Aumentó la desocupación para las mujeres jóvenes

Este segmento laboral sumó 2% entre el último trimestre de 2016 y el de 2017.

Aumentó la desocupación para las mujeres jóvenes
Aumentó la desocupación para las mujeres jóvenes

A fines de marzo se anunció con bombos y platillos una disminución en las tasas de desocupación tanto en la provincia como en el país. Sin embargo, esta realidad no ha sido “ley pareja” ya que un sector en particular no reflejó el mismo escenario.

El segmento de las mujeres jóvenes, menores de 29 años, es el único que registró un aumento, dato que expresa la problemática de la inserción laboral de este grupo.

Son vulnerables entre los vulnerables, ya que son justamente los jóvenes de ambos sexos los que presentan más proporción de desocupados.

El cuarto trimestre de 2017 este segmento femenino presentó una tasa de desocupación de 9,2%, según la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE). El mismo período del año anterior había sido de 7,2%, es decir que presentó un aumento de 2 puntos. Aunque con altibajos, el resto de los trimestres se aprecia una tendencia similar. El nivel más alto de los últimos 2 años se observa en el tercer trimestre de 2017 cuando alcanzó 11,4%.

Las demás categorías mostraron un descenso en la cantidad de desocupados, tal el caso de los varones de la misma edad que en los últimos 3 meses de 2017 presentaron 2,4% frente a los 4,7% de 2016.

Hay que aclarar que se entiende por desocupada a una persona que busca trabajo activamente pero no lo consigue. 

La proporción de mujeres jóvenes afectadas superó ampliamente a la media provincial de finales de 2017. Por aquel entonces estaba en esa situación 2,7% de la población económicamente activa mientras que las mujeres jóvenes triplicaron ese indicador (9,2%). Incluso mucho mayor que el de sus pares de entre 30 y 65 años de cuyo grupo estaba desocupado 2,6%.

"La maternidad y el cuidado las saca del mercado de trabajo", remarcó Claudia Anzorena, investigadora del Incihusa de Conicet, quien trabaja sobre Políticas Públicas y es autora del libro "Mujeres en la trama del Estado". 

Explicó que por un lado a las mujeres les cuesta más acceder al empleo registrado pero además "la trayectoria laboral de las mujeres es mucho mas accidentada que la de los varones" en tanto salen del mercado por cuestiones vinculadas a la división sexual del trabajo, por ejemplo cuando quedan embarazadas o por cuidar niños. Ocurre también en mujeres mayores que deben cuidar enfermos.

Brecha

De todas formas, los números reflejan una problemática clara: la desocupación siempre afecta más a las mujeres. En términos generales, la cantidad de desocupadas duplicó y más a los desocupados: 4% versus 1,7%.

“No sólo hay un aumento del desempleo femenino sino, además, la brecha entre los géneros”, resaltó Anzorena.

“Hay una tolerancia diferencial al desempleo. Las sociedades toleran más el de las mujeres que el de los hombres. El de ellas no se toma como un problema social de la misma envergadura que el de los varones”, explicó. Esto se pone de manifiesto en que cuando hay desempleo en varones hay políticas para que regresen al mercado de trabajo. En cambio a las mujeres se las trata de ayudar de otra manera como planes sociales.

Señaló que a nivel mundial se advierte que si bien ha habido cambios en el mercado laboral no se ha reducido la brecha de empleo y desempleo entre los varones y las mujeres. 

Por otra parte comentó que “cuando hay situaciones de crisis con desempleo se privilegia el empleo al varón porque se los considera proveedores primarios y a ellas secundarias pero ya no vive una familia con un solo salario”.

También hay una brecha en cuanto al tipo de trabajo al que acceden. "Hay una feminización de la pobreza: aunque las mujeres se están incorporando más al mercado de trabajo, hay tareas prestigiadas, tecnificadas, que ocupan generalmente los varones", destacó Silvina Anfuso, directora de Género y Diversidad. Es lo que se conoce como "techo de cristal".

Más difícil es cuando la formación es escasa, como si el mercado no tuviera espacios para ellas o no pudieran encontrar las oportunidades. 
"Cuando se busca un trabajo se requiere un nivel de formación que muchas mujeres no tienen: cómo armar un currículum, qué buscar y cómo", reconoció Vilma Jilek, presidenta de la Fundación Accionar que trabaja con sectores vulnerables. "Buscan trabajo sólo en lo doméstico, como que no pueden ver que hay otras cosas", agregó. Pero dijo que hay posibilidades a las que pueden acceder con sólo realizar breves cursos de formación como acompañamiento geriátrico, inyectable y que son capacitaciones que están apareciendo últimamente destinadas a ellas.

Destacó que es sorprendente “la mano que tienen para poner cerámicos y pintar paredes. Son más prolijas y detallistas pero para eso hay que capacitarlas”.

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