Como cada vez que ocurre -o que se conoce-, el fallecimiento el martes de un niño de un año y siete meses por presunto maltrato infantil conmociona, duele, irrita, cuestiona, sacude. Difícilmente pueda pasar como una noticia más perdida en la maraña de información, de alguna manera algo provoca.
Con la sociedad todavía tratando de digerir este caso, se conoció ayer que otro bebé de 3 meses se encuentra internado en el hospital Notti desde hace tiempo con sospechas de ser víctima de la misma situación (ver aparte).
Si bien cada tanto trascienden algunos hechos similares en los medios, son sólo una muestra; la realidad indica que el maltrato infantil, en sus diferentes variables, va en aumento. Así lo reconocen autoridades del Programa Provincial de Atención del Maltrato a la Niñez, Adolescencia y Familia (PPMI) y lo confirman las estadísticas. Si en 2011 el programa atendió a 5.906 niños y adolescentes menores de 19 años, en 2012 fueron 6.406 los casos (en el año en curso aún no se ha relevado toda la información).
"A nivel provincial se observa un aumento. Esto tiene que ver no sólo con que haya más casos sino con que hay una mayor incorporación de personas a los programas y por ende mayor registro", explicó Natalia Lucero, jefa del Área Estadística del Programa.
Señaló que se trata de resolver localmente las situaciones que se presentan en las Unidades Especializadas departamentales que funcionan en centros de salud y hospitales públicos, mientras que los casos que requieren un abordaje más complejo son derivados al hospital Notti, donde hay un mayor nivel de especialización.
Para entender las causas del fenómeno, la funcionaria explicó que "la situación de violencia en el entorno de la familia es una situación estructural de la sociedad". En cuanto a los pequeños que llegan a los servicios de salud en condiciones de extrema gravedad, dijo que "las intervenciones a veces resultan insuficientes porque es tanta la violencia que el Estado no la alcanza a cubrir".
Más maltrato psicológico
En los últimos años también se registraron cambios en cuanto al tipo de violencia hacia los menores. Si bien en 2011 la mayoría de los casos correspondían a agresiones físicas, el año pasado el maltrato psicológico fue el más común, triplicando la cantidad de hechos respecto del relevamiento anterior.
Además, se observó un incremento del abandono y la negligencia, que se duplicaron. Sin embargo, el maltrato físico no atenuó su presencia sino que se mantuvo prácticamente igual. Así, este último en 2011 abarcó el 33% de los casos y el 28% en 2012, mientras que el psicológico subió de 12.8% a 31% en el mismo período.
Son los niños en etapa escolar los que engrosan las estadísticas como víctimas, ya que después de esta edad los adolescentes cuentan con otras herramientas para hacer frente a la situación.
El programa terminó 2012 con 11.865 personas incorporadas para el abordaje de su situación, que requiere la participación de toda la familia. Por ello, tienen entre 20 y 49 años quienes tienen más presencia allí, debido a la concurrencia de los padres.
Un documento estadístico elaborado por el programa detalla que si se segmenta por la edad a quienes fueron atendidos en las unidades departamentales, fueron 107 los niños menores de un año, 385 los un año, en el rango de 2 a 4 años 1.013 , de 5 a 9 años 1.751, de 10 a 14 años 1.598, de 15 a 19 1.552, es decir un total 6.406 niños, niñas y adolescentes. En tanto, de más de 65 años se asistió a 165; y 647 personas sin registro de edad.
Madres concientizadas
El programa busca generar más conciencia en las madres para fortalecer la prevención, por lo cual son abordadas en servicios de Neonatología de varios hospitales. Así, se busca llegar fundamentalmente a mujeres en situación de vulnerabilidad social y educativa o muy jóvenes. Es justamente por eso que éstas fueron el 67%(7.471) de las personas asistidas el año pasado y los hombres el 33% (3.745).
La mayoría de las derivaciones surgen de la línea 102, pero a ello se suma aquellas que provienen de los equipos de salud, la Justicia y las escuelas. "En el año 2012 el PPMI en la Provincia de Mendoza ha atendido a 6.406 niños, niñas y adolescentes, que representan el 67% de las personas bajo programa; mientras que los adultos representan el 48% (en su mayoría de sexo femenino)", destaca el documento citado antes.
Aclara que estos últimos son personas que acompañan al menor de edad y concluye que los casos aumentaron 8,4%, lo que significa que hubo 500 niñas, niños y adolescentes más maltratados que en 2011.
Otro dato que se destaca es que la mayor proporción de asistidos se concentra en Maipú, con 21%, seguido por el Valle de Uco con 12%. Por otra parte, 85% de los derivados no tuvieron cobertura de obra social, mientras que del 15% restante la mitad correspondieron a los planes Nacer y Óseo.
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