El presidente Alberto Fernández tendrá la tarea de definir el aumento para los jubilados que debe darse en marzo en cuanto regrese de su viaje por Europa, y desde el ministerio de Economía, Trabajo y Anses ya barajan dos alternativas posibles: una suma fija para todos los jubilados, o una suma fija más un porcentaje de incremento.
En cualquiera de los escenarios, el Ejecutivo buscará achicar la pirámide jubilatoria para que quienes menos ganan reciban un porcentaje mayor de incremento. Restará saber si el porcentaje y el aumento general respetarán el 11,56% que hubiera correspondido al incremento obligatorio que se daría con la fórmula macrista.
Alternativas posibles
En caso de que se dé un incremento fijo de $1.250, más un porcentaje del 3% para todos los jubilados y pensionados, el salario pasaría de $14.068 a $15.740, logrando un incremento del 12%. Pero para los que cobran $30.000 el incremento sería del 7,2%, según calculó el economista Ismael Bermúdez para Clarín.
Con esta opción, el aumento global sería del 9%, y el ahorro fiscal con respecto a la fórmula suspendida alcanzaría los $60.000 millones en 2020.
“De acuerdo a los rangos de haberes se estima que 4,5 millones de jubilados y pensionados recibirían poco más del 11,56%, y los restantes 2.800.000 profundizarían el retroceso de sus ingresos”, estimó el economista.
En el segundo caso, la suma sería fija y la determinará el Ejecutivo nacional por decreto.
Estos aumentos alcanzan a los jubilados y pensionados del régimen general, no a los docentes nacionales, docentes universitarios, investigadores científicos, del servicio exterior, jueces y magistrados, quienes mantienen sus propias fórmulas de movilidad.
Cualquiera de las dos alternativas se tiene que definir esta semana para que la Anses pueda realizar los ajustes internos y enviar los fondos a los bancos para que los beneficiarios del sistema tengan sus haberes depositados la primera semana de marzo.