deportista es corta y se termina”, reflexiona.

Además de narrar la perlita con la tenista estadounidense Serena Williams (“se me acercó para intercambiar un pin y ¡le preguntó qué deporte practicaba!”), Axel dio a conocer otras vivencias en su corta estadía en la Villa Olímpica de Río de Janeiro.

“Lamentablemente, pasó todo muy rápido. A Brasil llegamos el 5 de agosto, dos días después de la ceremonia inaugural empezamos a competir y regresé a Mendoza hace tres días”. Mi familia todavía está en Brasil, pero yo decidí regresar para terminar de concretar algunas cosas antes de mi viaje a Francia.

Aunque unos días más en la playa no hubiesen venido mal, je”, bromeó. Muller también destacó el apoyo de los hinchas argentinos: “Entrar al estadio por el túnel y sentir el aliento de todos los argentinos fue impresionante, te da una energía distinta, te da más potencia. Las piernas no daban más, pero corrías con el corazón”.

El final de la charla fue una catarata de aplauso. No era para menos. Muller es un crack.

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