A razón de uno por día, desde el escenario que él eligió; en un mensaje de autonomía política del kirchnerismo, a la vez que de previsibilidad hacia el votante sobre su eventual gobierno; todo en pro de sumar esos puntos decisivos que puedan convertirlo en Presidente electo el próximo domingo. Así se ha comportado Daniel Scioli durante la última semana con la confirmación anticipada de quiénes serán sus ministros en caso de resultar el sucesor de Cristina Fernández.
La táctica en su intento por conseguir la diferencia necesaria para lograr una definición sin ir a balotaje no ha sido original. También, aunque en menor medida, la utilizaron los últimos días Mauricio Macri desde Cambiemos y Sergio Massa desde UNA. Pero la particularidad del candidato del Frente para la Victoria (FpV) es que prácticamente ha confirmado a casi todos los eventuales ocupantes de los ministerios clave de lo que sería su gabinete.
Desde el pasado sábado 10, cuando arrancó, ya se conocieron los potenciales ocupantes de 10 de los 16 ministerios en que hoy está organizado el Poder Ejecutivo nacional; sin contar a la jefatura de Gabinete, que ocupará quien la desempeña a nivel bonaerense, Alberto Pérez, ya confirmado; como tampoco las estratégicas secretarias presidenciales: la General, se descuenta, será para su hermano “Pepe” Scioli; y las de Legal y Técnica y de Inteligencia, desde hace unos meses, Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Ayer, sumó a Alejandro
“Topo” Rodríguez como titular de Agricultura.
Un combo de leales
Continuidad de su propia gestión como gobernador a partir de funcionarios hoy bonaerenses; más gobernadores peronistas y no, sin chances de repetir, junto con nuevos aliados. Ese ha sido el combo político con el que Scioli decidió empezar a dar ya muestras de autonomía respecto del kirchnerismo puro. No hay, por si se requiriera el dato para confirmarlo, ningún dirigente de La Cámpora, ni visos de que pueda haberlo para ocupar los lugares pendientes.
La sorpresa mayor lo constituyó Silvina Batakis en Economía. Es uno de los hoy ministros bonaerenses que serían nacionales junto con, además de Pérez en la Jefatura de Gabinete, los ya confirmados (Alejandro Collia, en Salud, y Ricardo Casal, en Justicia y Rodríguez) y los seguramente a confirmar en esta semana previa a la elección: Oscar Cuartango, en Trabajo, y Alejandro Granados, hoy en Seguridad, a Defensa.
La confirmación de Batakis es una sorpresa por partida doble. Fue ella quien como ministra de Economía provincial desde 2011 logró equilibrar las cuentas del Estado bonaerense a partir de la reducción del gasto de manera no traumática como de aumento de impuestos a los sectores de mayores ingresos. Y, por otro, por tratarse de una economista que en líneas generales entiende a la economía de manera heterodoxa, como Axel Kicillof, al que defendió por su posición “correcta y defensora de los intereses del país” ante los fondos buitre.
Paradojal, por otra parte, resultaría la decisión de Scioli de designarla. Es que el candidato del FpV mandó en su momento a Estados Unidos a Juan Manuel Urtubey a anticipar en el Consejo de los América que su eventual gobierno estaría dispuesto a negociar un acuerdo con los fondos buitre, lo que desató duras criticas de Kicillof y del candidato a vice, Carlos Zannini.
El gobernador salteño es, por otra parte, el probable candidato de Scioli a ocupar el aún vacío casillero ministerial de peso: la Cancillería. Reelecto para otro mandato en su provincia, Urtubey sopesa la conveniencia o no de ser canciller en función de “si gana o pierde” -dijo a este diario una fuente cercana a él- de cara a su aspiración presidencial en 2019.
Pesa también en esa decisión la interna temprana que se abrió con las pretensiones de ir al Palacio San Martín de quien ya fue su ocupante con Néstor Kirchner, Jorge Taiana, y del jefe de comunicación de la campaña sciolista, Jorge Telerman, sin chances de recalar en Cultura (este lugar sería para el vicegobernador Gabriel Mariotto), puntualizó la fuente.
También sorprendió el nombramiento de Batakis porque Scioli tenía en mente “desguazar” Economía para facilitar aún más su pretensión de “ser él el ministro”, como lo reconfirmó el viernes cuando dijo que con ella “la política mandará sobre las decisiones económicas”.
Fuentes sciolistas dijeron a este diario que el candidato se amilanó en su intención de desguace tras constatar que la brasileña Dilma Rousseff, a la que vio el martes pasado, debió achicar drásticamente su estructura ministerial en pro de un ajuste impuesto por las circunstancias políticas.
Los hipotéticos candidatos a ocupar lugares en un Palacio de Hacienda desguasado (Finanzas, Hacienda, Comercio) tendrán, de todos modos, su lugar en un gabinete sciolista. Se trata de quiénes integran su equipo de asesores: Miguel Bein, Mario Blejer y el histórico contador familiar de confianza Rafael Perelmiter.
Respecto del resto de los ministros, Scioli les hizo lugar a los kirchneristas peronistas: Jorge Urribarri (Interior y Transporte); el titular de la Anses, Diego Bossio (Planificación), y el titular de Diputados, perdidoso candidato a gobernador bonaerense frente a Aníbal Fernández en las PASO, Julián Domínguez (Industria).
También al misionero de origen radical Maurice Closs (Turismo y Deportes), quien al igual que Urribarri no tiene chances de seguir siendo gobernador; como el neuquino Jorge Sapag, al que tiene en mente para la Secretaria de Energía. Y el rector de la UBA, Alberto Barbieri, en Educación.
Por lo demás, los ministerios cuyos ocupantes anunciaría los próximos días son: Daniel Filmus en Ciencia y Tecnología; Cristina Alvarez Rodríguez, su ministra de Gobierno en la provincia, en Desarrollo Social (aunque también se la menciona para al Anses); y Sergio Berni en Seguridad.