Una audiencia en la que podía resolverse el pedido de la querella para que Leonardo Hisa volviera a prisión, acusado de planear el asesinato de su ex esposa Norma Carleti, terminó ayer en escándalo con amenazas, acusaciones cruzadas y demoras en Tunuyán.
La audiencia estaba prevista para las 8.30. Según informó el portal InfoUco, en la sala de audiencias estaban todos menos Juan Carlos Guerrero y sus hijos. Los detenidos llegaron pasadas las 11.15.
Al comenzar, la querella tuvo duras expresiones contra el juez Fernando Ugarte, quien ha sido apartado de la causa. Quienes estaban en la sala se miraban sorprendidos por el tono utilizado por los abogados Federico y Victor Ábalos, quienes pidieron que todo lo dispuesto por el magistrado desde el 30 de octubre quede sin efecto. Entre esas disposiciones está la prisión domiciliaria de la que goza Hisa. Según Víctor Ábalos, el ex dirigente radical hizo una "puesta en escena" por la pérdida de 30 kilos para obtener ese beneficio.
Daniel Sosa Arditi, defensor de Hisa, desplegó una lista de las enfermedades de su cliente y ratificó la pérdida de peso estando en prisión.
El propio Juan Carlos Guerrero defendió a Hisa y señaló: "No lo han asistido. No tenemos atención médica (en la cárcel). Se nos han muerto tres personas allá en el pabellón. Sólo te dan una pastilla que sirve para cambiarla por un porrito". Momentos antes el mayor de los Guerrero había sido retirado de la sala al descompensarse.
Acusaciones y escándalo
Roxana Carleti, hermana de la empresaria asesinada, fue otra de las protagonistas de la jornada. El juez Balmes debió hacerla callar en algunas oportunidades.
Y cuando Juan Carlos Guerrero era retirado de la sala por penitenciarios, la mujer lo acusó de recibir dinero. "¿Te pusieron plata ahora, por eso te callas?", lanzó.
Pero el comentario más duro de la jornada fue el de Germán Gómez, uno de los hijos de Carleti, quien arremetió contra Hisa. "Tenemos al asesino intelectual, que por ser adinerado y con muchos contactos políticos, está en su casa tomando fernet, sentado en un sillón y mirando Netflix", lanzó. Y luego usó una metáfora entre la duración de una vela y la vida, en lo que en la sala se tomó como una amenaza, según InfoUco. "Con respecto a la velita: si no se apaga la apago yo", disparó Gómez cuando la audiencia llegaba a su fin.
El juez Oscar Balmes escuchó con atención los argumentos de las partes y al final dispuso un cuarto intermedio para estudiar todas las presentaciones efectuadas.
