No sólo son peligrosos para quienes los manejan, sino para los que circulan junto a ellos. Según explicaron desde el Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam) los vehículos que rondan los 30 años de antigüedad tienen más probabilidades de provocar indirectamente un accidente que de ser protagonistas.
Pese a que el sentido común popular indica que estos vehículos generalmente son los causantes de los accidentes que se producen en calles y autopistas, desde esta entidad aseguraron que estos tienen conductas particulares en los accidentes y que, de hecho, para las compañías de seguros, presentan una baja siniestralidad.
“Pero son los que generan siniestros y no participan en el accidente, propiamente hablando”, dijo Fabián Pons, ingeniero y presidente de Ovilam. “Por ejemplo, un auto viejo pierde una rueda o anda sin luces y no choca. Pero genera que un auto que viene más rápido tenga que esquivarlo repentinamente y por hacer esto choque contra otro auto”, explicó el especialista del observatorio que tiene por objeto la investigación, experimentación, capacitación, asesoramiento y desarrollo de todo tipo de actividades referidas a las personas, los vehículos y el entorno en materia de seguridad vial.
De esta manera, según detalló Pons, para las compañías de seguros estos autos no figuran como siniestrados y si deben hacerse cargo de los gastos por algún daño les sale mucho más barato.
En números
Según Hugo Fiorens, miembro de Voluntarios en Red y de Padres Preventores de accidentes de tránsito, hay aproximadamente un 30 por ciento de autos que tienen más de 20 años de antigüedad circulando por las calles de Argentina.
En tanto, tal como figura en los datos oficiales de la Dirección Nacional de Registros de la Propiedad Automotor (Dnrpa) para 2012 se contabilizaban casi 12 millones de autos y camiones en condiciones de circular. De ellos, 87 por ciento corresponde solo a autos (10.440.000).
Es decir que, teniendo en cuenta los datos aportados por Fiorens, en la Argentina hay alrededor de 3 millones de autos que superan los 20 años. Esto sin tener en cuenta que, tal como afirman los propios registros del automotor, hay autos que no son dados de baja, pero que cuyos legajos dejan de tener movimiento y probablemente estén en una chacarita. Al respecto Fiorens aseguró que los autos en esas condiciones responden a un 20 por ciento.
“El parque automotor se ha renovado mucho. En 30 años que llevo trabajando nunca había visto tal movimiento. Y desde que se pone la profesión he notado que muchas personas humildes y de zonas rurales han cambiado sus vehículos”, dijeron desde un registro.
Erwin Cersósimo, director de Seguridad Vial de la provincia, por su parte, aseguró que este tipo de transporte ya se observa muy poco en zona del microcentro y que en general se presenta en zonas alejadas. “Al momento de los operativos detectamos pocos, pero hay excepciones porque por algo las playas están llenas. Pero cuando hay accidentes, son los menos. Es excepcional”, indicó.
Otro dato interesante, aportado por Ovilam, es que el promedio de edad del parque automotor en la Argentina es de nueve años y medio. Según se estima, en 2010 el promedio era de 13,5 años, por lo que coincide con la estimación realizada por los registros automotores.
Causales de accidentes
Pons aseguró que la mayor frecuencia siniestral la presentan los autos más nuevos, y que se han registrado muchos accidentes protagonizados por los autos estilo Minicooper y Bora. “En esto hay que tener en cuenta que los maneja gente joven. Además, es importante considerar la relación peso-potencia. Ya que los autos viejos, por ejemplo, son pesados y desarrollan poca velocidad”, informó el especialista.
Pons agregó también que normalmente, los autos con tecnología vieja son los que generan indirectamente, los choques. “Los autos nuevos tienen ABS, por ejemplo, y la frenada en lluvia es completamente diferente a la de los autos viejos”, dijo.
Por su parte, Fiorens destacó que son los autos nuevos quienes mayormente causan accidentes, pero que de fondo está la falla humana. “Ocurre que 90% de los accidentes viales se producen por fallas humanas y el resto por rutas en mal estado o las lluvias”, indicó.
Así, el miembro de Voluntarios en red aseguró que si, por ejemplo, un auto viejo anda sin frenos o sin luces, no es culpa del auto el siniestro, sino de la persona que decide subirse a un vehículo en esas condiciones. “El problema es la cultura que tenemos, no es por fallas técnicas”, adicionó.
Para tener en cuenta
El mecánico Sergio Ferrigno indicó que para los autos que superan los 20 años, es esencial que sus dueños realicen controles cada 5 mil ó 7 mil kilómetros, dependiendo siempre del estado en que se encuentre el vehículo.
“Lo principal es revisar los sistemas de freno y de luces. Hay algunos autos que tienen bombas de frenado y otros que sus luces se encienden con un dínamo y son muy opacas. A todos estos hay que modificarlos. Claro que resulta muy caro”, explicó Ferrigno y agregó que quienes tienen estos vehículos generalmente no poseen el dinero para realizar la adaptación.
Ferrigno contó que los costos en general, para todo tipo de autos, han crecido y que para reparar un motor, por ejemplo del año ‘95, prácticamente hay que gastar lo mismo que el valor del auto. “Por eso en estos años unos 40 ó 50 clientes que tenemos han cambiado sus modelos viejos por otros más nuevos. Porque es lo mismo pagar una cuota mensual que gastar lo mismo en mantenimiento”, dijo.