La crisis de ventas de autos cero kilómetros cambió completamente las reglas de juego para terminales y concesionarias. Hace poco más de un año el sector disfrutaba de un boom comercial que permitía romper récords de patentamientos en todo el país y obligaba a las fábricas a trabajar al máximo de su capacidad. Hoy las ventas se desploman, las plantas de personal se comprimen y las principales marcas del mercado buscan atraer clientes bajando precios en dólares.
Por si fuera poco, la suba de tasas de interés impide la realización de campañas de financiamiento agresivas, excepto por los créditos subsidiados directamente por las fábricas. A eso suma la creciente pérdida del poder adquisitivo de los salarios, que no logran seguir el ritmo de la inflación.
Fluctuaciones de precios
El cambio de 180 grados del sector automotor tuvo varios disparadores, pero sin duda el más relevante fue la suba del tipo de cambio. Cabe recordar, que en mayo de 2018 el dólar se disparó de $ 20 a $ 30 y en agosto pegó otro salto de $ 30 a $ 40.
Esa situación tuvo un impacto directo sobre el valor de los vehículos, tanto importados como de fabricación nacional. Es que los primeros varían directamente con el precio del dólar, mientras que los segundos utilizan un alto porcentaje de autoparte traídas del exterior. A su vez, la inflación interna se aceleró, llegando a índices mensuales superiores al 6%. Todo eso provocó fuertes subas de precios y caídas de ventas estrepitosas.
Ahora, casi un año después de esos eventos, se pueden observar algunos cambios interesantes en el mercado. Un dato llamativo, es que los precios de los autos, medidos en dólares, han bajado. Si se toman como ejemplo los diez modelos más vendidos del mercado, se pueden encontrar retracción de precios de hasta el 15%.
Sirve de ejemplo el auto que actualmente lidera el ranking de ventas a nivel país, el Ford Ka. La versión más económica de ese vehículo pasó de costar U$S 13.430 en marzo del 2018 a U$S 12.065 en la actualidad, lo que representa una disminución de precios del 10% en dólares. Para llegar a ese valor se tuvieron en cuenta los valores en pesos publicados por la Cámara de Comercio del Automotor (CCA) y la cotización del dólar informada por el Banco Nación.
También el segundo más vendido, el Toyota Etios, redujo su valor en la moneda norteamericana, pasando de U$S 13.145 a U$S 12.397 (-6%). Similar fue el comportamiento del precio del Fiat Argo, que en su versión más económica pasó de costar U$S 15.012 hace un año a U$S 14.279 con las listas de precios de marzo de este año.
El que más se "abarató" dentro del top ten fue el Renault Sandero Dinamique, que tenía un precio de U$S 14.560 en marzo del año pasado y cuesta U$S 12.372 hoy, lo que representa una caída de su valor en dólares del 15%.
En el otro extremo está el Volkswagen Gol Trend, cuyo precio de mercado, medido en dólares, prácticamente se mantuvo. Puntualmente costaba U$S 12.159 en marzo de 2018 y se vende a U$S 12.317 en la actualidad (subió 1% en dólares).
Lejos del bolsillo
Que los autos hayan bajado sus precios en dólares no significa que se hayan vuelto más accesibles para los potenciales compradores. Podría ser una situación ventajosa en un contexto macroeconómico diferente, sin inflación y con salarios reales estables, pero no es el caso de Argentina.
En esta situación particular, entran en juego otras variables económicas que van completamente en contra del mercado automotor, como la pérdida del poder adquisitivo de los sueldos. De acuerdo a las estadísticas publicadas por el Indec, en 2018 los salarios subieron en promedio 29,7% en todo el país (aún no se informan datos correspondientes a 2019). En ese mismo período, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó 47,6% a nivel país. Es decir que en doce meses los trabajadores perdieron 17,6 puntos de poder adquisitivo.
Más llamativa aún es la comparación de los salarios con los precios de los autos medidos en pesos. En los últimos doce meses (marzo de 2019 contra marzo de 2018), los vehículos se encarecieron entre 67% y 100% en moneda nacional. Aún no está disponible el dato de cuánto aumentaron los sueldos en ese lapso, pero si se toma en cuenta el último dato disponible, se observa una desventaja de al menos 40 puntos porcentuales de los sueldos contra el valor promedio de los vehículos 0 km. En conclusión, la baja de los precios en dólares es un dato que llama la atención, pero que está lejos de compensar los desajustes que sufrió el mercado a partir de mayo del año pasado.
