Las provincias de Mendoza y de La Pampa avanzan en la negociación del diferendo que mantienen sobre las aguas del Río Atuel, en momentos en los que entre ambas provincias viene circulando una escorrentía de tres años continuos, ya que la última interrupción se registró en 2014. Y cuando -según la última medición- actualmente están ingresando a La Pampa 3.150 litros de agua por segundo por el cauce del Atuel.
El volumen permanece por debajo de los 5 mil litros por segundo reclamados como 'escorrentía permanente' por La Pampa en el texto del acuerdo firmado por los gobernadores de ambas provincias en 2008, que fue ratificado por la Legislatura de Santa Rosa pero que nunca entró en vigencia por la falta de tratamiento legislativo en Mendoza. Hay que hacer notar que 5 mil litros por segundo es un escurrimiento muy similar al que actualmente espera el pronóstico 2018 de Irrigación para el Río Malargüe (5.200).
También está por debajo de los 4.500 litros por segundo que La Pampa reclamó en su denuncia por 'daño ambiental' contra Mendoza, como "mínimo, permanente y continuo, para recomponer el ecosistema" del noroeste de esa provincia.
Ayer en el encuentro del Comité Ejecutivo de la Comisión Interprovincial del Atuel Inferior (CIAI) en Buenos Aires el grupo de trabajo presentó las mediciones llevadas a cabo en Jacinto Ugalde, La Pampa, y en Carmensa, Mendoza, sobre la cantidad y calidad de agua que está ingresando a territorio pampeano como 'drenaje de riego'.
"Están llegando 3.15 metros cúbicos de agua (3.150 litros) por segundo, lo cual es muy aceptable a esta altura del año", destacó el ministro de Gobierno de Mendoza, Dalmiro Garay. Mientras el subsecretario de Recursos Hídricos de La Pampa. Javier Schlegel, hizo notar que la medición en territorio mendocino alcanzó los 4 metros cúbicos, es decir los 4.000 litros por segundo.
De estos dos datos se desprende que hoy se están perdiendo por infiltración 850 litros por segundo a lo largo de los 140 kilómetros que separan a Carmensa, en General Alvear, de Jacinto Ugalde, muy cerca de Santa Isabel. Por lo que la impermeabilización de ese tramo del cauce (como ya se ha hecho con el Marginal del Atuel en General Alvear) empieza a aparecer claramente como obra prioritaria. Sería una especie de 'Canal Marginal' hacia La Pampa que podría elevar el nivel de la escorrentía a los 4 mil metros por segundo, en el límite interprovincial.
"De ninguna manera puede haber una suelta de agua para restablecer un caudal apto sino con obras que garanticen una mejora en la oferta del recurso hídrico", destacó ayer por escrito el gobierno mendocino de Alfredo Cornejo en la reunión del CIAI. "Es necesario dejar establecido un caudal mínimo fijo y de cumplimiento obligatorio que permita la recomposición del ecosistema", remarcó el del pampeano Carlos Verna también por escrito.
Las dos provincias acordaron ayer que mantendrán una nueva reunión el próximo 16 de enero. Allí se buscará avanzar en un acuerdo jurídico -tal como ordenó la Suprema Corte- con la presencia de representantes del Gobierno nacional. Mientras tanto se avanzará en los estudios técnicos que permitan definir cuál es "el caudal apto para la recomposición del ecosistema" (en el oeste pampeano), que La Pampa estimó inicialmente en 4.500 litros por segundo.
Se descuenta que un acuerdo futuro incluirá un compromiso de financiación conjunta o combinada de obra entre la Nación, Mendoza y La Pampa e incluso autorizaciones legislativas para que una de las dos provincias pueda destinar fondos para obras en la otra, Así se intentó en el fallido acuerdo de los ex gobernadores Celso Jaque y Oscar Jorge en 2008. En tanto, el actual gobierno mendocino refuerza su interés en avanzar en la construcción de la presa Portezuelo del Viento, sobre el Río Grande en Malargüe, desvinculándola de la marcha de la resolución del conflicto por las aguas del Río Atuel.
El pronóstico del Departamento General de Irrigación confirma que Mendoza transitará en 2018 su octavo año de emergencia hídrica, especialmente en los Ríos Tunuyán y Malargüe. Específicamente sobre el Atuel estima un escurrimiento de 27 metros cúbicos (27 mil litros) por segundo, es decir las tres cuartas partes de los históricos 35 metros cúbicos por segundo.
El conflicto entre Mendoza y La Pampa estalló a raíz de la construcción por parte de la Nación del complejo Los Nihuiles (1947) sobre el Río Atuel, lo que interrumpió el flujo permanente del caudal hacia La Pampa aún después del llenado de los embalses. En 1979 el gobierno de Santa Rosa presentó su primer demanda en la Suprema Corte y ésta determinó en 1987 el carácter 'interprovincial' del río (lo que benefició a Santa Rosa) y el derecho mendocino al uso de las aguas hasta irrigar 75 mil hectáreas (lo que benefició a Mendoza). Pero el tema no quedó resuelto definitivamente y los reclamos de La Pampa continuaron.
En 2014 un segundo planteo de Santa Rosa ante la Suprema Corte denunció 'daño ambiental' y el alto tribunal ordenó las actuales negociaciones entre ambas provincias para que se defina cuál es el caudal de agua que debe pasar en forma continua hacia La Pampa y cuál el plan de obras que lo haga posible en un río de montaña con régimen irregular de caudales. Las negociaciones se iniciaron el 12 de diciembre pasado con un encuentro entre los gobernadores Cornejo y Verna junto al ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Trascendió que -dadas las desconfianzas mutuas entre ambos gobernadores- todas las negociaciones se llevarán a cabo con un veedor de la Suprema Corte y serán grabadas y filmadas. Ayer en el CIAI, además de Garay, participaron en representación de Mendoza Facundo Díaz Araujo y Rubén Villodas, de la Asesoría de Gobierno, y Fernando Gomensoro, de Irrigación.