Escenario político
Cristina Kirchner sustenta el odio y la grieta
La reconciliación de Balbín y Perón en 1972 los transformó de enemigos en amigos, pero a partir de 2003, con los Kirchner, renace el odio anterior.
La reconciliación de Balbín y Perón en 1972 los transformó de enemigos en amigos, pero a partir de 2003, con los Kirchner, renace el odio anterior.
Siento la más profunda vergüenza por mi país, la Patria de San Martín, colocada entre las naciones más corruptas del mundo por gente como Cristina Kirchner.
Las medidas anti inflacionarias correctas no se podrán aplicar si previamente no se realiza un cambio estructural y mental en la Argentina.
Los demagogos, para poder culpar a todos y a todo menos a la verdadera causa, sostienen que la inflación es multicausal. Otra tremenda falsedad.
Si la gestión de Alberto Fernández resultara buena, el mérito sería de ella por haberlo elegido. Si fuese mala, el Presidente cargaría con todas las responsabilidades.
En nuestra economía existen 500.000 productos por lo que es una tremenda mentira combatir la inflación controlando solamente a 500 productos.
Vivir con esta dirigencia gobernante y con algunos jueces como Ramos Padilla se torna insalubre para los que queremos proceder honestamente.
Alberto es feliz porque cree que “su gobierno” es un éxito, a punto tal que manifiesta que, si las circunstancias se dan, ¡se presentará a la reelección en 2023!. Por su parte, la oposición comenzó mal, no por mala suerte sino por gran torpeza propia.
Se requiere bajar los costos políticos y burocráticos del Estado, resistidos porque con el primero, el ajuste lo hacen los gobernantes y con el segundo creen que pierden votos.
El resultado electoral es inobjetable. La derrota de Cristina y su gobierno también lo es. El compromiso de Juntos por el Cambio, por ende, es enorme.
El 14 de noviembre de 2021 no es una elección legislativa más, sino una decisión crucial entre dos modelos de países incompatibles entre sí.