El 80% de los productores vitivinícolas ha pagado el convenio de corresponsabilidad gremial, es decir, 10% menos que en 2013. La situación, aseguran, es consecuencia de la caída de los precios pagados al productor. Además también hay problemas para pagar la tasa de Coviar.
Datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) indican que en la actualidad existen 128 inscriptos inhabilitados por el pago de Coviar, en tanto, el convenio de corresponsabilidad tiene una tasa de morosidad del 20%.
Aun cuando causan preocupación, los datos no sorprenden, el presidente del INV, Guillermo García, sostuvo: “Los problemas que hoy tenemos que afrontar están relacionados con el precio del vino en el mercado de traslado. Las grandes fraccionadoras no han derramado los ajustes de precio que les brindó la Secretaría de Comercio. Entonces resulta lógica la situación”.
García sostuvo que es llamativo el escenario en el mercado de traslado ya que no sólo no hay aumentos de precios sino que hay una disminución. “El año pasado por los tintos se podía obtener $ 3 y este año estamos en $ 2,70. No hay derrame en la cadena. Si no cambian de actitud los fraccionadores, las cosas van a ir empeorando”, dijo el presidente del INV.
La diferencia entre lo recaudado este año y el año anterior ronda el 10%, es decir que en 2013 a esta época del año el 90% ya había abonado la tasa correspondiente.
Para Walter Pavón, de Bodegas de Argentina, la demora se debe a la difícil situación por la que está pasando el sector y particularmente el productor primario. “No hay razones intrínsecas del convenio sino de la situación macro que ha impactado como ya todos sabemos en la rentabilidad del sector primario y de las bodegas”, señaló.
Por su parte, Mauro Sosa, del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, estimó que “en pocos días opera el vencimiento de la tarifa sustitutiva de la cosecha 2014 y aún un alto porcentaje de contribuyentes no han podido cancelar la correspondiente a la cosecha 2013, lo que hace suponer que estaremos frente a una situación delicada toda vez que por este motivo se sumarán inmovilizaciones de vino”. Sosa agregó que “esta dificultad también se la planteamos a las autoridades provinciales y nacionales a fines del 2013 previendo lo que se avecinaba e insistimos recientemente pero una vez más cayó en saco roto cuando en realidad sólo pedíamos ciertas consideraciones especiales para cumplir con los pagos, bajo otras condiciones”.
En tanto, sobre las paralizaciones por falta de pago de Coviar, Sosa dijo que “cada mes se verifican más bodegas que entran bajo esta condición pero como la necesidad tiene cara de hereje, las bodegas se esfuerzan en cancelar para levantar la paralización, operar comercialmente y evitar endeudarse o suspender personal. Pero esto no significa que estén en plenas condiciones de afrontar el pago, muy por el contrario, hoy se siente como una verdadera carga y también como un obstáculo toda vez que en las escasas operaciones comerciales que se presentan, seguramente una de las partes está paralizada y cada situación tiene su particularidad. No se trata sólo de juntar el dinero y llevarlo al banco para ejecutar la des-paralización”.
