Rumbos
Cristina Bajo: “En América, muchas mujeres indígenas se enamoraron de los conquistadores”
Muchas leyendas americanas hablan de mujeres indígenas enamoradas de españoles o de blancas enamoradas de nuestros nativos.
Muchas leyendas americanas hablan de mujeres indígenas enamoradas de españoles o de blancas enamoradas de nuestros nativos.
Aunque papá no estaba ausente, en octubre me resulta imposible no recordar a mamá, que en su sabiduría o en su simpleza, me dio las alas para ser quien soy.
Me gustan mucho las series europeas, pero si encuentro algo bueno de otro origen, no lo dudo: me abro a ese descubrimiento.
Los estudiantes de nuestro ponderado colegio Monserrat se levantaban a las 5:30 y se acostaban a las 21:30. Las horas de ocio estaban dedicadas a la lectura y la música.
Quienes escribimos novela histórica, por lo general, comenzamos amando la historia desde chicos y de ahí pasamos a disfrutarla como narrativa.
Cuando aún visitaba Cabana, yo solía recorrer el camino que bordea el terreno, pasando lista a los molles, espinillos, talas y garabatos que mi familia tanto resguardó.
Armemos nuestros propios cuadernos de recetas saludables y deliciosas: con los años, se volverán parte importante de la historia y la cultura de nuestra familia.
Locro, leche asada, arrope, huevos quimbos, humita, asado con cuero, empanadas, charquicán mendocino, mazamorra, chanfaina... Las delicias de nuestra gastronomía reviven en las fechas patrias honrando el ritual de encontrarnos para comer y compartir.
La escritora Margaret Millar es una de las mayores referentes de la novela policial en habla inglesa, pero su nombre quedó injustamente solapado por el de su esposo, Ross Macdonalds.
Luego de estos dos años tan difíciles, no es momento de recordar faltas, sino de remendar nuestro encaje de afectos y relaciones.
La gran escritora cordobesa se embarca en el juego de evocar paisajes y hechos que la impactaron y transcurrieron en el marco de viajes que hizo a lo largo de su vida... o imaginó.
Les comparto tres recetas de deliciosos dulces otoñales, aquellos que hacemos con las frutas que se “pasan” en la rama o en el cajón de la verdulería. Qué tentación... ¡Que las disfruten!
La nota de hoy está dedicada a Azor Grimaut, un gran periodista cordobés que en las primeras décadas del siglo XX, se ocupó de rescatar en sus artículos el rico acervo cultural de las periferias de Córdoba.
Una cosa que distingue al locro cordobés es que es espeso. ¿Otras rarezas? No debe comerse acompañado de pan ni de vino, pues produce “vinagrera”, modo pueblerino de nombrar la acidez.
Hay aromas que nos unen a cosas amadas, como las tostadas que papá nos hacía en los amaneceres invernales y el orégano que mamá le ponía al huevo pasado por agua.
Mi hermano Eduardo acomodaba los troncos y yo me encargaba de encender el primer fuego de la mañana con astillas de coco y hojas de diario.
Aunque los machis de la tribu lo desaconsejaban, Copahue decidió escalar la montaña para rescatar a su amada Pirepillán.
Ciertos estudiosos dicen que fue Eugenia de Montijo quien diseñó el trazado de París, convirtiéndola en esa ciudad hasta hoy inolvidable.
Era una intrépida muchacha que alborotaba todo como un chiquillo, y a la vez era la más fashionable señorita de esta villa.
En el comienzo de los tiempos, los seres humanos contemplaban el cielo en busca de indicios sobre lo que les sucedería en el porvenir.
Al poco tiempo de ser fundada, la ciudad de Córdoba ya contaba con artesanías y obras suntuosas, como cuadros al óleo, grabados, tallas religiosas, tapices flamencos, muebles de jacarandá, vajilla labrada en plata y alhajas de oro y piedras preciosas.
Durante siglos, en Occidente se acostumbró comer espinaca en tiempos de cuaresma, como un acto de purificación corporal.
El día que nos mudamos a Cabana ocurrió algo mágico: me encontré por primera vez con un zorro, que se ha convertido en mi animal espiritual por más fama de sinvergüenza que tenga.