Los ajeros mendocinos respiran un poco más aliviados. Días atrás, Brasil renovó los aranceles para el ajo chino, endureciendo las medidas antidumping. La noticia abrió una veta de esperanzas para el preocupado mercado local y, aunque todavía en alerta, los productores de la provincia sostienen que esto los coloca en una mejor posición para negociar.
El anuncio lo hizo el ministro de Agroindustria, Marcelo Barg, hace poco más de una semana en un encuentro que mantuvo con productores del Valle de Uco (este oasis es el primer productor de ajo en Mendoza) y lo confirmó oficialmente. "Una buena entre tantos problemas", expuso el funcionario, en clara referencia a las heladas, "recién nos avisan que Brasil renovó el arancel al ajo chino, el cual subió de 0,52 dólares por kilogramo a 0,75".
Desde la Asocam (la cámara que nuclea a los exportadores de ajo) prefirieron ser cautos y no dar declaraciones. De todos modos, reconocieron que el arancel diferencial sobre la caja del producto chino se incrementaría de 5,20 dólares a 7,80, casi un 50 por ciento.
Lo que mantenía en vilo a los ajeros de la provincia era la posibilidad real de que Brasil quitara el gravamen al ajo chino, el cual vencía este mes. Lo que decidió el país limítrofe -respondiendo al reclamo de sus propios productores, al que se sumaron los mendocinos- fue renovarlo por un año más.
Gracias a esta actualización, la producción argentina podrá competir con la oriental a un mejor nivel. China es, actualmente, el mayor productor de ajo del mundo y, si bien posee un producto de menor calidad, lo ofrece a precios demasiado accesibles, incluso inferiores a los de los ajos brasileños.
De allí que las repercusiones de la medida brasileña, en una provincia que exporta hacia aquellas latitudes el 75 por ciento de su producción, no sean para nada menores. Más aún, en un momento en que el sector transita por una crisis. Las subas de los costos, la situación cambiaria, la incertidumbre respecto al mercado internacional llevaron a que se reduzca la superficie de este cultivo en la provincia, exponiendo el nivel más bajo de los últimos 17 años.
De 15.876 hectáreas en 2011, en ciclo 2012-2013 apenas se superaron las 8.000, según el Instituto de Desarrollo Rural. Y el retroceso continúa. Según datos de la Asocam, la superficie cultivada actual es de 7.500 hectáreas, mil menos que la temporada 2012-2013.
"Somos absolutamente brasildependientes. Si no salía lo del dumping, este año no vendíamos un solo ajo", expuso sin rodeos Gabriel Martín, un productor tupungatino. De todas maneras, el empresario reconoció que -pese al gravamen- el ajo chino sigue ganando mercados en el país vecino. El problema es que mientras el ajo en Mendoza pierde espacio, China incrementó en el último año un 35% su producción y un 10% la superficie cultivada con esta planta.
El hecho de que muchos ajeros se "hayan quedado en el camino"-como señala Martín- favorece el panorama para aquellos que siguen. "No nos podemos quejar de la comercialización de la temporada pasada. Sólo que al final la rentabilidad baja, porque nosotros producimos con dólar blue y vendemos a dólar oficial", apuntó el productor.
Datos del Ministerio de Agroindustria muestran que pese a que cayeron un 6% las exportaciones de ajo a Brasil (comparando de enero a junio de 2012 con igual período en 2013), la temporada viene bien. Para el Gobierno, "la rentabilidad aumentó un 43%", con lo cual relativizan la crisis del sector. El dato se sustenta en que en 2012 se despacharon 59.438 toneladas por 76 millones de dólares, mientras que este año se exportaron 55.838 toneladas a 109 millones.