Ventas en declive
El indicador más claro de lo que provocaron los grandes cambios económicos de los últimos doce meses sobre el sector automotor, es el balance de ventas. Hasta mayo del año pasado, mes en que el dólar aumentó cerca de un 50%, las ventas de autos 0 km venían creciendo a ritmo récord. De echo, entre enero y mayo de 2018 se patentaron 16.963 autos en Mendoza, lo que significó un récord absoluto para ese período.
A partir de junio, con los primeros efectos del nuevo escenario económico, las ventas empezaron a caer de forma alarmante. Primer se registraron caídas cercanas al 15%, pero a partir de setiembre la crisis se profundizó y el sector sufrió bajas de ventas de casi un 50% durante algunos meses.
En lo que respecta a 2019, el balance del primer bimestre indica que se patentaron en Mendoza 3.894 vehículos, lo que significó una retracción del 47% respecto a los 7.407 autos que se registraron en el período enero-febrero del año pasado.
Dante Álvarez, Presidente de Acara, hizo referencia a esta condición. "Seguimos transitando meses con números negativos, situación que seguramente seguirá hasta junio, porque se compara contra lo que fue el mejor primer semestre de la historia, con un mercado con financiación prácticamente inexistente, algo que para nuestro sector siempre ha sido clave". comentó.
“Habrá que ver en la segunda mitad del año con que realidad nos encontramos”, agregó el representante nacional del sector automotor.
En busca de herramientas atractivas
Desde que el dólar se disparó, el Banco Central ha utilizado la tasa de interés de referencia para intentar contener la demanda de la moneda norteamericana. Eso hizo que se volvieran más atractivas las inversiones en el sistema financiero (como plazos fijos, bonos o letras) y se encarecieran los créditos.
Las concesionarias han sido víctimas de esa política monetaria por dos motivos. Por un lado, muchos potenciales clientes desistieron de comprar un auto y prefirieron destinar sus ahorros a un plazo fijo u otra alternativa que le diera ganancias. Por otra parte, las líneas de financiamiento para venta directa se hicieron mucho más caras, impidiendo que muchos posibles compradores, con salarios debilitados, pudieran acceder a un 0 km.
Ante ese panorama, las concesionarias tuvieron que salir a buscar alternativas. Marcelo Silva, Gerente de Planeamiento Comercial y Plan de Ahorro de Toyota Yacopini, explicó que están trabajando con algunas tasas subsidiadas en créditos UVA, aunque reconoció que es complicado ofrecer líneas de financiamiento atractivas. "Las tasas no nos están acompañando. Gran parte de la baja de ventas se debe justamente a que no hay financiación minorista", comentó.
“Una empresa, que tiene cheques, quizás encuentra alternativas para comprar vehículos. En el caso de los particulares, que generalmente buscan líneas de créditos más largas, la realidad es otra”, agregó.
También dejó su opinión Carlos Segura, Gerente General de Honda y Peugeot en Sur France. "Tenemos un margen de ganancias muy bajo (se comprueba con la baja de precios en dólares). Todo las concesionarias están sacrificando rentabilidad para intentar traccionar las ventas", aseguró.
“En nuestro caso, la terminal está subsidiando tasas y gastos de otorgamiento. Eso ha permitido captar algunas ventas, pero igualmente marzo no viene tan bien como pensábamos”, lamentó Segura.
“En vistas a futuro, esperamos que las ventas repunten, pero hay mucha incertidumbre respecto a lo que puede ocurrir. Nuestra esperanza está puesta en que estamos en un año electoral y con buena cosecha en La Pampa húmeda. Quizás eso ayude a que crezca el mercado”, concluyó Segura.
Desde otra concesionaria local, protestaron por la falta de respuestas del Gobierno Nacional para revertir la situación. “Pedimos al Estado que avance con algún plan de ventas diferencial, como lo fue en su momento Procreauto, pero no hemos tenido respuestas. Esperamos que bajen las tasas de interés para volver a crecer en venta directa”, reclamaron.