Aún en crisis el camino debe ser ético

Aún en crisis el camino debe ser ético
Aún en crisis el camino debe ser ético

Este tema del COVID19, ha dejado en descubierto muchos aspectos que nuestra sociedad debe repensar.

Uno, por ejemplo, es la determinación de las actividades llamadas “esenciales”.

Según la Real Academia Española, esencial significa sustancial, principal, notable.

Así, entonces, el gobierno nacional y, subsidiariamente, el provincial, han ido estableciendo las actividades esenciales para el funcionamiento de nuestra comunidad.

Nadie duda cuando se mencionan aspectos vinculados a la salud, a la seguridad, a la provisión de energía, a la logística y consumo de alimentos, etc.

Si nos ponemos a analizar, todas las actividades son “esenciales”.

Si no lo son para la sociedad, al menos son esenciales para quien las ejerce, para su familia y para su entorno.

De manera que si todas son esenciales, deberíamos revertir el criterio de selección para determinar, en épocas de crisis, cuáles se autorizan y cuáles no.

Esto es, no debemos hablar de las esenciales, sino que debemos detectar las prescindibles.

Y serán prescindibles todas aquellas que no hagan al devenir de la actividad regular de la sociedad y que, sin ellas, se produzcan inconvenientes en la vida normal de nuestros ciudadanos.

Atento a que en Mendoza gozamos de estadísticas muy satisfactorias, se ha decidido autorizar las actividades industriales (razonable), las comerciales, bares y restaurantes (lógico, también), el servicio doméstico (necesario para quien lo ejerce, no tanto para quien lo recibe) y -aquí viene la perlita-, para las agencias de lotería y quiniela.

Nadie desconoce que el juego, oficial o clandestino, sólo beneficia “a la banca”, sea oficial o clandestina.

La lotería y, especialmente, la quiniela -con sus cuatro sorteos diarios-, sólo es de interés e imprescindible para dos tipos de ciudadanos: los ludópatas que no pueden vivir sin jugar; y aquellos que, ilusionados con el tesoro al pie del arcoíris, se juegan los últimos 200 pesos de la quincena, para ver si se salvan.

La falta de cumplimiento de las obligaciones impositivas han puesto, a nuestro Estado provincial, en una situación conflictiva.

Pero, no debemos dejarnos presionar por las urgencias económicas.

La quiniela no es sustancial, ni principal, ni notable… luego, no es esencial para nuestros ciudadanos.

El camino debe ser ético.

Salvando las distancias, hoy el Estado patrocina el juego (4 quinielas y varios casinos incluidos).

El Estado nacional patrocina el tabaquismo y mañana, como es el caso de Uruguay, intentará ingresar en el mercado de las drogas, con excusas diversas y elegantemente presentadas.

Tal vez, en el futuro (si ANMAR, Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina, se lo permite), podamos acceder a un servicio estatal de prostitutas, debidamente protocolizado y con garantía de un final feliz.

La quiniela, como se expresó, está claramente entre las actividades prescindibles, así como los Casinos, los lugares donde nuestros adolescentes hacían “la previa”, los boliches donde cada sábado se emborrachaban, a veces se drogaban y terminaban en batallas campales, nuestros jóvenes.

Si buscamos lo prescindible, por descarte, encontraremos lo esencial.

Como dije…   el camino debe ser ético.

Dr. Horacio Cuervo Zenié - DNI 6.902.65

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA