El clima cambia lenta pero irremediablemente, así lo confirma la mayoría de los estudios científicos y Mendoza no es ajena al problema: atrapada desde hace más de cinco años en una continua crisis hídrica, necesita optimizar más que nunca, el uso del agua para riego y en ese contexto, cobra mayor dimensión la obra de impermeabilización de canales y construcción de reservorios, que avanza en la zona norte de San Martín y que también beneficiará a parte de Lavalle.
La obra, que de algún modo busca redefinir el diseño de riego que existe en Mendoza, es hoy una de las inversiones estatales más importantes de la Provincia: “Junto con el túnel de Cacheuta y Potrerillos son las más grandes de Mendoza”, aseguró el ministro de Infraestructura, Enrique Vaquié, quien a valores actuales, calculó el costo de la obra en $900 millones
Los trabajos benefician a más de 27.000 hectáreas de cultivos e implican la impermeabilización del 5º y 6º tramo del canal San Martín, que riega todo el norte del departamento y también zonas de Lavalle. En total, se trata de casi 110 kilómetros de canales secundarios e hijuelas, más otros 16 de entubamiento, para aquellos tramos en donde el canal atraviesa zonas urbanas o de suelos muy malos.
“Es un trabajo importante, porque un canal de tierra desperdicia mucha agua y mientras más al norte de San Martín, es peor porque llega menos agua”, explicó Emilio Gómez, productor de Tres Porteñas, una de las zonas beneficiadas por esta iniciativa. Efectivamente, los cálculos marcan que en un canal de tierra se filtra hasta un 30% del riego que transporta.
“Lo que se está mejorando es la provisión de agua, ya que al extremo norte de este canal es muy poco el riego que llega y con la impermeabilización, comienza a revertir ese panorama”, dijo Vaquié y completó: “Esto genera más valor de las tierras, más producción e incluso un ahorro de electricidad porque el productor, especialmente el de hortalizas, ya no depende tanto del agua de pozo”.
Sin embargo, tras seis años consecutivos de crisis hídrica, la impermeabilización de los canales no es suficiente para garantizar el agua en los cultivos más alejados. Por eso es que Irrigación comenzó a construir durante el gobierno de Francisco Pérez, tres reservorios de agua en San Martín, tan grandes que en conjunto suman la capacidad de catorce lagos del Parque de Mendoza.
Y es que desde el Gobierno se plantea un rediseño en la idea de riego: el esquema que se pensó en el siglo XIX para Mendoza y que funcionó durante más de 100 años, necesita ser mejorado para evitar pérdidas de cultivos por falta de agua. Por eso es que con los grandes reservorios se apunta a almacenarla cuando no se ocupa y a entregarla según la demanda: “Es un esquema de riego para los próximos 50 años”, dicen en el gobierno provincial.
“Según la zona, los turnos de riego son cada 15 ó 20 días, con un caudal que merma mientras más nos alejamos del dique Cipolletti que es el que larga el agua”, explicó un productor del este mendocino. Así, la idea es que a partir de estos reservorios el productor cuente con un caudal estable y entre turnos.
Los reservorios permitirán avanzar en el cultivo de hortalizas, que precisan un riego más continuo que el de la vid y que hoy es posible solamente gracias al uso de agua de pozo (subterránea).
La obra en su conjunto beneficia en San Martín, a productores de Tres Porteñas, El Divisadero y El Central; en Lavalle, a cultivos de Gustavo André y Costa de Araujo. Los productores beneficiados pagan el 60% de la obra a valores estables y en un plazo de 25 años.
Lo más avanzado es el 6º tramo de la impermeabilización del canal y el reservorio Norte, en El Central con un espejo de agua de casi 16 hectáreas y que está terminado aunque aún no se encuentra operativo.
“Está finalizada un 90% y lista en cuatro meses; lo más atrasado es el 5º tramo del canal y la construcción de los dos primeros reservorios que esperamos habilitar a mediados de 2017”, cerró el titular de Infraestructura.