Productos básicos de una canasta alimentaria que este diario viene relevando, aumentaron en el lapso de un año hasta 130%. Éste es el caso del aceite de girasol que pasó de costar -de enero de 2016 a enero de 2017- $ 18,90 el 1,5 litro, a $ 44,19, misma presentación. De este modo, este producto, así como otros, subieron por encima de la inflación de 2016. Según las consultoras privadas, el año pasado dejó una inflación del 41%.
La canasta mencionada fue -en su momento- elaborada en función de listas de Precios Claros en las cadenas de supermercados de la Provincia. Así, se analizó el costo de llenar un changuito con 33 artículos de primera necesidad. En este contexto, la misma se ubicó en enero de 2016 en $ 4.137,99 para una familia tipo de cuatro personas -dos padres y dos hijos. Mientras que en enero de este año, llenar el changuito con la misma cantidad de productos costó $ 4.854,24.
Para expresar cómo impactan los aumentos en la CBA de una familia, se toma como referencia el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), el cual actualmente es de $ 8.060. Teniendo en cuenta que en un hogar tipo, madre y padre trabaja, el ingreso mensual equivale a $ 16.120.
Por lo tanto, la canasta de 33 productos representa el 30% de los ingresos de una familia tipo.
En enero de 2016, el SMVM era de $ 6.060, lo que dejaba una entrada mensual de $ 12.120. En ese entonces, la CBA representaba el 34% de dos SMVM. Esta disminución está dada -principalmente- porque en enero se actualizó el salario, pasando de $ 7.560 a $ 8.060.
Los que más crecieron
Como se dijo, el aceite Cañuelas de 1,5 litros fue el producto dentro de la canasta que mayor incremento tuvo en el último año. De este modo, en enero de 2016 estaba a $ 18,90 mientras que en el primer mes de año el mismo ítem pasó a valer $ 44,19.
Según los especialistas, este producto estuvo -durante la gestión de Cristina Fernández- dentro de Precios Cuidados. Luego, en el mandato de Mauricio Macri, los aceites dejaron de estarlo. Por lo tanto, esto provocó que su precio se disparara, según explicó José Vargas, de la consultora Evaluecon.
Además, semejante aumento obedece también a la caída de un acuerdo que existió desde 2008 hasta fines de 2015 entre el Gobierno nacional y la industria aceitera argentina. El mismo aseguraba un cupo fijo de venta para consumo y otro tanto para la exportación, por lo que así mantenían un precio congelado, el cual se mantenía a fuerza de un fideicomiso privado que subsidiaba el valor interno del producto. Desde junio de 2016 se eliminó dicho acuerdo y el precio del producto quedó liberado.
Algo similar pasó con la leche, uno de los productos que siempre está en el tapete. Según el producto analizado por este medio, el sachet Sancor de 1 litro pasó de valer $ 11,59 a $ 19,50 en enero de este año. En este caso, su valor se elevó 68%, porcentaje superior a la inflación 2016.
Según describió en su momento Pablo Salvador, de Fundación Ideal, lo que sucedió con este producto es que los precios de la materia prima -leche cruda- desde hace más de un año están muy por debajo de la rentabilidad del productor. Frente a ello, es que muchos tambos han tenido que cerrar y la oferta disminuyó. De hecho, en Mendoza la situación de los tamberos es crítica.
A ello se sumó que el año pasado hubo diversas inundaciones que afectaron a las cuencas lecheras de Santa Fe y Córdoba. Por una cuestión coyuntural y otra estructural la oferta cayó durante 2016 “elevando el valor de la materia prima”. En menor medida, el costo del flete influye y afecta el precio final.
A diferencia de lo que pasó con el aceite, el Gobierno de Macri no intervino para regular su precio y, de hecho, el año pasado, el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, culpó del incremento a un manejo empresarial que “preferían hacer queso antes que leche”, ya que el primero de ellos les dejaba mayor margen de ganancia. Desde el sector se opusieron a estas declaraciones y explicaron que los cierres de tambos se debían a las inundaciones y falta de rentabilidad.
Otro producto -aunque con cifras más cercanas a la inflación-fue el de sal fina Dos Anclas, en su presentación de 500 gramos. A comienzos del año pasado se hallaba a $ 10,25, mientras que en el primer mes de 2017 se ubicó en las góndolas a $ 14,50. Esto dejó una suba interanual del 41%.
Similar fue el caso del azúcar de 1 kilo de la marca Ledesma, que en enero de 2016 estaba en los supermercados locales en un promedio de $ 10,85, mientras que este año llegó a valer, en enero, $ 15,35; lo que dejó un incremento del 41%.
En los tres casos recién expresados las subas durante febrero continuaron y -por ejemplo- el aceite se encuentra hoy en los supermercados a $ 48 y el azúcar a $ 16,45, lo que deja un incremento entre enero de 2017 y febrero de 2017 del 9% y 7,1%, respectivamente.
Los que menos subieron
Más allá de estos ítems, hay otros productos dentro de la canalizada por Los Andes que aumentaron por debajo de la inflación de 2016. Éste fue el caso, por ejemplo, del pan que estaba a $ 30 el kilo y hoy se ubica a $ 35, lo que marca una suba del 16%.
Similar comportamiento tuvo el precio del arroz Lucchetti de 1 kilo, que pasó de valer en enero del año pasado $ 18,90 a $ 22 en enero de este año, lo que dejó una suba interanual del 16%. En la canasta de 33 productos, con una suba del 26%, se ubicó el incremento del precio de los fideos mostachol Manera, que aún siguen en la lista de precios cuidados. Este producto valía en el primer mes de 2016 $ 8,61 y en enero pasó a valer $ 10,92.
Con un incremento del 12% en el precio se registró a la harina de trigo Cañuelas. El año pasado costaba $ 6,98 y en enero de 2017 $ 7,85. Finalmente, otro producto de gran incidencia en las familias es la manteca. En este caso, su valor pasó de $ 63,89 a $ 79,90 dejando un incremento del 25%. No obstante, el precio de este ítem también se elevó durante febrero y la presentación de La Serenísima 500 gramos, se puede encontrar en algunos supermercados de Mendoza a 89 pesos, por lo que ahora en febrero se sitúa 11% más cara.
Finalmente, el caso de las verduras y frutas, en el interanual, la suba promedio fue del 14%. Mientras, para las carnes el incremento de la canasta de productos fue del 19%. En ambos casos, se toma en consideración carnes, verduras y frutas para una familia tipo. En este sentido, es que se releva en función de la cantidad necesaria para comer durante un mes.