Aumenta la demanda de milagros - Por Rodolfo Cavagnaro

Aumenta la demanda de milagros - Por Rodolfo Cavagnaro
Aumenta la demanda de milagros - Por Rodolfo Cavagnaro

A medida que avanzan los días, los aumentos de tarifas de servicios públicos van complicando las negociaciones  paritarias. Estas tarifas influyen en los índices inflacionarios, ya presionados por la excesiva creación de moneda para sufragar el déficit público.

En el medio, el gobierno recibe presiones para no avanzar con los aumentos, pero también para bajar la inflación y generar reactivación de la economía. Nadie quiere sacrificios y pretenden soluciones rápidas, como si el Gobierno tuviera herramientas secretas que no quiere utilizar.

Mientras las negociaciones avanzan los trabajadores, especialmente de clase media y media-baja, ven como los servicios avanzan de manera invasiva sobre sus presupuestos familiares y complican la economía familiar.

De hecho, ante la presión oficial de sostener un tope de incremento del 15%, todos los sindicatos, incluso los más cercanos al gobierno, respetan esta pauta pero con una cláusula de revisión en el mes de octubre.

Todas las proyecciones prevén que los índices de precios bajarán desde mayo y, hasta agosto, los especialistas creen que se estabilizará en 1,3% mensual y terminará el año cerrando en el orden del 20%.

El problema es que la situación de la economía argentina se resolvió encararla de manera gradual para evitar conflictos sociales y, lo que no previeron, que esta gradualidad hace que haya un mal humor creciente.

Si los aumentos se hubieran hecho de una o dos veces no es lo mismo que hacerlo en 10 veces. El gradualismo implica llevarse diez maldiciones en lugar de dos.

Los datos oficiales

Todos los datos que se vienen dando a conocer muestran que la evolución de la economía viene siendo positiva en algunos rubros. El primer trimestre mostró un récord de ventas de automóviles, aunque el 70% fueron importados de Brasil.

Por esta razón volvió a crecer un 20% el déficit comercial con nuestro socio y  no hay señales que vaya a disminuir, a pesar de las penalidades que podrían recibir las terminales. El déficit, solo de ese sector, en 2017 superó los u$s 7.000 millones

La actividad industrial mostró buen desempeño en el caso del acero, metales básicos, plásticos y asfalto, pero sigue cayendo la metalmecánica. Hubo una leve recuperación en la industria de alimentos y bebidas, aunque la actividad que lidera es la de la construcción y las industrias conexas.

Por el lado del empleo, los datos objetivos muestran un crecimiento del empleo. En el último año se habrían creado 400.000 nuevos puestos de trabajo, pero el último reporte del Ministerio de Trabajo muestra que en enero 2018, comparado con el mismo mes del año 2017, se crearon 53.000 empleos públicos, un 1,7% más, mientras que en el sector privado se crearon 73.400 puestos nuevos, un 1,2% más.

Desde distintos sectores se presiona al Gobierno por medidas que, en muchos casos, son contrapuestas e imposibles de aplicar en simultáneo.

Está claro que, a la luz de los datos oficiales, no ha cambiado nada la lógica imperante de tomar al empleo público como un seguro de desempleo.

Estos puestos, en general, se cubren por amiguismo o compromisos políticos, en desmedro del resto de los argentinos. La Constitución dice que "la idoneidad es el único requisito para trabajar en el sector público". Es el único que no se controla ni se verifica.

Otros datos muestran una evolución positiva en la disminución de los índices de pobreza, mientras que los últimos datos de recaudación revelan, también, un importante crecimiento en rubros vinculados a la actividad económica. Tanto el IVA (+57%) como impuesto al cheque (+34%), al igual que los aportes a la Seguridad Social (+29%). Todos estos rubros mostraron comportamientos por encima de la inflación registrada.

Con todas las explicaciones que se puedan dar, los datos viene mostrando una evolución positiva de los indicadores económicos, pero en el medio hay grandes demandas, en muchos casos fogoneados por la misma oposición, que fue la originante de la situación original.

Demanda versus realidad

El gobierno se encontró con un enorme déficit fiscal, a pesar de tener la presión impositiva récord. Además, el dólar estaba atrasado y debieron liberar el mercado cambiario.

Todo el déficit se financiaba con emisión monetaria, lo que generaba inflación, aunque la misma estaba escondida porque se manipulaban los índices. De la misma manera ocurría con el desempleo y la pobreza.

Cuando uno se pone a sumar la cantidad de demandas que recibe el gobierno desde distintos sectores, se encuentra con que hay un aumento notorio de demandas por milagros. Porque la única forma en que se puedan alinear las demandas sectoriales es con milagros.

La gente de la las franjas media se queja por la inflación, pero también se queja por las tarifas. La inflación es debida al gasto público y al déficit. Para intentar bajar ese déficit, el gobierno debía eliminar los subsidios sobre las tarifas de servicios públicos, por lo que era sabido que las mismas iban a aumentar en la medida que se acercaran a su valor real.

Por otra parte, las empresas presionan para que se bajen impuestos y los economistas profesionales presionan para que, además, se baje el gasto público.

Los sectores de la dirigencia social reclaman mayores prestaciones sociales (o sea mayor gasto), mientras los exportadores y las economías regionales reclaman todo lo anterior más una mayor devaluación del peso.

Para evitar males sociales y evitar para grandes costos políticos, el gobierno eligió un camino de gradualismo y, parece, ha sido el peor camino, porque no consigue satisfacer a ningún sector. El último embate se lanzó sobre la toma de deuda en el exterior para financiar el déficit, aunque es una estrategia compleja.

Si bien se limita la emisión espuria y sin respaldo, la expansión monetaria se produce igual, ya que el Banco Central debe emitir moneda para comprar los dólares ingresados por el Tesoro.

Como una parte se vende en el mercado, abundan los dólares y baja el precio de la divisa. Mientras tanto, el Banco Central intenta retirar una parte del excedente de moneda mediante la emisión de títulos (Lebac)

Por ahora el gobierno se mantiene firme pero cada paso del gradualismo es una queja y la gente se cansa de tantos aumentos (habría que ver qué hubiera pasado si se hubiera hecho un solo aumento de golpe).

Lo cierto es que el gradualismo le genera costos políticos, toda vez que la base electoral de cambiemos está enojada con el gobierno  no le reconoce ninguno de los logros ya que solo tratan de llegar a  fin de mes.

Milagros en economía no se pueden hacer. Las medidas que se deben adoptar son conocidas por todos y hubo consenso en que lo mejor era el gradualismo.

Las promesas son que en 2019 se percibirán mejor los resultados, con baja de la inflación y mejor crecimiento de la economía. De estos resultados dependerá el resultado electoral del año venidero.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA