Opinión
El terrible año 1861
El próximo lunes se cumple un nuevo aniversario del terremoto que en 1861 destruyó Mendoza. Pero nuestra provincia no fue lo único que se desmoronó aquel año.
El próximo lunes se cumple un nuevo aniversario del terremoto que en 1861 destruyó Mendoza. Pero nuestra provincia no fue lo único que se desmoronó aquel año.
La cantidad de víctimas del rosismo fueron muchas y sería imposible abarcarlas en su totalidad. Aun así, existen textos que intentan dar dignidad a sus víctimas borrándolas del olvido.
A pesar de que la historia tenía un espacio destacado para él, en la escuela fue un alumno que pasó prácticamente desapercibido.
Juan Hortensio Quijano, vicepresidente de Juan Domingo Perón entre 1946 y 1952 se definió a sí mismo como “un hombre sin biografía”, pero supo tener un papel importante en el radicalismo antes que se definiera políticamente por el General justicialista.
La zanja se construyó por orden del ministro de Guerra de Nicolás Avellaneda, Adolfo Alsina, con dos metros de profundidad y tres de ancho. Se ganaron inmediatamente cincuenta y seis mil kilómetros de terrenos listos para explotar y ocupar.
Lejos estamos de aquellos gobernantes que supieron defender a los argentinos y la soberanía nacional. Lejos estamos de hombres como Roca, Sarmiento y Avellaneda que -entre otros- demostraron lo que es verdaderamente un “Estado presente”.
El vino es una verdadera obra milenaria, fruto del esfuerzo de generaciones y de culturas que fueron sumando innovaciones, partiendo de aquellos que domesticaron a las vides salvajes.
El arroz es para los japoneses el símbolo de la abundancia, debido al vínculo con el Cielo patente en su origen mítico. Es interesante como Occidente tomó dicho simbolismo y por eso mismo se lanzan puñados de arroz a los recién casados.
La rosa es, sin dudas, la flor simbólica más empleada en Occidente. Para los griegos fue en un principio sólo blanca, pero cuando Adonis es herido de muerte, la diosa Afrodita corre hacia él, se pincha en una espina y la sangre tiñe las rosas que le estaban consagradas.
En la Edad Media se establecieron costumbres y liturgias que fueron dando forma a la celebración navideña. En la modernidad la gente se congregaba en los templos y luego se participaba de una festividad por la noche.
Durante las treguas se cantó, se intercambiaron obsequios y hasta algunos señalan que se produjo un partido de fútbol. Esto molestó mucho a las autoridades ya que los soldados se hicieron amigos, por ende se avisaban mutuamente de las actividades a seguir de sus propios ejércitos.
Diversas pseudociencias tuvieron auge durante el siglo XIX. Pretendían conocer la personalidad de alguien a través de sus rasgos físicos y don Lucio no fue ajeno a la tendencia de ese momento.
Encarnación Ezcurra y Arguibel era antes de desposarse una joven dos años menor a Rosas. El temperamento fuerte, decidido e impetuoso de aquella mujer bastó para seducirlo. Podríamos decir que era una especie de Juan Manuel de Rosas con miriñaque.
Para nuestro insigne General San Martín, en tiempos de lucha por la libertad, el día comenzaba siempre de la peor manera, atacado por fuertes dolores que calmaba con el uso de sustancias adictivas.
El caudillo debía ser rico porque para mantenerse en el poder, necesitaba financiar los ejércitos privados y las campañas contra los adversarios. Para ello los caudillos acumulaban riquezas y ampliaban sus bases económicas a expensas de otros sectores que pudieran competir por su predominio.
El Chacho tuvo en jaque a las autoridades nacionales durante mucho tiempo, lo que no justifica el cobarde y espantoso asesinato que puso fin a sus días. Además, luego de acribillarlo, pese a haberse rendido, las tropas nacionales se ensañaron salvajemente con el cadáver del Chacho.
En la cárcel de Mendoza los presos en ella reclusos estuvieron de fiesta no hace muchos días. Las damas que componen la sociedad de Beneficencia mendocina no han echado en olvido que los encarcelados son seres también dignos de compasión.
Nuestra provincia sufrió el accionar del caudillismo en muchas oportunidades. Tras la Batalla del Pilar, por ejemplo, la brutal montonera de Félix Aldao se ensaño con Mendoza. Hubo saqueos, violaciones y asesinatos.
En 1843 llegó a Buenos Aires Francois Falconnet, enviado por Baring Brothers & Co, para renegociar la deuda y se le ofreció oficialmente cancelarla con Malvinas. Falconnet no acepto. Rosas insistió a través de correspondencia.
Entre un número importante de médicos argentinos se destacó el doctor Fernando Davel, quien a mediados de 1886 viajó de París a Buenos Aires trayendo el virus de Pasteur, inoculando conejos para mantenerlo vivo. La vacuna para los perros llegó tiempo más tarde.
En la antigüedad se consideraba que cualquier mal era sinónimo de enfermedad. Guillermo Rawson consideró fundamental mejorar las condiciones higiénicas de Buenos Aires para evitar muertes durante las epidemias reinantes a fines del siglo xx.
Entre los romanos el muerto era considerado impuro y peligroso, más allá de sus características en vida. Por eso para no verse en problemas los vivos debían congraciarse con los muertos.
Siendo un momento crítico para San Martín, éste decidió separarse de su esposa y la envió junto a Merceditas hacia Buenos Aires. Debido a la peligrosidad del trayecto, Remedios solicitó auxilio a Belgrano, quien accedió de buena gana mandando a sus oficiales.