Con una demora de varios meses en el plazo de entrega, hoy se habilitará a la circulación de automotores la avenida El Libertador, interrumpida durante 9 meses por mejoras y cambio de la base de rodamiento.
La obra concluyó ayer a la tarde, ocasión en que los operarios de la constructora -Corporación del Sur SA- ejecutaban los últimos detalles. La inversión final fue de alrededor de 20 millones de pesos.
No habrá acto oficial de inauguración y simplemente los usuarios que suben hacia el Oeste de la ciudad y bajan, encontrarán habilitada la obra, a primera hora de la mañana. Una de las novedades de la avenida es que se dispuso una velocidad máxima de 40 km/h contra los 60 km/h que se permitían anteriormente.
La obra comenzó en abril de 2015, e inicialmente tenía un plazo de ejecución de 150 días. El tramo intervenido tiene 885 metros de longitud, entre las rotondas de los Caballitos de Marly y Monseñor Orzali.
El inspector de obra, Juan Antoniocci (de la DPV), comentó que los 150 días previstos para la realización estuvieron un poco ajustados, en razón de inconvenientes que surgieron durante la marcha.
Uno de los retrasos en el programa de trabajo lo originó la colocación de una cañería de agua de 500 mm, que remplazó a 3 caños existentes y de diferentes diámetros.
El ingeniero indicó que la tubería nueva, de plástico con junta elástica de 500 mm, fue sometida a pruebas de presión y en determinado momento se produjeron roturas que demoraron el ritmo de obra. También hubo retrasos derivados de la falta de pago de certificados de obra por parte del Gobierno provincial, aunque se reconoció que la empresa no efectuó reclamos formales y cooperó con muchos detalles de terminación.
Conductores que viven en los barrios del Oeste, como Champagnat y otros, se mostraron conformes con la rehabilitación de la vía. "Teníamos que usar Lencinas para nuestros desplazamientos, que tiene el inconveniente de contar con pobre iluminación", dijo Orlando, vecino de El Challao.
Para dejar en uso el pavimento adoquinado que luce la vía, se retiró previamente un espesor de carpeta asfáltica vieja y un macadán (paquete de piedras con argamasa asfáltica), ya que se debía intervenir sobre un suelo aluvional. El total del paquete retirado fue de 50 centímetros.
Luego se colocó suelo mejorado y compactado por capas de 28 cm y una base de hormigón de 12 cm de espesor con malla de acero. Arriba se dispuso una capa de arena de 4 centímetros y, finalmente, colocaron los adoquines (pavimento intertrabado) de 8 cm.
La calzada, con su desnivel de 36 metros entre Orzali y Marly, invita al conductor a acelerar, situación que las autoridades quieren disuadir con la imposición de 40 km/h como velocidad máxima. Por eso se aplicó al tramo cartelería vertical nueva y se retiró la antigua, que marcaba 60 km/h. El usuario advertirá que los carteles avanzan de alguna manera sobre la calzada para que sean más visibles y no se encubran en el follaje del arbolado.
El ancho de la banda de rodamiento es de 12,20 m, con borde de banquina. "Respetamos la arquitectura de la avenida, adecuándonos al lenguaje de un paseo público como es el parque", afirmó el ingeniero Antoniocci. Asimismo se reconstruyó el fondo de las acequias y se respetaron los nichos de los árboles para favorecer el riego de los ejemplares.
El administrador del Parque General San Martín, Ricardo Mariotti, dijo que el proyecto desarrollado respetó la estética del parque y que, a renglón seguido, se hará una compactación de las veredas laterales, por donde se desplazan diariamente cientos de paseantes y deportistas.
El arquitecto añadió que en el interior del parque por ahora sólo se hizo un bacheo rápido de calles, ya que la pavimentación -la aspiración final- por ahora no se puede realizar por la falta de presupuesto. "Sí tratamos -añadió- de efectuar mantenimiento y la limpieza de los prados por lo que pedimos la colaboración de la gente, a la que le pedimos que asuma que el espacio es de ellos y deben cuidarlo como si fuera el jardín de su casa".
De todas, maneras muchos defensores del paseo, del público y estudiosos, insisten en que se deben redoblar los esfuerzos para mantener al "pulmón de la ciudad" en su mejor estado, ya que se advierten importantes deterioros en el paseo.
