El procesamiento dictado por la Justicia rosarina contra varios integrantes de la narcobanda ‘Los Monos’ avanza también sobre el presunto lavado de dinero en el mercado de futbolistas argentinos, a través del intermediario Francisco Lapiana, dueño de una parte del pase del delantero Ángel Correa (San Lorenzo), nacido en el barrio donde opera la organización. En su declaración indagatoria ante el juez de Instrucción 4to de Rosario, Juan Carlos Vienna, quien procesó a 36 integrantes de la banda y entre ellos a 12 policías, Lapiana afirmó tener “en carpeta a más de 100 chicos”.
También mencionó una presunta comunicación con el presidente de San Lorenzo, Matías Lammens, para acercar jugadores juveniles al Ciclón, y con alguien que, según las escuchas, es “el que está al lado de Passarella” y también quería cerrar trato con un jugador, de acuerdo a la resolución judicial.
El juez procesó a Lapiana, alias ‘Pelado’, como integrante de una asociación ilícita encabezada por la familia Cantero, líder de ‘Los Monos’, y dejó en evidencia el vínculo entre uno de sus cabecillas, Ramón Ezequiel Machuca o ‘Monchi Cantero’ -quien se encuentra prófugo y con pedido de captura-, con el representante de jugadores de fútbol. La Justicia acusa a Lapiana de “intermediar entre los jefe de la asociación y los clubes de fútbol para la venta, adquisición y/o transferencia de jugadores profesionales mediante la utilización del dinero de las actividades ilícitas de esta asociación o banda”.
La resolución también lo señala como presunto ‘lavador de dinero producido por la asociación ilícita investigada, en la compra y venta de jugadores’. Según su declaración, un tal César Íbalo le lleva al jugador Ángel Correa, “que lo estaba criando en (el barrio) Las Flores y se había ido a vivir con él a Distrito Sudoeste después de la muerte del papá de Correa. Como Íbalo sabía que el deponente había vendido al jugador Banegas, le pide que ‘le dé una mano porque no le alcanzaba el dinero para mantener al nene’, dice el fallo.
Lapiana contó además que firmó con la madre de Correa un contrato por dos años mediante el cual “él le pagaba un dinero y a cambio se hacía del 100 por ciento de los derechos sobre el chico” que, “al vender al jugador a un club de Primera, resulta en un 20 por ciento”.
Dice la resolución que el imputado refiere que “lo llevo a San Lorenzo con la promesa de que me den el 50 por ciento; al final arreglamos por el 40”. El fallo transcribe también una escucha telefónica del 13 de mayo pasado entre Lapiana y Machuca en la que el representante le cuenta que hizo “un quilombo bárbaro” en el Ciclón y que habló con Lammens por un problema en la pensión de los jugadores.
“Lapiana le dice a Machuca que Lammens le dijo: ‘Tranquilizate, no te conozco, pero por comentarios sos el mejor de San Lorenzo, por llevar pibes, así que nosotros no queremos perderte’, se lee en la resolución.
La transcripción de una escucha telefónica del 23 de mayo permite observar que Lapiana le comenta a Machuca, cabecilla de ‘Los Monos’, que por “el 99” (referencia a un jugador) ya averiguó todo, que se lo quiere llevar ‘el Pana’, otro representante que puso una plata”. Lapiana le cuenta que habló con “el que está al lado de Passarella” y que están desesperados por “el 99”, por lo tanto “necesita hablar bien con Monchi”.
El presunto vínculo de ‘Los Monos’ con la inversión en pases de jugadores de nuestro fútbol queda de manifiesto en otra escucha telefónica del 29 de mayo del año pasado. Lapiana le dice a Machuca que ya habló con un amigo identificado como ‘Talo’ o ‘Palo’ que le interesó “lo de Fondacaro” porque “justo necesitaban un lateral izquierdo para llevar a Norteamérica”.