En la finca de don Justino, en el Cordón del Plata, las máquinas están arrasando con las últimas raíces y cepas que quedaban del cultivo. Era un viejo parral que no daba mucha producción y el hombre decidió apostar a la nogalicultura, como han hecho muchos de sus vecinos agricultores en los últimos años en esta zona de Tupungato.
Los buenos precios en un mercado que se ha mantenido relativamente estable en el último tiempo, las excelentes condiciones agroclimáticas y la posibilidad de conservar la cosecha para el mejor momento de comercialización parecen ser las razones por las que el cultivo de nuez, en el último tiempo, ha avanzado exponencialmente en el Valle de Uco, en reemplazo de frutales de pepita, de hortalizas pesadas y hasta de plantaciones de viñedos con baja producción.
Esta realidad, que salta a la vista al recorrer cualquier paisaje rural tupungatino, quedó plasmada en estadísticas en el último "Censo de propiedades productoras de frutos secos y establecimientos postcosecha" que realizó el año pasado el Instituto de Desarrollo Rural e INTA, como parte de las actividades del Cluster de Frutos Secos de Mendoza.
El mismo mostró que la nogalicultura creció un 57% en la provincia en los últimos seis años y este incremento llegó al 65 por ciento en el Valle de Uco, donde se concentra el 82% de esta producción (4.323 hectáreas de nuez de las 5.242 has que hay en Mendoza). En una región netamente vitivinícola como lo es la valletana, la superficie de nogales pasó de 2.800 has en 2010 a 4.323 al año pasado.
Este avance -de unas 300 hectáreas por año- se registró en campos incultos, pero también arrasó fuertemente con los frutales de pepitas (hoy casi inexistentes en el Valle), los duraznos y también reemplazó gran parte de la horticultura tradicional de la zona.
"Dentro de todos los vaivenes y malas rachas que han tenido las economías regionales, la nuez mantiene hace tiempo un precio estable en el mercado. Eso es lo que uno prioriza y será por lo que la siguen eligiendo. Nosotros teníamos hortaliza, reconvertimos a nogal hace mucho y no nos arrepentimos", marcó Alejandro Coco, un productor de La Arboleda.
"Distritos netamente hortícolas, como El Zampal, La Arboleda y Zampalito hoy exponen grandes paños de nogales. En mayor medida, estos frutales han venido a reemplazar hortalizas pesadas (papa, zanahoria, ajo) que habían dejado suelos muy agotados y con gran incidencia de enfermedades que no afectan de igual manera a este cultivo", destacó Federico Fuligna, jefe de la Agencia Extensión INTA Tupungato y técnico asesor del cluster provincial de Frutos Secos.
Aunque la opción se frenó en los dos últimos años por los buenos precios que tuvo la uva fina; la nuez también había empezado a avanzar sobre los viñedos en el Valle de Uco, sobre todo en variedades no tan requeridas y en plantaciones añosas. Se pueden ver en la zona algunas propiedades, que históricamente tuvieron viñedos, devenidas en nogaleras.
"Este reemplazo pudo darse con plantaciones de baja producción, pero en el último tiempo el productor ha vuelto a confiar en el viñedo", sostiene Darío Palumbo, titular de Desarrollo Económico de la comuna de Tupungato. Para el funcionario, a la hora de priorizar por un cultivo se tienen en cuenta varias cosas: "mientras que la implantación de nogal es menos costosa -incluso hay productores que realizan su propio barbecho-, hay que esperar más años para tener producción; entre otras cosas".
Desde el INTA, contaron que estudian experiencias "aisladas y puntuales" de reconversión de viña a nogal. Por ejemplo, en el paraje tupungatino de Dubois, un productor ha optado por un reemplazo progresivo de su viñedo. Cada tres o cuatro hileras de uva, plantó un nogal. Dentro de cinco años, comenzará la erradicación de la viña y deberá completarla a los ocho años, para cuando los nogales ya estarán en producción. Mientras tanto, está la posibilidad de analizar el mercado y decidir seguir o no con el cambio.
En el Valle de Uco, hay 350 unidades productivas de nuez y el 47% tiene una extensión que va de 1 a 5 hectáreas (propiedad media: 3 has).
En crecimiento
"La nuez es un producto noble y con precios estables. Climáticamente, la zona del Valle de Uco da una nuez muy blanca y de gran calidad, porque tiene muchas horas de frío", sostiene Hugo Gotardini, empresario del sector, quien indicó la necesidad de avanzar en tecnificación y políticas para reforzar la producción y poder medirse contra Chile, hoy "nuestro máximo competidor". Este es uno de los desafíos del sector.
Fuligna afirma que la nuez se extendió en distintas zonas del Valle de Uco, “algunas que antes eran impensadas para este frutal”. Tupungato es el que tiene mayor presencia de este cultivo. De las 4.323 hectáreas de nuez sembradas en el Valle, 2.394 has pertenecen a este departamento, 1.285 has a Tunuyán y sólo 645 has a San Carlos.
