Australia en estado de shock por la muerte de los dos rehenes

El secuestrador era un iraní con antecedentes de delitos, inestabilidad mental y violencia. No figuraba en ninguna lista.

Australia en estado de shock por la muerte de los dos rehenes
Australia en estado de shock por la muerte de los dos rehenes

La toma de rehenes en un café del centro de Sydney se saldó ayer con tres muertos, entre ellos el secuestrador, un islamista radical de origen iraní que actuó en solitario y fue abatido por las fuerzas especiales, quedando toda Australia en estado de shock.

El primer ministro australiano, Tony Abbott, señaló que el secuestrador, identificado por varios medios como Man Haron Monis, de 50 años, un religioso nacido en Irán, “tenía un largo historial de delitos violentos, extremismo e inestabilidad mental”.

Abbott admitió que Monis no figuraba en ninguna lista de sospechosos de los organismos de seguridad a pesar de sus antecedentes, mientras el gobierno es blanco de duras críticas por el episodio

Al ser preguntado acerca de por qué Monis estaba libre y ni siquiera era vigilado, el primer ministro respondió: “Es la misma pregunta que nos hicimos en la reunión de del comité del Consejo de Seguridad Nacional”.

Los comandos de la policía utilizaron granadas de percusión y sus armas convencionales al intervenir en el Lindt Chocolat Cafe, en Martin Place, una explanada peatonal ubicada en el corazón comercial de la más grande ciudad australiana.

Los efectivos tomaron por asalto el lugar tras escuchar disparos, y el secuestrador murió durante el inmediato tiroteo, explicó Andrew Scipione, jefe de policía del Estado de Nueva Gales del Sur.

También murieron en el asalto dos rehenes: Tori Johnson, de 34 años de edad, gerente del lugar, y Katrina Dawson, abogada de 38 años y madre de tres niños. Además resultaron heridas seis personas. En total, fueron tomados 17 rehenes.

Abbott añadió que a medida que avanzaba el asalto el secuestrador “trató de inscribir sus actos en el simbolismo del culto de la muerte del Estado Islámico”, el grupo yihadista que siembra el terror en parte de Siria e Irak, y contra el que Estados Unidos armó una coalición internacional de la que forma parte Australia.

Ayer hubo una ceremonia de plegarias en la catedral St Mary's, muy cercana al lugar del drama, ocurrido en Martin Place, en pleno corazón de Sydney. El arzobispo Anthony Fisher evocó el “corazón roto” de la ciudad.

Las motivaciones del atacante seguían sin estar muy claras.

Por su lado, la empresa chocolatera suiza Lindt, propietaria del café, dijo en un comunicado estar “devastada” por el desenlace de la toma de rehenes.

El mendocino que estuvo a una cuadra

Juan Torales, de 30 años, es un mendocino que hace 10 meses vive en Sydney, Australia. En su imaginario por vivir en una ciudad “casi perfecta” pasó de todo, pero nunca pensó en presenciar a pocos metros de distancia una toma de rehenes.

El bar que fue noticia mundial está en pleno centro. “Es como si hubiera pasado en plena Peatonal”, contó Juan a Los Andes desde el otro lado del mundo.

El mendocino se enteró de la toma cuando amanecía el lunes por varios mensajes que llegaron de amigos y familiares que le preguntaban si estaba bien. El epicentro de la tensión estaba a 7 cuadras de su casa en Sydney.

“Cuando me enteré ahí nomás agarré y me fui. La ciudad estaba totalmente cambiada. Estaba todo cortado, no había transporte público. Era muy raro verlo porque porque es una ciudad súper tranquila”, contó el godoicruceño que emigró en busca de aventuras grabando un programa de turismo.

“Yo estuve separado a una cuadra, con la gente de prensa. Mucha gente llegaba con comida, con bebidas, como si fueran a ver una película. Fue muy raro porque era muy cerca y cualquier persona podía acceder y ver cómo trabajaba el grupo comando. Muchos se tomaban fotografías de recuerdo”, afirmó.

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