La última vez que había enfrentado a la prensa en la zona de prensa del Víctor Legrotaglie, su rostro era de incertidumbre local. El Lobo había derrotado a Villa Dálmine, la cancha era una fiesta, pero mientras dialogaba, las radios y las redes sociales, informaban que se suspendía el juego entre Los Andes y Guillermo Brown de Madryn.
La historia y el final es conocido. Ayer, su semblante cambió por completo. Su gestos expresaban satisfacción absoluto. Por esta razón, sus primeras palabras fueron las siguientes: “Por ser el primer partido, en líneas generales tuvimos una producción más que aceptable. Es un equipo totalmente nuevo, al que tenemos que ir ensamblando”.
De inmediato, agregó: “Hay cosas para mejorar, por supuesto. Al equipo lo veo con mucho entusiasmo a la hora de jugar, pero estamos en 6 o 7 puntos todavía. Nos falta rodaje, mantener el ritmo. Por supuesto que los triunfos te dan la tranquilidad para trabajar”.
Sobre qué fue lo que más le costó para quebrar a Gutiérrez, Labruna, explicó: “Nos costó sostener el nivel a lo largo de los 90 minutos, por eso tuvimos que poner gente para reforzar el ataque”.
Con respecto a cómo jugará el Lobo en calidad de visitante, el DT, manifestó: “Todos los partidos los vamos a salir a ganar, pero el cartel de candidato que nos están poniendo por el plantel que conformamos, que es un gran plantel, hay que ir demostrándolo cada fin de semana. Por lo realizado por los dos equipos, y las situaciones de gol, el empate no hubiera sido justo, pero esto recién comienza”.
Un lujo: al mejor estilo europeo
Nadie podrá discutir que la inversión en infraestructura en Gimnasia es más que positiva. Día a día, se presentan nuevas obras y el hoy, “coqueto” estadio Víctor Legrotaglie, se convierte en una de las mejores canchas de la provincia.
Ayer, fue el turno de los vestuarios. Faltaban dos horas para el inicio del encuentro y el departamento de prensa del club, a cargo de Yamila Correa, hizo circular una foto en la que se ve el interior del camarín local.
Cada jugador recibió su ropa en su habitáculo, con la ropa para realizar los movimientos precompetitivos y la camiseta del partido colgada en una percha. Además podía elegir el par de botines a utilizar. Un lujo para la categoría.