Según señaló el ingeniero del INTA, en el último departamento las plantaciones se centran en Altamira y Casas Viejas. En Tunuyán, la nuez se concentra en el distrito oeste de Los Árboles. Mientras tanto, en Tupungato ha avanzado hacia distintas regiones: “en la zona baja se encuentra en el Cordón del Plata, El Zampal, La Arboleda; también hay muchas propiedades en la zona media, como en El Peral, y últimamente también se halla en la zona alta, el Camino del Vino o Gualtallary”.
Pequeños y medianos productores
Uno de los datos interesantes que expresó el último censo es que -si bien han surgido en el último tiempo emprendimientos de gran cantidad de hectáreas de nueces premium, como el de Groisman o Reina en el Valle de Uco- el cultivo aún constituye una economía mayoritariamente de pequeños y medianos productores.
En el Valle de Uco, hay 350 unidades productivas de nuez y el 47% tiene una extensión que va de 1 a 5 hectáreas (propiedad media: 3 has). “Desde el INTA nos interesa acompañar a este sector de la economía regional, porque favorece a muchas familias de productores”, apuntó Fuligna.
Esto es así, pese a que la superficie promedio por propiedad implantada con frutos secos a nivel provincial creció respecto de 2010. En el caso del nogal pasó de 6,4 a 10,1 hectáreas por finca, ayudada con las nuevas grandes propiedades que han surgido en el sector. Otro aspecto que resaltan desde el Cluster de Frutos Secos es que el 50 por ciento de los nogaleros tienen esta producción como su economía primaria. “El resto la tienen asociada con otro cultivo, generalmente con viñedos u hortalizas”, agregó el ingeniero.
Precio y desafíos del sector
Los productores nogaleros consultados marcan el crecimiento con fechas muy precisas. La apuesta fuerte a la nuez arrancó en los '90. Concretamente, se dio una reconversión de la variedad criolla a la Chandler desde el '88 y '89. En el 2003, comenzaron las exportaciones hacia el mercado europeo. “Siempre Argentina ha exportado un porcentaje mejor, el resto queda en el mercado interno”, señalan.
“Hasta el año pasado, veníamos con siete años de buena rentabilidad, con precios siempre en ascenso, aunque fuera en pequeño porcentaje. Este año se notó un freno en el precio, debido a la gran oferta y todavía enfrentamos la importación de nueces de Chile”, argumentó un productor de Tupungato.
El vecino país aparece como el productor más temido para los nogaleros locales. Sucede, que Chile hizo una fuerte apuesta a este cultivo en el último tiempo: empezó con menor porcentaje que Argentina y hoy produce más de 90 millones de kilos anuales, exponencialmente superior a lo que genera nuestro país. “Además, no paga impuestos en ciertos países, porque tienen convenios multilaterales de comercio”, consignaron.
Entre las necesidades que señalan desde el sector está la de dotar de tecnología y nuevas prácticas agrícolas las unidades productivas: mejorar la densidad de plantación, los sistemas de riegos, la conducción a través de la poda, fertilizaciones, etc. También, que el Estado apuntale con subsidios a los pequeños productores, en cuanto a la tarifa eléctrica, el combustible, etc.
Una realidad que, también, preocupa a los nogaleros es que en las últimas temporadas ha llovido mucho, lo cual se traduce en pérdida de calidad de la nuez. “No todos los productores tienen hornos y la estructura actual de secado es muy cara e insuficiente. Con los cambios que se están registrando en las condiciones climáticas, es imprescindible reveer la capacidad de secado: o a través de agrupaciones de productores o el análisis de créditos accesibles que los ayuden a equiparse”, dijo el ingeniero.
Riesgos de una producción monovarietal
En cuanto a las variedades de nogal que hay en Mendoza, el censo realizado en setiembre del 2016 mostró que casi el 80 por ciento corresponde a la variedad Chandler. Después, se encuentra un 2%de Franquette, 1% de Criolla, un 5% de variedades polinizadoras y un 18% no identificada.
“La Chandler es la que te brinda la mejor calidad, el mayor calibre y el mejor color. Produce nueces 'extralight', que son las que pide el mercado”, señala el empresario tupungatino Gottardini.
Prácticamente, la nogalicultura es monovarietal en la Provincia y esta condición tiene sus riesgos.”Nadie niega que la Chandler tiene un excelente comportamiento en la zona, pero llegamos a tener una bacteriosis en cierta época de la producción y nos quedamos sin nuez”, remarcó Fuligna.
Al INTA le preocupa esta situación, por ello hace tiempo que viene estudiando el comportamiento de 15 variedades alternativas. Para ello, desde el 2015 lleva adelante dos colecciones varietales en el Valle de Uco, donde estudia desde las condiciones fenológicas, hasta la rotación, floración y otros comportamientos de la planta, como cuál es más eficiente para el uso y capacidad actual de secado. Una colección se encuentra en San José, Tupungato, y otra en la agencia del INTA en La Consulta. Existen otras cuatro repartidas en la provincia.