Aumenta la transferencia de bodegas

La suma entre vendidas y alquiladas en Mendoza llega a 22 establecimientos. La cifra casi duplica las operaciones registradas por el INV en 2014. Impacto por bajos precios.

Aumenta la transferencia de bodegas

El negocio está difícil para todos los eslabones de la cadena. Mientras los productores afrontan los precios más bajos de los últimos 30 meses, las bodegas, principalmente, las trasladistas, enfrentan recortes en su personal y los que no pueden seguir adelante venden los inmuebles.

Así las cosas, según datos provistos por el INV, en lo que va del año 8 bodegas fueron vendidas y 14 alquiladas. Mientras, en todo 2014, en las dos operatorias, sólo se registraron 13 movimientos.

Una de las zonas más afectadas por tratarse de la mayor productora de vino genérico, es la Zona Este, donde hasta el momento 4 empresas se vendieron pero se asegura que hay muchos establecimientos en venta que no han encontrado comprador.

“Como todos tienen dificultades, la gente defiende la bodega. Pero la verdad es que se escucha mucho ruido sobre gente que tiene en venta la bodega o la finca, ya que la situación se complica”, comenta Mauro Sosa, gerente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este (VyB).

Agrega: “Este tema lo estamos viendo con mucha preocupación porque mucha gente quiere desprenderse de sus establecimientos porque no le dan los costos. Acá hay que tener en cuenta que no le va mejor a otras bodegas de otras zonas, es parejo. Esto corrobora el problema que se viene acumulando desde hace unos años y del que nosotros advertimos en el último Almuerzo de fin de cosecha que realizamos”.

Para Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, el escenario se agrava. “Si bien entre nuestros asociados que son 250 bodegas no estamos viendo cambios, lo cierto es que hay ruido en la industria y es lógico que algunas bodegas pasen de una mano a otra por la crisis. Por un lado, tenemos las empresas que están alquilando vasija para guardar el vino que tienen; por otro, quizá hay personas que salen del negocio”.

Mucha oferta
Los números del INV indican que se han vendido 8 bodegas en todo el país: cuatro en la zona Este, dos en la circunscripción de la delegación Mendoza, una en San Juan y una en Cafayate. Los agentes inmobiliarios del sector aseguran que los negocios, debido a la baja rentabilidad de la industria, están prácticamente parados.

“Con estas condiciones macro que se dan para las economías regionales, el negocio vitivinícola no es muy atractivo, por lo que es muy bajo el porcentaje de negocios que se generan. No hay una gran oferta para vender empresas mal vendidas, a los precios que eventualmente se pretenden comprar. No hay muchos compradores. Nadie quiere comprar a los precios que se ofrecen. Hoy no hay gente que quiera malvender; hacen otro tipo de operaciones; alquilan o esperan mejores tiempos”, señala Manuel Otero, de Otero Propiedades.

Por su parte, Miguel Astorga, presidente del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Mendoza, indicó que “en un año quizás se cierran dos o tres negocios de venta de bodegas. El mercado está parado, salvo casos esporádicos. Ofertas hay y muchas, lo que faltan son compradores. Cuando uno habla de bodegas los montos por lo general están ligados con el dólar por lo que además de la falta de interés en la industria, hay un problema por la diferencia entre una cotización y la otra”. Para Astorga “hoy quien vaya a invertir en la industria tiene que ser muy audaz, porque el negocio no está en su mejor momento. Hay muchos que quieren vender pero no hay quién compre”.

Todo está a la venta
Tanto en la zona Este como en otras regiones, los representantes gremiales sostienen que todo está en venta y que sólo faltan personas que quieran invertir en la industria.

Para Gabriela Lizana, de Aproem, la cantidad de tierras transferidas en el Este es importante.

En este sentido, afirmó que “la transferencia de tierras a manos de los más grandes es muy grave. Hoy lo que pasa es que el grande planta y el chico abandona o las malvende. Además está el problema de la baja productividad en donde un productor termina sacando 100 quintales por hectárea y eso tampoco es rentable”.

Lizana sostuvo “si alguien compra es porque está haciendo un negocio inmobiliario, es decir, compra muy barato para vender caro después. Lo que más se da hoy es que la finca se trabaja en parte o se trabaja menos, o se abandona sin perder la tierra con la esperanza de que algún día los líderes actuales de la industria cambien y venga gente nueva que entienda que el productor no es descartable”, señaló.

El productor Diego Jofré, quien este año admitió que, por los bajos precios de las 23 hectáreas que tiene, sólo levantó 8 hectáreas, aseguró que tiene en venta la finca que se encuentra en Rivadavia.

“He tenido que realizar las labores culturales en toda la finca, entonces ahora cuando podamos pitón, para ahorrarme el atado también se tiró el fruto que quedó de la cosecha pasada al piso, para evitar la multa de Senasa por el tema de la polilla de la vid.

“El tema es que por más que tenga la viña a la venta, nadie compra, por lo que estoy a la expectativa de lo que pueda suceder”, indicó Diego Jofré, productor del distrito de Los Árboles, en Rivadavia .

Javier Palau, presidente del Centro de VyB, puso su situación particular como ejemplo de lo que le está sucediendo a todos los productores en la zona Este.

“Está todo muy malo. Tuve que vender una finca para poder trabajar la otra. Es ilógico, se están haciendo operaciones de mosto sulfitado a $ 1,30. Hoy te digo que hay que esperar después de esta crisis a ver quién queda en pie. No hay retorno, las bodegas y las empresas cierran”.

La situación es grave si se tiene en cuenta que, por ejemplo, el mosto sulfitado, traccionado por un precio internacional menor a lo esperado, se ubicó según datos de la Bolsa de Comercio de Mendoza en $ 1,28 para agosto, 46 centavos menos que en agosto del año pasado.

Pedro Marcuende, productor del departamento de Santa Rosa, indicó que este año perdió el 30% de su cosecha.

“¿Cómo seguimos? Yo no tengo una respuesta. He sacado la cuenta y por hectárea por año he perdido $ 11 mil pesos. No tengo de dónde sacarlos. El vino no vale y ahora que todavía mi finca está en marcha quiero venderla. Este mes no dieron el turno porque debía una factura de Irrigación. Ahora voy a tener un campo sin nada, porque ya ni regar puedo”.

Más de 170 despidos en la zona Este

En lo que va del año, por los bajos precios pagados al productor, en la zona Este se han registrado 170 despidos según datos provistos por el Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas - Soeva-.

“Todavía no terminamos de procesar la información de toda la provincia. Además de los despidos, estamos detectando que muchas empresas están declarando media jornada o algunos días no laborales con el fin de disminuir las cargas patronales”, indicó Luis Pedernera, secretario gremial de Soeva.

El representante gremial sostuvo que si bien una vez que detectan la irregularidad intiman a la empresa a que la regularice, “son los mismos compañeros quienes están asustados y temen perder el trabajo, los que no denuncian lo que está sucediendo”, dijo Pedernera, quien aseguró que ante esto no hay mucho que se pueda hacer.

Pedernera reconoció que el sector está en crisis, pero advirtió que “con este tipo de maniobras que realizan las empresas, si bien el asociado cree que mantiene el puesto de trabajo, la indemnización puede llegar a ser menor a lo que le corresponde”.

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