Luego de que comenzaran a circular distintos audios de WhatsApp asegurando que el parrillero del famoso local de comidas Papito Barloa estaba infectado de Covid-19, Los Andes habló con la familia propietaria que desmintió esos mensajes y aseguró que están todos en perfecto estado de salud. Tanto Humberto Barloa como su esposa Josefina se mostraron muy angustiados por la situación.
“Son dichos feos, malos, porque se están hablando cosas que no son. Uno tiene un negocio y nos están afectando. Decían que yo estaba enfermo, que manden un médico y van a ver que estoy en perfecto estado. Con la familia grande que yo tengo, nietos chiquitos, yo mismo me haría ver si tuviera algo. Soy muy consciente y responsable”, comenzó asegurando Humberto “Papito” Barloa.
Además, él y su compañera de vida hablaron casi al unísono, desde la desesperación y la bronca también, para reafirmar que la familia goza de buena salud, que son personas de bien, que jamás le han hecho mal a nadie y que lo único que quieren es trabajar como siempre lo han hecho.
“Encima nosotros ni siquiera estamos atendiendo al público, trabajamos con delivery. Un nieto hace el reparto o el mismo Humberto a veces y tenemos a un sólo hijo metido en la parrilla. Además ese audio tratando de imitarlo a mi marido es falso también. Él no habla así y nunca le falta el respeto a nadie”, enfatizó Josefina Manqueo.
Con visible angustia, continuaron ambos relatando que están pasando por un momento muy malo con todo lo que esto ha generado. “Incluso para cuidarnos, ni siquiera nos hemos juntado la familia desde que empezó la cuarentena para no tener ningún problema. No pueden asustar a la gente de esa forma. Gracias a Dios estamos todos bien, pueden venir a vernos si quieren. Yo lo que he hecho ha sido trabajar toda mi vida, no me meto con nadie”, remarcó el Papito.
Sospechan el motivo de los audios falsos
“Muchachos ahí les tiro un dato de acá del barrio, el que se ha infectado es el hijo del Barloa...que tienen camiones y ha venido de Buenos Aires. Es portador...no hay que ir a comer ahí porque están todos los Barloa en cuarentena casi, así que tengan cuidado…”, dice parte de uno de los audios que están circulando.
Consultada la familia Barloa respecto a si sospechan de alguien que los haya querido perjudicar por algún motivo, Humberto contó: “Yo tengo otro negocio a la vuelta, un local grande, se lo presto a una mujer hace 4 años y medio para que viva. Ahora le pedí por favor que buscara otro lugar porque necesitaba el espacio y no ha querido irse. De ahí viene el problema parece, con el marido que es tachero”.
Esa mujer a la que Barloa acusó es una ex empleada del carrito, que habló con Los Andes. Ella alquila el piso superior de un local que está ubicado a la vuelta de la sandwichería. De acuerdo a su relato, Barloa le exigió que dejara el lugar, pero la inquilina no pudo hacerlo porque, debido a la cuarentena, no estaban habilitadas las gestiones inmobiliarias ni la mudanzas.
“De mi ex marido estoy separada hace 10 años así que no sé por qué lo menciona. Ahí vivimos yo, mi hija de 19 años y mi hijo de 15. Él me pidió el 15 de marzo que me buscara un lugar para que nos fuéramos; empezó a hablar bien, después subió el tono y hasta recibí amenazas”, indicó la mujer, que prefirió resguardar su identidad. Agregó que le cortaron los servicios de agua, luz y gas.
La ex empleada de Barloa negó rotundamente tener algo que ver con la difusión de los audios de WhatsApp. “No sé adónde quiere llegar, lo tengo en manos de abogados. En vez de limitarse a buscar de dónde vienen esos audios, ¿por qué me culpa a mí? Él va a tener que responder por las injurias que está haciendo”, sentenció.
De todas formas, la familia Barloa está trabajando con todos los cuidados correspondientes y la habilitación pertinente. A las 11 de hoy, nos despidieron para ir a prender la parrilla y comenzar a preparar sus famosos lomitos. “Duele y molesta, somos gente laburante. Además yo le doy de comer a 40 o 50 niños todos los días, nunca he hecho mal a nadie”, cerró Papito con desazón.